Y al fin se habló de fútbol en Rosario. La previa de los hinchas auriazules aglomerados en el parque Alem y algunos festejos posteriores son las razones por las cuales el gobierno santafesino endureció las restricciones ante una pandemia que nunca debe dejar de soslayarse. Pero a la hora señalada, a la hora donde la pelota fue la estrella del domingo, todo, pero todo lo bueno que pasó en el Gigante lo hizo Central. Tan claro fue el dominio que ejerció con ella, que lo ganó de punta a punta, y lo goleó gracias a tres exquisitas definiciones, del eterno Marco Ruben levantándosela a Aguerre y de los nuevos Nicolás Ferreyra, con un tacazo fenomenal y el pibe Martínez Dupuy cruzándola. De eso habló y hablará la ciudad esta semana que será toda canalla. No podía ser de otra manera en una fecha histórica. Hace 34 años le ganó un título de 38 fechas a Newell’s. Anoche le ganó el clásico de la pandemia, el primero en casi 20 meses, de principio a fin. Tanto, que media hora estuvo de más para la disputa palmo a palmo, desde el segundo canalla. Tanto, que resultó un gran espaldarazo para el ahora otrora cuestionado Kily González, que le pasó todas las dudas a su amigo Germán Burgos, gran perdedor de la jornada que lo pone en el ojo de la tormenta con decisiones inentendibles.