Ya se puede escuchar lo nuevo de Onda Vaga en las tiendas digitales de música como Spotify, iTunes, Deezer, Napster o vía YouTube. Es que desde hace más de diez años todo siempre fue así para este grupo de vagos: compartido y colectivo. Onda Vaga nació allá por el 2007, en las playas uruguayas de Cabo Polonio, donde músicos de cualquier parte son amontonados por el viento costero, una guitarra por ahí, un tambor por allá, tocando para pasar el verano. Pero al volver a Buenos Aires la onda quedó y se empezaron a juntar para tocar cada vez más seguido. En cumpleaños, en fiestas, en reuniones, tocar para ellos es simplemente transportar su instrumento y dejar fluir la música, de manera orgánica y natural.
Gracias al boca en boca el proyecto creció y en 2008 salió su primer disco, "Fuerte y caliente", producido de manera independiente. Fue un gran éxito, una ola que rompió fuerte en el indie porteño y trascendió. Andrés Calamaro, Fito Páez y Manu Chao se declararon inmediatamente como sus fans. Llegaron más tarde los discos "Espíritu salvaje" (2010) y "Magma elemental" (2013), que los llevó de gira por Latinoamérica, Europa y se consagraron como banda revelación en el Fuji Rock en Japón.
"Ellos piensan que nosotros somos la vanguardia", dice German Cohen al teléfono. Voz y trombón de Onda Vaga, Cohen revela detalles del flamante "OV IV" (Onda Vaga Cuatro), lanzado digitalmente el 2 de diciembre pasado.
"Aportamos lo que tenemos, por lo general nos mostramos las canciones entre nosotros, elegimos cuál nos gusta más, nos imaginamos el disco en su totalidad y ahí empezamos a grabar las propuestas de instrumentación y sonido, trabajamos con un productor que se metió muy de lleno y estamos muy satisfechos y agradecidos del resultado final", cuenta sobre el proceso de producción que, junto a Nacho Rodríguez, Marcelo Blanco, Tomás Justo Gaggero y Marcos Orellana buscó Onda Vaga esta vez, en el que van más allá del tradicional sonido acústico y folk que los caracteriza, incorporando sintetizadores, guitarras eléctricas y percusiones africanas. El disco es fruto del trabajo en el estudio propio que tiene Onda Vaga, una casa en Almagro que le alquilan a la madre del sonidista, "una señora que nos banca mucho, ya que pasamos años viviendo en esa casa en donde caemos después de separaciones o peleas, es como nuestro qubil y empezamos a trabajar en esa casa que tiene mucho valor para nosotros", dice Cohen.
Parte de incluir estas novedades electrónicas es el productor Ezequiel Kronenberg (Rosal), que los "modernizó" de alguna manera, incorporando nuevos sonidos. "Ezequiel nos ayudó a romper ése tabú de la banda acústica, nos dio una mano para transitar el terreno de las nuevas sonoridades, porque uno piensa que Onda Vaga es una cosa pero este disco los va a sorprender un poco, es más innovador, más clásico a nivel plasticidad, tiene otra paleta de colores, incorporamos algunas guitarras eléctricas que no había en discos anteriores, se puede reconocer alguna batería, cosas electrónicas, sintetizadores", cuenta Cohen.
Onda Vaga permitió que el productor Ezequiel Kronenberg introdujera cambios modernos mínimos, sin perder la esencia cancionera y fogonera del grupo, poniéndole vestidos nuevos al cuerpo típico de las canciones de los vagos. "En el estudio vale todo, he grabado guitarras eléctricas y algunas cosas con teclados, en realidad todos podemos tocar cualquier instrumento, no es que uno se decidió por tocar un instrumento nuevo, no es una decisión que tomamos a priori sino que dejamos que nos sorprenda la creatividad, no necesariamente tenés que pensar todo el tiempo lo que vas a hacer", explica German Cohen. Por ejemplo, en "El As" -segundo tema de este nuevo disco-, a Cohen se le ocurrió tocar las guitarras.
Ya en la última presentación en Rosario se los vio sobre el escenario con guitarras eléctricas, el percusionista estuvo sentado y tocando bombo de batería y ya se notaron algunas novedades "más rockeras". Todas las canciones de este "Onda Vaga Cuatro" tienen un tratamiento con nuevas tecnologías o instrumentos a los que el grupo no estaba habituado. "La Maga", tema que abre el disco, incorpora teclados (que parecen de reggae de los años 60, y eso ya hace notar el cambio estilístico de la banda). En "Leona", sexto tema del disco, se escuchan guitarras eléctricas como ecos del más allá, ecos de la jungla donde habitan las canciones de Onda Vaga.
En "Será que estás ahí", cuarto tema, hay sonidos que parecen provenientes de un gran xilofón e invitaron a un grupo que hace percusión africana. "Todos los temas tienen una joyita o un sonido nuevo y quedaron muy bien, la nueva sonoridad que logramos para este disco en algunos lugares es más obvia, en otras la intervención de estos nuevos instrumentos es más sutil", cuenta Cohen. Las composiciones son personales, cada integrante del grupo presenta sus ideas pero el trabajo y la forma final de las canciones es siempre colectiva, ya que después de tantos años cada uno sabe lo que el otro puede brindar. La fuerza coral de las voces es algo que permanece, esa cosa colectiva de sus cinco integrantes, leit motiv desde sus inicios y en algunas canciones está todavía intacta esa sensación como de una procesión religiosa en la que sólo se escuchan palmas y voces.
"No me quiero hacer el loco, pero Onda Vaga funciona de manera mágica, nos pasa mucho con los arreglos de las voces, uno canta la canción y al día siguiente que empezaste a grabar sale algo distinto y mejor, estamos todo el tiempo pensando en nuestra música por eso sale siempre algo bueno", cuenta Cohen. "Tenemos una idea dando vueltas en la cabeza que en algún momento se vuelve canción, a veces quedan las propuestas a veces no, pero en general trabajamos de manera intuitiva", concluye el trombonista.
El camino recorrido. "A mí me da un poco de miedo porque cuando vas para ese lado es difícil volver atrás", señala Cohen respecto a los detalles más electrónicos de este nuevo disco. "Nuestros discos nunca fueron iguales y en esta nueva etapa vamos a seguir intentando hacer cosas distintas, eso es lo lindo de tener una banda y hacer cosas en vivo, que es lo que te permite probar cambios, no quiero ser una banda de synth rock o una banda moderna? o sea, somos Onda Vaga y seguimos sonando a Onda Vaga", dice concretamente el trombonista.
En los más de diez años de formación el grupo viajó y estuvo mucho tiempo de gira, "cosa que nos influye mucho" dice Cohen y agrega que "conocer lugares y gente nueva está muy marcado en algunas composiciones, es enriquecedor en nuestra formación como seres e individuos". En particular, Germán cuenta que no sabe exactamente de dónde vienen las canciones, sino que todo es fuente de inspiración. "A veces me gusta creer que las canciones vienen de un lugar que está por encima de nosotros, como que no las hacemos nosotros y que la inspiración viene de algún lugar del universo, cada uno tendrá sus lugares dónde buscar y encontrar sus canciones, y es mágico el resultado final"
. Onda Vaga hizo un camino como de hormiga, en el que de a poco fueron demostrando la calidad de músicos que son, tal vez de manera muy under pero con mucha constancia y dedicación. Al grupo se lo ha intentado encasillar en la murga, en la cumbia-folk, en el reggae, en la canción latinoamericana, en la rumba-rock... sin embargo la incomprensión de los demás es lo que les permite moverse con libertad por el mundo de la música. Y lo mejor que le puede pasar a uno es crear con libertad.
"A veces pienso que somos un poco incomprendidos para algunos sectores de los medios y para algunos que escuchan música que tienen mucho prejuicio, en cuanto a que creen que hacemos tal música o que tenemos un estilo en particular que en realidad no tenemos, porque a lo largo de estos diez años ha ido cambiando y brindo por eso", dice Cohen.
Onda Vaga estará preparándose para tocar estas nuevas canciones a partir de marzo del año próximo y hará la presentación oficial de "Onda Vaga Cuatro" en abril, para luego salir de gira. "Lo que más me interesa es que la gente se dé cuenta que creemos en lo que cantamos y tocamos y es genuino lo que hacemos", concluye Cohen.