Hoy el escenario empieza a despejarse y muestran cada uno su calibre. Por un lado, hay una mayoría de hecho, la del oficialismo, que está a solo tres convencionales del quórum propio, algo que parece descontado con el guiño del espacio de Alejandra "Locomotora" Oliveras. Esto generó por parte del oficialismo una interpretación hegemónica de la circunstancia, un enfoque que no es nuevo.
En esa línea, no se percibe un cambio de parte de Unidos, al menos en quienes tienen poder de definición, tras las elecciones por ampliar el espectro de debate, abordar la reforma desde una óptica más armoniosa, incluso abrir la reforma a otros espacios no partidarios. Parece más bien continuar en la velocidad crucero de la campaña.
Reforma constitucional, adelante
Esto genera la impresión general, sobre todo en la oposición, de que, llegado el momento crucial, se bajará el texto cocinado. Por eso la oposición, sin demasiada fuerza tras quedar a 20 puntos de Unidos, ve una rendija abierta y se entona para denunciar una supuesta Constitución sin consenso y armada sólo para la reelección del gobernador.
Perdido por perdido ante la mayoría oficialista, dirán, el escenario se convierte en proclive para que la oposición alce las objeciones contra el gobierno y logre algo de protagonismo luego de estar desdibujada todo el 2024.
En cambio, el espacio oficialista pone en escena el peso del gobernador Maximiliano Pullaro, quien no suelta el proceso ni siquiera después de las elecciones que lo consagraron como amplio ganador. De hecho, la agenda de la reforma constitucional no se tomó un respiro luego de las elecciones y se enfocaron en discutir la fecha.
Las discusiones son lo que mantienen con aire a la oposición que estuvo hiperventilada. El PJ asoma la cabeza incluso tras quedar segunda lejos en lo que fue una elección aceptable de la lista de Juan Monteverde. "Hay una responsabilidad del resto de la oposición de juntarnos para hacer fuerzas contra este modelo vertical y autoritario”, avisa Monteverde apuntando al gobernador.
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Maximiliano Pullaro encabezó la segunda Asamblea Legislativa desde su desembarco en la Casa Gris.
La Capital / Leonardo Vincenti.
Si bien se debería analizar a qué llama oposición en un escenario tan fragmentado incluso dentro del peronismo, y descubrir si la palabra “responsabilidad” significa algún pacto tácito, probablemente se refiera a que en el recinto nadie del espectro opositor irá con medias tintas.
En realidad, ya arrancó el camino confrontativo y se mantendrá por los próximos dos meses hasta la Convención y, luego, lo que dure la misma. En conclusión, el escenario reformista será utilizado por muchos opositores para lo coyuntural y posicionamientos. En cambio el oficialismo ya hizo el trabajo grueso.
PJ asoma
El PJ provincial jugó una curiosa carta: los convencionales constituyentes del bloque Más para Santa Fe decidieron renunciar a los fueros parlamentarios, crear una Oficina Anticorrupción y plantearon que la ficha limpia tenga rango constitucional. Paradójicamente, este último es el caballito de batalla de Unidos, que pensó ficha limpia, en parte, para pegarle al peronismo por corrupción.
El gobernador en su discurso en la Legislatura lo mencionó: "La oportunidad de hacer una provincia sin privilegios ni poderes ilimitados: donde ninguno de nosotros se esconda detrás de los fueros, donde nadie pueda acceder a los cargos sin tener su ficha limpia, donde nadie pueda eternizarse en sus funciones". Sin darse cuenta tienen un punto en común, pero la discusión pasa por la honestidad moral para la autoría.
"Ahora es fácil plegarse a esto", criticó el senador y convencional Felipe Michlig. Luego continuó: "Hubo sectores que estuvieron en contra de la reforma, porque recuerden que no votaron la ley de necesidad, después fueron a la Justicia como La Libertad Avanza (LLA), después fueron candidatos y perdieron, e igual quieren establecer con qué podemos avanzar y con qué no en la Convención".
Justamente, La Libertad Avanza y Amalia Granata aparecen cada tanto a tirar trompadas puntuales, en determinados temas y se retiran. Quizás su anclaje en Buenos Aires le da esa dinámica y no les permite un involucramiento genuino y total para la reforma. “Ahora todos repiten lo que dije al principio: el gobernador hace lo que quiere con la reforma”, dijo el convencional de La Libertad Avanza Nicolás Mayoraz ausente en la apertura de sesiones como Granata.
Lo que viene
Más curioso es el papel del perottismo en el escenario actual. En realidad no hay novedad, continúa con su despliegue de opositor medido. Lo grafica su posicionamiento frente a la reforma: aportó los votos clave para la ley de necesidad de modificación de la Constitución pero no se presentó a las convencionales ni participará del debate.
"Queremos ser una oposición inteligente: ni oposición obstruccionista como la sufrimos nosotros, ni una oposición que acompañe absolutamente todo", dijo la diputada y exministra de Gobierno de Omar Perotti, Celia Arena. Astucia más que inteligencia.
A dos meses de la cumbre, parece difícil bajar los decibeles y encontrar un camino de cierta armonía. El pullarismo no quiere perder terreno en su proyecto de poder. Mientras, observa quién de la oposición asoma la cabeza y quién le conviene que la asome, si el sector más libertario y conservador o el PJ.
En este punto se desprende lo que dijo Pullaro en su discurso en la Legislatura: "No es momento para el conformismo ni la quietud, mucho menos de los conservadores". Esta última palabra la agregó el gobernador sobre la marcha del discurso, no estaba en el texto original.