Buenos Aires.- La Justicia porteña condenó a un hombre a seis meses de prisión en suspenso por amenazas de muerte a su mujer, en el marco de un caso inédito de violencia doméstica.
Buenos Aires.- La Justicia porteña condenó a un hombre a seis meses de prisión en suspenso por amenazas de muerte a su mujer, en el marco de un caso inédito de violencia doméstica.
Si bien no irá preso, en los próximos dos años el hombre no podrá tener ninguna clase de contacto con la víctima o sus familiares, y deberá asistir a un programa de autoayuda para sujetos violentos.
Según el fallo, la decisión fue tomada por la jueza de la Ciudad Natalia Molina, titular del juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº 8, quien valoró como prueba crucial el testimonio de la víctima.
Precisamente, la jueza señaló que el tipo de problemática impone un abordaje distinto “puesto que los hechos acontecen, en la mayor cantidad de casos, en forma privada”, y afirmó el contexto íntimo y privado no autoriza “a reputar como falso lo expuesto por la víctima ni tampoco a dudar de su ocurrencia”.
En ese marco, el fallo establece que debe ponderarse positivamente la iniciativa de la víctima de denunciar a su concubino, puesto que de esa manera “rompe un umbral invisible; en primer lugar de relación vincular con su agresor, y en segundo lugar de su vida privada, pues a través de un proceso penal, pasa a ser pública”.
A criterio de la jueza, la declaración testimonial de la víctima, única testigo presencial del hecho, fue contundente, coherente y guarda verosimilitud con los informes de las expertas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quienes concluyeron que la denunciante se encontraba en alto riesgo y que poseía un perfil característico de una víctima de violencia de género.
En virtud de estas pruebas, la magistrada consideró acreditada la imputación, el contexto de violencia doméstica, y dictó una condena a seis meses de cárcel en suspenso.
A partir de ahora, el condenado deberá cumplir ciertas reglas de conducta durante los próximos dos años: entre ellas, fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato, abstenerse de relacionarse y/o contactarse con la víctima y su grupo familiar por cualquier medio, circunstancia o lugar.
Además, deberá asistir al “Programa de hombres violentos -Grupo de Autoayuda para hombres violentos-” que se dicta en el Centro Integral de la Mujer “Arminda Aberastury”. (DyN)