La Copa Argentina es una competencia que año a año reúne a todas las divisiones del fútbol argentino. En la edición 2025, un equipo rosarino llamó especialmente la atención: Central Córdoba, que disputa el campeonato de la C Metropolitana, se midió con equipos de Primera y se mostró a la altura. Entre sus filas, Facundo Marín se convirtió en la pesadilla de sus rivales, al anotar un gol por partido, estadística que lo convirtió -al menos hasta el momento- en el goleador de la copa. En diálogo con La Capital, el jugador charrúa relató su experiencia en el certamen y confió lo que siente al alcanzar un sueño.
Facundo Marín nació en el año 2000 en Rosario, en el barrio Echesortu. Desde sus 3 años fue forjando una relación con la pelota que lo llevó a jugar en distintos clubes rosarinos, como Juan XXIII, Griffa, Newell's y Provincial. Actualmente, su nombre brilla en el ambiente del fútbol por su destacada participación en la Copa Argentina donde viste la camiseta de Central Córdoba, la cual luce desde 2024.
“Hicimos historia”, sentenció el volante con respecto a la actuación charrúa. “Yo creo que haber sido el primer equipo de la Primera C en llegar a octavos de final fue muy lindo para todos”, consideró. En su paso por la Copa, el equipo de Tablada venció a Sarmiento de Junín y luego a Gimnasia de La Plata. En octavos de final, cayó contra Independiente de Rivadavia en un partido parejo y lleno de tensiones. Detrás de ellos, una banda los acompañó con fidelidad. “Más allá del resultado, fue lindo ver a la gente entusiasmada con nosotros”, expresó. Y opinó: “Que se ilusionen con este equipo también fue un grandísimo logro”.
En la copa, Marín se convirtió en el arma más letal del charrúa y les hizo goles a los tres equipos de primera división. Para el rosarino esto fue “una locura”. Manifestó: “Es un lugar en el que yo soñaba estar y hoy estar consiguiéndolo es hermoso”. Y reconoció: “Ya cuando clasificamos el año pasado me puse en mente que iba a hacer un buen papel porque me lo merecía, sobre todo después de tanto pelear por vivir momentos como este”.
facundo marìn ùltima
Foto: Sebastián Suárez Meccia
Aunque hoy Facundo Marín enorgullece a Central Córdoba, el rosarino recuerda una historia especial. En 2022, el volante se había ido a probar al equipo de Tablada. “La verdad que yo no estaba tan bien futbolísticamente porque había estado unos meses sin jugar y no quedé”, contó. “Es una anécdota graciosa porque hoy hicimos historia en el club pero dos años antes no había quedado”, analizó el jugador.
A raíz de esa experiencia, afirmó que una de las enseñanzas que transmite a los jugadores de categorías inferiores es que sueñen. "Que sueñen grande pero que también se pongan metas cortas. Yo siempre digo que el trabajo siempre paga”, analizó Marín. Y vaya si habrá recibido su paga el goleador.
>>Leer más: El goleador de Central Córdoba en la Copa Argentina habló sobre el polémico arbitraje: "Nos perjudicó"
El comienzo de un sueño
Marín confiesa que de chico era “insoportable con la pelota”. Rememoró: “Me acuerdo que mi mamá, más o menos a los 3 años, de tanto hinchar en mi casa me dijo 'vení, vamos a jugar a la pelota' y me llevó a Juan XXIII, un club a tres cuadras de mi casa”.
Para Facundo, aquel fue su primer acercamiento con el fútbol, un deporte que luego marcaría su vida. Después de hacer la mitad de la etapa “baby” en Juan XXIII, completó el período en la Asociación Atlética Jorge Griffa. Más tarde, arrancó las inferiores en Newell 's hasta quedar libre en 2015. En ese momento, decidió continuar su formación en el Club Atlético Provincial, en el cual se desempeñó como jugador hasta sus 18 años.
Lo curioso es que, si bien demostraba pasión por la pelota, aún no definía su deporte. Desde los 12 años, Marín practicó fútbol y futsal a la par, hasta que en 2018 decidió inclinarse por el futsal. Esa decisión le duró poco, ya que tan solo un año después fue a probar suerte en el club entrerriano Patronato y este decidió abrirle sus puertas. Así, soltó definitivamente el futsal y vistió la camiseta del patrón para defender el torneo de reserva hasta el final de 2021, que tuvo un breve paso por un club en Georgia y luego volvió a su ciudad. En ese entonces, con dificultad para encontrar otro club, dejó el fútbol por un tiempo.
Facundo Marín 2 edit
Foto: Sebastián Suárez Meccia
Ya en 2023, migró a las ligas regionales. Arrancó en el club Máximo Paz que juega la Liga Deportiva del Sur y luego fue llamado por Studebaker para jugar la Liga Venadense. Ese fue el momento en el que, por primera vez, Marín empezó a vivir del fútbol.
Este último club sirvió como punto de inflexión para el jugador. Además de darle visibilidad para que luego lo llamara Central Córdoba de Rosario, Studebaker lo enseñó a “vivir como profesional". “Yo tuve un momento en el que me di cuenta de que quería ser jugador de fútbol en Studebaker. Cuando maduré mentalmente me convertí en otro jugador y me di cuenta de que podía más”, reconoció Marín.
“Fue ahí que hice el 'click' y realmente me empecé a cuidar, empecé a trabajar la mente, empecé a escuchar podcast, a hablar con algún que otro coach para que me ayude. Me profesionalicé mucho”, analizó. Es que para el goleador de la Copa Argentina “si vos querés ser un jugador de Primera División te tenés que comportar como esa persona, y esa filosofía la tengo hoy en día y es lo que pongo en práctica todos los días”, compartió. “Vivo literalmente las 24 horas para el fútbol”, sentenció.
Mirando hacia su pasado, Facundo no se cuestiona: “Realmente, no me arrepiento de nada, porque yo creo que los errores también me han hecho crecer mucho”. Para el futuro, Marín aspira a seguir creciendo profesionalmente, y es una idea que promete mantener hasta el día que se retire. “Creo que me quedan muchas cosas por vivir y por cumplir”, aseguró el jugador, que mantiene el sueño de llegar a Primera División intacto.
>>Leer más: Central Córdoba visita a Berazategui por el torneo de la C tras su eliminación en la Copa Argentina
La emoción charrúa y las expectativas por lo que viene
En palabras de Marín, lo que vivió el equipo de Tablada en su paso por la Copa Argentina de este año fue “muy especial”. La euforia por los resultados no se vivió únicamente en los vestuarios, sino también en las tribunas. “La gente se acercó mucho más”, destacó el jugador sobre la compañía de la hinchada.
El partido de octavos de final de la copa fue disputado en San Luis y se llenó de pasión charrúa. Facundo Marín analizó: “Que un 30 de julio, con las dificultades económicas que hay, la gente gaste sus últimos mangos en venir a vernos a nosotros a 800 kilómetros son cosas que para mí te hacen valorar mucho más lo que hacés”. Ese aliento rosarino hizo que “todo valiera un poco más la pena”, especialmente el de sus personas cercanas: “Cuando vi a mi familia, antes de empezar el partido, inflé el pecho a morir porque el esfuerzo que hicieron para ir fue increíble”, expresó.
paulo killer y facundo marín edit
Paulo Killer, referente y capitán charrúa, junto a Facundo Marín
Foto: Sebastián Suárez Meccia
A raíz de la ilusión que le dieron a sus fanáticos, Facundo contó que por primera vez se le acercaron a pedirle fotos y que hasta algunos niños le habían llevado dibujos. “Yo no lo había vivido en ningún lado y es increíble”, reconoció el jugador. “Esas cosas te llenan el alma”, agregó. Por eso, el rosarino contó: “Trato de disfrutar de todo: de la gente, de mis compañeros, del entorno, de lo que estamos jugando”.
Aunque para el equipo de Tablada la Copa Argentina tuvo su fin, aún quedan metas y sueños por delante. “Quedan 6 partidos para tratar de llegar a la punta y mantenernos ahí, así que depende de nosotros”, analizó Marín con respecto al campeonato de la C Metropolitana. “Son todas finales, el equipo se está jugando un montón de cosas”, opinó, y agregó: “Pero si nosotros jugamos como en la Copa Argentina no hay quien nos gane”. La visión de Marín es firme: “Podemos seguir en esa línea y haciendo historia porque tenemos con qué”.