Bullrich contó que la desesperación que sentía lo llevó a navegar por internet por las noches en busca de una respuesta. "Creía que iba a encontrar la cura del cáncer de mi hija", dijo.
El exfuncionario explicó que en esos años se acercó más a Dios, "a una esperanza que es día a día". "Empezás a entender lo enorme que es cada día. A disfrutar de tenerla ahí. De poder hablar con ella...", contó.
"Se llama Luz y siempre decimos que Dios nos regaló la sabiduría de ponerle así. Porque nos iluminó a mí, a nuestra familia", agregó, emocionado. "Dios genera estas cosas justamente para mostrarnos lo grande que es, por mostrarnos realmente lo que es", dijo el precandidato de
Cambiemos.
"Luz estuvo casi un mes encerrada en un cuarto por un autotransplante de médula. Fue el último tratamiento que tuvimos que hacer. Después estuvo casi un año en casa, no podía salir", recordó.
El 1 de marzo de 2013 su hija se sometió a una tomografía de rigor y le encontraron un tumor en el hígado.
"El día 13 le sacan medio hígado. Cuando lo ve el patólogo dice: 'Es un tumor maligno'. Ahí le hacen un corte de congelamiento para ver las células malignas que tiene, para identificarlas —relató—. Cuando le hacen el corte, da negativo. Entonces le hacen tres cortes, que es inusual. Me dice: 'Mirá, visualmente es un tumor maligno, pero los cortes me dan negativo. Lo tenemos que mandar a analizar".
Los siguientes 24 días de análisis no fueron fáciles para la familia Bullrich. Cuando se conoció el resultado, decidieron viajar juntos a Roma para visitar al papa Francisco. Querían festejar. Existió en ese encuentro un intercambio entre su hija y el Sumo Pontífice. "Recé mucho por vos", dijo Francisco. "Y yo recé mucho por usted", respondió la menor.
"Yo empecé a llorar como ahora y no paré. No me acuerdo nada de la conversación que tuvieron Luz, María Eugenia y Francisco, que fue de 20 minutos. No me acuerdo nada. Estaba como toda la descarga de ese corazón estrujado de verla a Luz ahí", concluyó Bullrich.