El gobierno japonés informó ayer que frenó la filtración nuclear en la usina Fukushima Daiichi, pero expertos nipones dijeron que los reactores dañados aún están lejos de estar bajo control casi un mes después de que fueron golpeados por un terremoto y un tsunami el 11 de marzo.
Ayer comenzaron a bombear nitrógeno gaseoso a un dañado reactor nuclear, enfocando la lucha contra el peor desastre nuclear en 25 años a evitar una acumulación explosiva de hidrógeno gaseoso en la planta energética Fukushima Daiichi.
Los trabajadores comenzaron a inyectar nitrógeno en el recipiente de contención del reactor número 1 la noche del miércoles, luego de que en la mañana lograron detener una fuga de agua altamente radioactiva al mar en otro reactor en el complejo de seis reactores.
"Es necesario inyectar el nitrógeno gaseoso en el recipiente de contención y eliminar el potencial para una explosión de hidrógeno", dijo un funcionario del operador de la planta.
La posibilidad de otra explosión de hidrógeno como las que afectaron a los reactores 1 y 3 al inicio de la crisis, enviando altos niveles de radiación al aire, era "muy baja", se indicó.
Pero Tepco sospechaba que la cubierta exterior del contenedor del reactor fue dañada, dijo el funcionario.
"Bajo estas condiciones, si seguimos enfriando los reactores con agua, la filtración de hidrógeno del recipiente del reactor al recipiente de contención podría acumularse y podría llegar a un punto en el que podría explotar", añadió.
Pese al avance en contener la filtración en la planta Fukushima Daiichi, los ingenieros necesitan verter 11,5 millones de litros de agua contaminada al océano por la falta de espacio de almacenamiento en la instalación. El agua marina fue usada para enfriar barras de combustible sobrecalentadas.
Corea del Sur y China están preocupados por la crisis nuclear y el vertido de agua radiactiva al mar. "Dimos instrucciones a los ministerios de Comercio y de Relaciones Exteriores para que trabajen mejor y para que provean explicaciones detalladas especialmente a países vecinos", dijo ayer el secretario jefe del gabinete japonés, Yukio Edano.
"La radiactividad es muy baja, y al diluirse en el mar, los niveles serán incluso menores a los límites legales", declaró Pradip Deb, catedrático de la Escuela de Ciencias Médicas del Royal Melbourne Institute of Technology University. l (Reuters)