El Vaticano planteó ayer la posibilidad de que el cónclave para elegir al próximo Papa comience antes del 15 de marzo, la fecha más próxima posible de acuerdo a las actuales normas que obligan a que pase un periodo de espera de entre 15 y 20 días desde el momento en que el papado queda vacante.
El portavoz del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo que las reglas del Vaticano sobre la sucesión papal están abiertas a interpretación y "éste es un aspecto en discusión entre la gente".
"Es posible que las autoridades de la iglesia puedan preparar una propuesta que sea examinada por los cardenales el primer día posterior a la vacante papal" para anticipar el inicio del cónclave, dijo Lombardi.
Explicó que la norma del compás de espera de entre 15 y 20 días está vigente para permitir la llegada a Roma de "todos aquellos (cardenales) ausentes" con el propósito de participar en el cónclave en las circunstancias ordinarias de reunirse tras la muerte de un Papa.
Pero en este caso, los cardenales saben de antemano que el actual pontificado termina el 28 de febrero con la renuncia del Papa Benedicto XVI y tienen bastante tiempo para llegar a Roma a fin de asistir al conclave, agregó.
La fecha del inicio del cónclave es importante porque la Semana Santa comienza el 24 de marzo, con la misa del Domingo de Ramos, y le sigue el Domingo de Pascua, el 31 de marzo.
A fin de tener nombrado un Papa a tiempo para este período de la mayor solemnidad litúrgica en el calendario de la iglesia, el futuro pontífice debería estar instalado para el domingo 17 de marzo.
Ante lo apretado de los tiempos, entre las diversas conjeturas figura la concertación de un tipo de acuerdo para adelantar el inicio del cónclave en lugar de seguir estrictamente lo dispuesto por las leyes eclesiásticas.
Las interrogantes sobre el comienzo del cónclave están en el aire desde que Benedicto XVI anunció el 11 de febrero su retiro, con lo cual se convierte en el primer pontífice en 600 años que deja el cargo antes de su muerte.
La decisión del Papa suscitó numerosas preguntas sobre la manera como procederá el Vaticano, debido a que los trámites internos ante la llamada "sede vacante", el período entre papados, no comenzará en esta ocasión con la muerte de un pontífice.
Estrategias y acuerdos. "En este momento no estamos preparados", dijo el cardenal Franc Rode, quien dirigió la oficina del Vaticano para ordenes religiosas y votará en el cónclave. "No hemos podido hacer predicciones, estrategias, planes, candidatos. Es muy temprano, pero a eso llegaremos. En dos o tres semanas las cosas estarán listas".
Lombardi también facilito más detalles sobre las últimas audiencias de Benedicto XVI y sus planes de retiro. Dijo que 35.000 personas han solicitado boletos para la última audiencia general que efectuará el Papa el 27 de febrero en la plaza de San Pedro.
Entretanto, un periodista alemán que ha publicado varias entrevistas largas con Benedicto a lo largo de los años indicó que el pontífice había prefigurado su retiro durante una conversación en agosto.
Peter Seewald dijo en un artículo para el semanario alemán Focus publicado el sábado que el Papa le había dicho que su fuerza estada disminuyendo y que no se podía esperar "mucho más" de él como pontífice.
"Soy un hombre viejo y se me está acabando la fuerza", dijo Benedicto, de acuerdo con Seewald. "Y pienso que lo que he hecho es suficiente".
Benedicto, no obstante, apareció en buena forma ayer para algunas de sus últimas audiencias. Se reunió con el presidente guatemalteco, con un grupo de obispos italianos visitantes y tuvo su audiencia de despedida con el primer ministro italiano Mario Monti.
"Lo vi en muy buenas condiciones, no parecía cansado, sino muy sonriente, animado, alegre, y muy claro en su decisión de haber renunciado", dijo el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina.
El cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán y uno de los favoritos para suceder a Benedicto, dijo que varios de los obispos visitantes notaron al final de su audiencia que fueron el último grupo de obispos en ser recibidos por el Papa. "Esa responsabilidad significa que ustedes se han convertido en una luz para todos", dijo Benedicto, de acuerdo con Scola.
Apenas haya dejado el cargo, Benedicto XVI pasará dos meses en el retiro veraniego papal en Castel Gandolfo, al sur de Roma, para que concluyan la remodelación en lo que será su casa de retiro, un monasterio readecuado al interior de los muros del Vaticano.
Esto significa que previsiblemente Benedicto XVI regresará al Vaticano, aunque ya no como Papa, a finales de abril o principios de mayo, indicó Lombardi.
A la pregunta de si es posible que Benedicto XVI se reúna con su sucesor y si participará en la misa de instalación del nuevo pontífice, Lombardi contestó que estos aspectos simplemente no están resueltos aún, como muchas otras interrogantes sobre el término del papado de Benedicto XVI.