Si bien no se puede controlar el clima, se puede trabajar mucho en la prevención y estar preparado para actuar en cada caso. Por eso el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se encarga de monitorear los radares, informar a la población y emitir alerta meteorológica cuando se anticipan fenómenos complejos. Y lo hace a través de un sistema de colores que es importante conocer.
El SMN se encuentra en un constante análisis de las condiciones climáticas, y busca adelantarse a cualquier posible situación que pueda resultar difícil. Cuando el tiempo lo amerita, emite alertas meteorológicas cuyo nivel de intensidad y peligro se mide a partir de colores, que normalmente son rojo, naranja y amarillo.
Estas advertencias no solo buscan solo informar a la población acerca del clima del lugar, sino que tienen como objetivo fundamental prevenir cualquier tipo de accidentes y daños, así como resguardar la salud y seguridad de cada uno de los ciudadanos.
Por eso, entender de qué se trata cada alerta es crucial para saber de qué nivel de gravedad se está hablando y qué cuidados tomar en cada caso. Así como el SMN tiene la responsabilidad de dar el aviso, cada ciudadano carga con la responsabilidad de actuar en consecuencia.
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Con las alertas amarillas y naranjas, suelen presentarse vientos fuertes y lluvias torrenciales
Cuándo se emiten alertas meterológicas
Los tipos de fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a una alerta meteorológica incluyen
Tormentas: fuertes vientos, granizo, lluvia torrencial y tornados.
Inundaciones: desbordamientos de ríos, arroyos y lagos.
Nevadas: nevadas copiosas, ventiscas y avalanchas.
Sequías: escasez de agua.
Olas de calor: temperaturas extremadamente altas.
Olas de frío: temperaturas extremadamente bajas.
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Qué significan los colores de alertas meteorológicas
Existen distintos niveles de gravedad de las condiciones climáticas. Existen cuatro tipos de alertas meteorológicas: la verde, la amarilla, la naranja y la roja.
La menos conocida, probablemente, es la verde y que indica que no se esperan fenómenos meteorológicos riesgosos, no hay nada de qué preocuparse.
La amarilla señala que pueden ocurrir algunos con capacidad de daño y riesgo de interrupción de las actividades cotidianas. Por su parte, la naranja indica que los eventos pueden ser peligrosos. Estas son las dos alertas que se escuchan con más frecuencia.
En tanto que la alerta roja es la más extrema: invita a seguir las instrucciones oficiales ya que se esperan fenómenos con potencial de provocar emergencias o desastres.
Cabe destacar que un área puede tener más de una alerta en vigencia al mismo tiempo. Es decir, pueden coexistir una alerta de nivel amarillo por vientos y una naranja por lluvia, por ejemplo.
Pero, ¿qué significa cada color de alerta, en detalle? ¿Qué esperar ante estas situaciones, cómo actuar, cómo prepararse? A continuación, un repaso para tener en cuenta.
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Alerta amarilla: qué significa y qué cuidados tomar
La alerta amarilla representa un nivel de riesgo moderado. El hecho de que no sea verde implica una serie de recomendaciones que se aconseja seguir, pero no debería despertar intensas preocupaciones ya que no se trata de un riesgo extremo.
Esta advertencia señala la existencia de fenómenos meteorológicos con la capacidad de generar algunos daños y alterar las actividades cotidianas. Cuando las tormentas se diagnostican con amarillo, pueden incluir fuertes lluvias, ráfagas de viento y posibles cortes de luz.
Algunos de los cuidados que se recomiendan tras recibir una alerta amarilla son los siguientes:
- Elegir, en lo posible, actividades que no sean al aire libre.
- Controlar los objetos que puedan volarse. Muchos de los objetos que se encuentran en jardines o balcones se exponen a la posibilidad de volarse con los fuertes vientos. Por eso los muebles de jardín, macetas, ropas o cualquier elemento que se encuentre en exteriores debe ser chequeado y de ser necesario removido, ya que su caída o vuelo podría lastimar a las personas.
- No dejar objetos en la vía pública ni sacar la basura. Cuando las lluvias son fuertes, es importante no obstruir los canales de desagüe ni el drenaje del agua, para evitar empeorar inundaciones.
- Seguir las actualizaciones del SMN. El servicio se encarga de emitir al menos dos veces al día actualizaciones climáticas, pero en caso de que el tiempo lo amerite, se podrán emitir incluso más. En tanto la alerta amarilla puede intensificarse, es importante mantener la atención.
Este tipo de alerta no representa intensos peligros pero puede llegar a interrumpir o afectar el normal desarrollo de las actividades y provocar daños menores. Por lo tanto, si se puede, se recomienda evitar salir en los momentos de lluvia más intensa y chequear los puntos anteriores.
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Alerta naranja: qué significa y qué cuidados tomar
La alerta naranja, a diferencia de la amarilla, señala fenómenos meteorológicos que sí representan la posibilidad de que se desarrollen riesgos significativos para la población, el ambiente y los bienes materiales. Cuando las tormentas llevan una alerta naranja, se deben esperar vientos intensos, lluvias torrenciales e incluso la posibilidad de que caiga granizo, en niveles capaces de generar situaciones de emergencia.
Es por esto que las alertas naranjas tornan fundamental el seguimiento de las recomendaciones de las autoridades por parte de la población. Algunas de las más importantes son:
- Permanecer en lugares seguros. Mantenerse refugiado del exterior en este tipo de alertas es fundamental. En la intemperie pueden amenazar las caídas de árboles o estructuras inestables, así como peligros en torno a los postes de luz y fuentes de electricidad.
- Evitar la circulación por calles inundadas. El uso de los vehículos con ruedas bajo estas condiciones climáticas representa riesgos importantes. La cantidad de agua en las calles afecta considerablemente el control del vehículo y la visibilidad, como también puede dejarlo atrapado.
- Desconectar los artefactos eléctricos. En el caso de que exista riesgo de inundación de la vivienda, es importante desenchufar los electrodomésticos y artefactos eléctricos, ya que de esta forma se evitan los posibles cortocircuitos o electrocuciones.
- Conocer los sitios de evacuación y refugios cercanos. En caso de que el fenómeno empeore y se vuelva necesario abandonar la vivienda, es aconsejable conocer de antemano los refugios más cercanos a los cuales dirigirse.
- Mantenerse informado. Durante estos fenómenos, la situación meteorológica puede cambiar rápidamente, por lo que es necesario mantener la atención a las actualizaciones oficiales. El alerta naranja puede mutar a roja.
Las consecuencias de los fenómenos catalogados con alerta naranja pueden tener consecuencias severas. Por eso, se debe asumir responsabilidad, seguir las instrucciones y jamás subestimar los efectos del evento climático.
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Alerta roja: qué significa y qué cuidados tomar
Existe un nivel de alerta que es el más extremo de todos. Alerta roja indica la presencia de un fenómeno meteorológico severo y la necesidad de tomar medidas urgentes.
La población debe seguir las instrucciones oficiales.
Ante alerta roja, se aconseja a la ciudadanía tener en cuenta las siguientes medidas preventivas:
- Durante la tormenta se solicita a la población no circular por la calle salvo que sea necesario. Permanecer en lugares seguros, mantenerse refugiado del exterior. Tener especial precaución con los vehículos que quedan en la vía pública con árboles cercanos
- Mantener a los animales domésticos en lugares protegidos
- Evitar tocar columnas del alumbrado, cajas de luz o cualquier tipo de cables que hubiere en la vía pública.
- Sacar la basura en los horarios de recolección, no dejar residuos fuera de los contenedores o cestos para evitar anegamientos, colaborar con el barrido de veredas
- Retirar de balcones y terrazas todo elemento que pueda ser desplazado por el viento, tener limpias las terrazas, azoteas y patios, verificar canaletas y desagües domiciliarios.
Alerta por temperaturas extremas: frío o calor
La medición de temperaturas extremas también tiene su propio semáforo para indicar su peligrosidad. Tanto el calor como el frío, presentan indicaciones determinadas según su alerta. La medición es la siguiente:
- Nivel rojo: efecto alto a extremo en la salud
Muy peligrosas. Pueden afectar a todas las personas, incluso a las saludables.
- Nivel naranja: efecto moderado a alto en la salud
Pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo.
- Nivel amarillo: efecto leve a moderado en la salud
Pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de 65 años, con enfermedades crónicas.
- Nivel verde: sin efecto sobre la salud
Sin peligro sobre la salud de la población.