Ayer el portero Jorge Mangeri fue procesado con prisión preventiva por el crimen de la adolescente Angeles Rawson, hallada asesinada en un predio de la Ceamse, y su conducta fue agravada por haber arrojado a la chica a la basura aún con vida.
Ayer el portero Jorge Mangeri fue procesado con prisión preventiva por el crimen de la adolescente Angeles Rawson, hallada asesinada en un predio de la Ceamse, y su conducta fue agravada por haber arrojado a la chica a la basura aún con vida.
La medida fue dictada por el juez de instrucción porteño Javier Feliciano Ríos, quien además trabó un embargo de un millón de pesos sobre los bienes del imputado ante posibles juicios civiles de la familia de la víctima.
Mangeri fue hallado responsable de “homicidio agravado por alevosía”, presuntamente cometido en el edificio de Ravignani 2360 del barrio porteño de Palermo. El portero continuará por ahora en prisión, aunque se espera que su defensa apele el fallo ante la Cámara del Crimen.
► Entre las claves que llevaron al juez a dictar el procesamiento de Mangeri, se destacan las muestras genéticas correspondientes al portero halladas debajo de las uñas de Angeles Rawson, cuando presuntamente se defendió al ser atacada. Por eso, en el fallo dictado ayer se destacaron los estudios comparativos de ADN efectuados con las muestras obtenidas del cuerpo de la víctima y las hemáticas, de cabello y de vello pubiano del imputado, tomados por miembros del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia. De allí primero surgió que en la uña del dedo índice de la mano derecha de Angeles se constató la existencia del “haplotipo Y” (masculino) del imputado, luego hallado también en forma indubitable en las uñas de los dedos anular y mayor. En la muestra tomada del dedo anular se obtuvo “material genético mezclado de al menos dos individuos”, indica el fallo del procesamiento de Mangeri, lo cual llevó hace algunos días a la defensa del imputado a señalar la posibilidad de que hubiera otro implicado en el crimen.
► Otra de las ítems del procesamiento radica en que el juez de la causa se refirió a la "violencia desplegada" por Mangeri y a la gravedad del delito. Por ello el magistrado consideró que debe continuar en prisión porque hay peligro de fuga."No se ha identificado a ninguna otra persona a la que pueda vincularse con el acontecimiento que se investiga", sostuvo el juez en la resolución.
► Se acreditó que Ángeles estaba viva antes de ser embolsada por Mangeri. Y que su muerte se produjo por politraumatismos ocasionados por la maquinaria del circuito de recolección y procesamiento de residuos de la ciudad de Buenos Aires, "al que fue introducida por el causante (Mangeri) mientras estaba aún con vida". "La circunstancia que A.R. estuviese atada de pies y manos cuando fue sometida al procedimiento insidioso que la llevó a la muerte, así como la diferencia de edad y contextura física entre el imputado y la víctima, evidencia su estado de indefensión, de modo tal que considero que se verifica en la especie la alevosía".
► La cercanía del portero con la víctima: "El imputado contaba con la factibilidad de perpetrar el homicidio: resultaba conocido de la víctima para vulnerar cualquier resistencia natural de una menor de edad para contactarse con un desconocido y por su función laboral como encargado del inmueble, contaba con acceso irrestricto a las dependencias de edificio en el que vivían, tales como el sótano, la terraza o su propio domicilio".
► La contextura física del portero, mucho mayor a la de la víctima, fue otro de los elementos citados en la resolución del juez. Entiende que de esta manera Mangeri "bien pudo lograr vencer su eventual resistencia física una vez que su propósito fue manifiesto". Mangeri pesa 108 kilogramos y mide 1,78 metros de altura, mientras que Ángeles pesaba 51,2 kilos y medía 1,65.
► La filmación de la cámara de seguridad próxima al edificio de la calle Ravignani, muestra caminando por la vereda a las 9 y 50 a una joven cuyas características coinciden la de Ángeles, y que fue reconocida por el propio padre. Ángeles nunca llegó a su casa, lo cual quedó acreditado por los dichos de la mucama de la familia y del hermano de la chica. El magistrado también descartó un ataque en la vía pública.
► También el juez Ríos tomó en cuenta el testimonio de vecinos, quienes declararon que les llamó la atención que justo el día del crimen Mangeri les había pedido que sacaran la basura más temprano, no a las 19 como lo hacían habitualmente.