La Justicia rematará los bienes de la tienda Al Elegante, que tras 120 años de historia pidió su quiebra en 2021, argumentando una fuerte baja de actividad durante la pandemia. Por la operación, según calculó el síndico, se podrían recaudar unos $3 millones, que igualmente no alcanzarán para cubrir un pasivo superior a los $12 millones.
Inaugurada en 1901, la tradicional casa de indumentaria masculina funcionó siempre en Córdoba al 1.200, entre Mitre y Entre Ríos. Comandada desde siempre por la familia Adler, el negocio comenzó a registrar una caída a partir del año 2015, cuando -según describió el síndico en el informe general- se produjo una "disminución gradual y sostenida de las ventas por cuestiones de cambios de moda y de los usos y costumbres referentes al uso de ropa formal".
En 2019 se produjo el fallecimiento de Aaron Moises Adler, quien durante mucho tiempo había llevado las riendas del comercio. Un año después, la crisis provocada por la pandemia significó la estocada final. Según describió el presidente del directorio Julio Adler al pedir la quiebra en marzo de 2021, se había llegado a 2020 "con una empresa en estado crítico, sin reservas, sin posibilidad de obtener créditos". Sus dichos se verifican en los registros del Banco Central de la República Argentina (BCRA): el 19 de marzo -primer día de la cuarentena- la sociedad comenzó a acumular cheques sin fondos, que totalizaron 25 por un monto superior a $1,7 millones.
Hace exactamente un año, el juez Carlos Cadierno declaró oficialmente la quiebra, lo que motorizó el proceso de entrega de bienes a la Justicia, que permitan resguardar los posibles activos para responder a las deudas de la sociedad. A la fecha ya hay una martillera designada para el remate de los mismos, pero aún no se fijó fecha ni modalidad (subasta o licitación). De todas formas, según aportaron fuentes a La Capital, la operación se producirá, a más tardar, durante el tercer trimestre del 2022.
Según figura en el expediente, en el listado de bienes se incluyen tanto bienes de cambio (mercadería) como de uso. De los primeros, el síndico estimó un valor apróximado de $2,6 millones. De los segundos, en tanto, el cálculo asciende a unos $500.000. Por último, se informó que hay disponibles en Caja y Bancos poco menos de $800.000.
Con todo, el activo orilla los $4 millones, apenas un tercio del pasivo verificado y declarado admisible en la causa. Entre los damnificados por el default de la sociedad se destaca tanto la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) -con un crédito de $5 millones- como un conjunto de empleados, a los que se le quedó debiendo poco más de $4 millones.
Entre el listado de prendas que irán a remate se cuentan: 837 pantalones, 163 sweaters, 25 pares de zapatos, 235 sacos, 58 camperas, 318 ambos, 9 chalecos, 2 pilotos, 162 chombas, 161 remeras, 29 calzoncillos, 8 pijamas y 131 cinturones. En tanto, también participarán de la operación un conjunto de mostradores, escritorios, sillas, archiveros, computadoras y hasta un fax.
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Foto antigua de la calle Córdoba, donde puede verse con claridad la presencia de Al Elegante desde antes que fuera peatonal
Archivo La Capital
No solo la cuarentena
En la nota donde solicitó la quiebra, la empres presentó las principales causas del pedido, entre las que si bien destaca que la pandemia fue "un golpe de knock out", la crisis ya acumulaba varios años.
"Desde hace muchos años (Al Elegante) ha sido uno de los negocios de referencia en el sector (...) En los últimos años como consecuencia del cambio de moda y la forma de vestirse, la venta de ropa formal ha ido disminuyendo en forma progresiva (...) El estilo de ropa que vende fue quedando reducido a un pequeño sector, integrado fundamentalmente por personas de mayor edad y a determinados profesionales", describieron los abogados de la sociedad al presentar el pedido.
Según indicaron, la caída de las ventas se incrementó "drásticamente" a partir del 2015, "principalmente por el advenimiento del comercio electrónico, la apertura de las importaciones y la caída del salario real". Esta performance motivó a la firma a financiarse con altas tasas, lo que erosionó la rentabilidad. Un factor que contribuyó a la sostenibilidad del negocio fue que el inmenso inmueble en el que operaba -Córdoba 1240- es de propiedad de la familia.
Por estas semanas, justamente, los titulares del inmueble están solicitando al juez que les brinde la posibilidad de volver a utilizarlo plenamente, para poder alquilarlo. Así se lo hicieron saber en una nota ingresada al expediente a principios de abril, en donde informan que la familia le alquilaba el local a la sociedad "a un valor irrisorio", que llegó a ser de $60.500 en febrero de 2020.