El sospechoso de haber violado y asesinado a su hijastra Florencia Di Marco (12), quien apareció muerto ayer dentro de su celda en una cárcel de San Luis, dejó una carta a la madre de la niña en la que dice que la chica "se suicidó en su habitación" y que, ante el temor de que pudieran acusarlo a él, se drogó, se emborrachó y decidió arrojar el cuerpo debajo de un puente.
El juez Penal 1 de San Luis, Sebastián Cadelago Filippi, quien investiga la muerte de Lucas Matías Gómez (32) en el penal de Pampa de las Salinas, unos 210 kilómetros al norte de San Luis, aseguró que el preso dejó tres cartas de despedida: una destinada a sus hijos, otra a su madre y la restante a su esposa y madre de Florencia (12), la también detenida Carina Di Marco (32).
"En la carta que le dejó a su esposa, dijo que no había matado a Florencia sino que se había suicidado en su habitación. Que él entró en un estado de desesperación porque pensó que le iban a echar la culpa a él, que entonces entró a tomar y a drogarse y después tomó la determinación de arrojarla donde finalmente la encontraron", relató el magistrado.
Además, el juez Cadelago Filipi aseguró que está investigando al personal penitenciario por la muerte del detenido, quien apareció colgado del cuello con un cordón de su pantalón de joggin que ató a un cable que salía de una pared.
"Todo da a entender que se trata de un suicidio, porque no presentaba ningún tipo de lesiones", dijo el juez, quien agregó que llamará "a declarar a todo el personal penitenciario, sobre todo a quienes tenían el cuidado del preso".
Según el magistrado, Gómez se hallaba alojado solo en un pabellón que tiene espacio para seis detenidos, pero que estaba aislado del resto de la población carcelaria por cuestiones de
seguridad "ante posibles agresiones de otros internos".
Los investigadores determinaron que ayer Gómez almorzó y luego se retiró a su celda ubicada en el pabellón D, donde fue encontrado muerto después de las 18, cuando el personal se dispuso a efectuar un habitual recuento de internos.
Todos los penitenciarios que estaban de turno cuando ocurrió el supuesto suicidio declararon hoy en la Unidad Regional de San Francisco del Monte de Oro, a 130 kilómetros de San Luis, a pedido del juez Cadelago Filipi.