El Discovery se despide. El histórico transbordador espacial estadounidense saldrá el martes
próximo a las 20.17 (hora local) en la que será su última y más significativa misión tras un largo
período al servicio de la Nasa. Tras 38 vuelos, 351 días en órbita y 12 misiones a la Estación
Espacial Internacional pasará a retiro marcando el comienzo del fin de la era de los
transbordadores.
El lanzamiento del Discovery estaba originalmente previsto para el
lunes, pero fue pospuesto al menos un día, después de que los ingenieros encontrasen una fisura en
el casco, lo que podría provocar la fuga de helio y nitrógeno de la cápsula del motor.
El Discovery, el más viejo de los vehículos de transporte de la flota
espacial, fue construido en 1979 y su primer lanzamiento se llevó a cabo en 1984. Su último vuelo
se produce en el momento en el que la Agencia Espacial Estadounidense comienza a retirar estos
vehículos para transferir poco a poco los vuelos regulares al espacio a compañías comerciales.
Tras la misión de 11 días que llevará a cabo, la joya de la corona de la
flota aeroespacial habrá estado en el espacio un total de un año a lo largo de toda su vida, algo
que lo convierte en el aparato que más vuelos ha realizado y que más tripulaciones ha llevado.
Y es que el Discovery ha hecho historia más de una vez. Fue el primero
en volver a volar después de que los transbordadores Challenger y Columbia sufrieran accidentes
fatales, colocó en órbita el célebre telescopio Hubble, protagonizó el primer encuentro entre
aparatos de Estados Unidos y la estación espacial rusa MIR y voló en la primera y la última de las
misiones con transbordador para el cambio de tripulación de la Estación Espacial Internacional.
Será, oficialmente, el primer vehículo de este tipo en ser retirado del
servicio. El Atlantis podría haber sido el último en realizar una misión de vuelo de estas
características, sin embargo, permanecerá a la espera por si acaso tuviese que hacerse un rescate.
También podría volver a operar si tuviera que sumarse al programa de transbordadores un nuevo
vuelo, como espera la Nasa.
Con este lanzamiento, el Discovery llevará a la ISS la última de las
piezas principales a cargo de Estados Unidos, junto con un cargamento de suministros, entre el que
se encuentra un robot humanoide, Robonaut 2 (R2), el primero de estas características que se lleva
al espacio.
Al contrario que el protagonista de la película “La guerra de las
galaxias”, que tiene un nombre parecido, R2 tiene brazos y cabeza, aunque no piernas, y será
usado para investigar la actuación de los robots en condiciones de gravedad cero, con el objetivo
eventual de ayudar a los humanos, o incluso reemplazarlos, en labores complicadas.
La nueva sala que se ensamblará en la parte estadounidense de la ISS ha
sido construida por la Agencia Espacial Italiana. Un modelo similar pero más pequeño ya estuvo en
el espacio como módulo Leonardo. La Nasa lo ha transformado en una zona de almacenamiento de la
estación, con el nombre de módulo permanente multifunciones de logística, que también podrá ser
usado por los astronautas como sala para experimentos.
“Es muy emocionante que el Discovery vaya a subir el último y más
importante módulo a la estación”, comentó el director del programa de transbordadores, John
Shannon. “Estamos cumpliendo nuestra promesa de dar a la estación espacial su mejor
configuración antes de retirar los transbordadores”, agregó.
Además, hay planeados dos paseos espaciales para esta misión. En el
primero, los astronautas Tim Kopra y Alvin Drew cambiarán una bomba de refrigeración de amoníaco
estropeada durante una misión anterior e instalarán un equipo de cámaras y cableado.
En el segundo paseo, los mismos astronautas cambiarán algunos repuestos
y realizarán otros trabajos de reparación.
Una vez que el Discovery haya vuelto a la Tierra, la Nasa lo examinará
con detenimiento, puesto que hay piezas de su interior que nunca se han movido desde que fueran
instaladas hace 30 años.
Shannon comenta que su esperanza es que esta especie de autopsia del
transbordador guíe a la agencia espacial en su futuros proyectos de construcción de la próxima
generación de aeronaves de largo recorrido.
Desde hace mucho tiempo la Nasa tenía planeado retirar su flota de
transbordadores y estaba previsto que el último vuelo se realizase en febrero. El presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, tuvo que defenderse de las críticas a principios de este año cuando
decidió interrumpir los planes de volver a la Luna y ordenó volcarse en los vuelos comerciales
espaciales y en el envío de astronautas a un asteroide cercano y a Marte.
Los planes fueron aprobados por el Congreso estadounidense el mes
pasado, pero ahora se deberá dotar de dinero al proyecto, cuya suma es incierta en tiempos de
crisis y de recortes de presupuestos.