El complejo agroindustrial exportador sobre el río Paraná no movió ni molió un grano durante el paro nacional. Y en General Lagos, frente a la planta de la aceitera Dreyfus, se realizó una de las pocas concentraciones que acompañaron la medida de fuerza.
El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear) y la federación nacional que agrupa a los trabajadores y trabajadoras del sector convocó a concentrarse frente a una fábrica emblemática de la agroindustria y también del movimiento obrero porque fue uno de los lugares en los que comenzó esa larga lucha de un grupo de delegados aceiteros que convirtió finalmente al gremio en uno de los más referenciados a nivel nacional.
“Los que vivimos los 90 sabemos lo que es la reforma laboral, vivíamos adentro de esta fábrica para sobrevivir mal afuera, la mayoría eran contratistas que ganaban salarios de miseria y afuera había un ejército de gente esperando para reemplazarlos”, señaló Daniel Yofra, secretario general de la federación aceitera (FTCIOyDARA), antes de arengar: “Si peleábamos cuando no teníamos nada, cómo no vamos a pelear cuando tenemos todos los compañeros adentro del convenio”.
Para el sindicato del complejo oleaginoso, como para todos los que se reunieron frente al playón de Dreyfus, no se concibe el paro sin movilización. Con esa convicción, convergieron delegados de Acindar, jaboneros de Villa Gobernador Gálvez, los marítimos del Somu, organizaciones sociales como el FOL y la caravana que partió más temprano desde la Bolsa de Comercio de Rosario, integrada por referentes de ATE y Amsafé Rosario y los profesionales de la salud nucleados en Siprus, entre otros.
Marco Pozzi, secretario general del Soear, destacó que todas las plantas aceiteras y demostadoras del país pararon y recordó que el gremio viene escalando un plan de lucha en contra de la reforma laboral, la restitución del impuesto a las ganancias sobre los salarios y el ajuste que lleva adelante Javier Milei. Este es el tercer paro del sector en dos semanas. “Los funcionarios del gobierno nacional se quejan por lo que se pierde por el paro y eso es un reconocimiento de que la riqueza la generan los trabajadores”, subrayó.
El dirigente aseguró que el próximo paso del plan de lucha, tiene que ser una gran movilización y paro cuando se trate el proyecto de ley Bases en el Senado. Esa iniciativa, asociada al paquete fiscal que impulsa el Poder Ejecutivo, incluye privatizaciones, precarización laboral, restitución de impuestos al trabajo, beneficios fiscales a los contribuyentes más ricos y a los que blanqueen dinero, y trajes a medidas para empresas que competirán con la producción nacional.
“Los trabajadores de Acindar van a volver a pagar Ganancias mientras le bajan los impuestos a los ricos”, recordaron los representantes de la UOM de Villa Constitución presentes en el acto. En relación a la histórica organización obrera, Norma Ríos, de la APDH, expuso ante los presentes la situación de la “causa Villazo”, en la que se enjuicia a los responsables de la represión obrera en la ciudad del sur santafesino en el año 75. Llamó, en esa línea, a asistir a las audiencias.
Los referentes de Siprus advirtieron que el actual “ataque a la clase obrera es histórico”. Gustavo Teres, secretario adjunto de la CTA-A Rosario acusó al oficialismo y las patronales de “querer provocar un 17 de octubre al revés”. Lorena Almirón, de ATE Rosario, convocó a “pasar de la resistencia a la ofensiva contra este plan de ajuste, si ellos son duros con nosotros, nosotros debemos endurecernos frente a ellos”. Juan Pablo Casiello, titular de Amsafé Rosario, rechazó el “paro dominguero” convocado por la CGT y reivindicó la movilización de General Lagos. “Fente a nosotros está una de las empresas que más factura por las agroexportaciones, a diferencia de lo que dice el gobierno, en Argentina hay plata, el tema es cómo se distribuye”.
Con la certeza de que “a este proyecto siniestro sólo lo paran los trabajadores”, los presentes en el playón de Dreyfus agitaron la necesidad de no aflojar la pelea contra el plan de ajuste. La próxima parada, aseguran, debe ser la movilización contra la ley Bases el día en que lo traten los senadores.