Lucas Rebolini Manso, el hijo de los actores Antonio Grimau y Leonor Manso que
murió el 10 de febrero último, había escapado del hospital Fernández de Capital Federal cuatro días
antes de su fallecimiento, tras haber ingresado en el centro asistencial por una intoxicación aguda
con estupefacientes, confirmaron ayer fuentes médicas.
En ese sentido, los voceros ratificaron que el muchacho, de 36 años, estuvo una
hora y media fuera del establecimiento sanitario tras su huida, apenas 15 minutos después de ser
ingresado allí por primera vez.
"Exactamente", respondió al ser consultada al respecto la subdirectora del
hospital, la médica Angela Martín, para sostener luego que el hombre reingresó en el centro
asistencial poco después.
La profesional relató que, "cuando el paciente se fuga, se pide el concurso de
la policía para poder ubicarlo, contenerlo y traerlo", y añadió que, "en la psicosis tóxica, uno no
tiene posibilidades de diálogo, de convencimiento ni de intercambio".
En ese sentido, argumentó que un hombre con ese cuadro "tiene una fuerza
exacerbada y, para poder detenerlo, prácticamente hay que «tacklearlo». Para poder contener un
paciente de estas características, es necesario invertir un monto de energía provisto por los menos
por cinco hombres grandes, llevarlo al plano horizontal y, a partir de allí, empezar a medicarlo",
reiteró. "Tanto es así que el tratamiento que se le da cuando reingresa es una anestesia general y
se lo conecta a un respirador". La subdirectora pareció justificar el maltrato que habría recibido
el joven de parte de la policía, según un testigo citado por la revista Veintitrés.
Por su parte, el director del Sistema de Atención Médica de Emergencia (Same),
Alberto Crescenti, precisó que el hijo de Antonio Grimau y Leonor Manso fue asistido en primera
instancia el 6 de febrero en Anchorena 1338, barrio porteño de Palermo, por médicos que arribaron
al lugar en una ambulancia “a la 0.28” de la madrugada.
Crescenti detalló que el Comando Radioeléctrico de la Policía Federal había
pedido “a la 0.17” auxilio “para vía pública para un paciente con dolor
toráxico”, quien fue trasladado luego al hospital Fernández. Precisó luego que, para el mismo
paciente, la fuerza de seguridad volvió a solicitar el servicio del Same a la 1.41, en este caso
frente a un cuadro de “crisis nerviosa y excitación psicomotriz” del hombre, quien
había sido hallado desnudo en el cruce de las calles Castex y Salguero, en Palermo.
Rebolini Manso falleció el hospital Fernández el 10 de febrero a causa de una
neumopatía. El cadáver fue trasladado a las 48 horas a la Morgue Judicial, donde, luego de 32 días,
fue identificado.
Sin documentos. Por su parte, la subdirectora del hospital Fernández argumentó que el centro
asistencial no pudo reconocer al paciente porque “estaba transcurriendo una psicosis
tóxica” que le impedía “informar sus datos de filiación”, para sostener después
que el músico “carecía de documentación”.
La Policía Federal había defendido el proceso de reconocimiento del cadáver a través del
comisario Ricardo Raúl Pedace, director de Medios de la fuerza. Según Pedace, una de las
dificultades que se presentó fue que el cuerpo tenía deterioradas las “papilas
dactiloscópicas” porque Rebolini Manso era “guitarrista”.
Otro de los inconvenientes fue que Leonor Manso denunció a la policía el 3 de marzo que su hijo
había sido visto por última vez con vida el 22 de febrero, por lo que los primeros
“recorridos por morgues” se realizaron sobre “fallecimientos producidos
después” de esa fecha, señaló Pedace al periodismo. (DyN)