Las calles de la capital china, Beijing, se quedaron ayer inusualmente vacías después de que alrededor de nueve millones de personas hayan abandonado la metrópolis para celebrar con sus familias el Año Nuevo chino, que comenzó a la medianoche.
Las calles de la capital china, Beijing, se quedaron ayer inusualmente vacías después de que alrededor de nueve millones de personas hayan abandonado la metrópolis para celebrar con sus familias el Año Nuevo chino, que comenzó a la medianoche.
El éxodo que acompaña al festejo más popular en China ha despejado sólo en parte el tradicional bullicio de la ciudad ya que el ruido de los estruendosos petardos que los ciudadanos tiran se hizo sentir poderosamente durante horas.
Con una temperatura nocturna de casi cinco grados bajo cero, el gobierno pidió a la gente que lanzara menos fuegos artificiales para ayudar a aliviar el smog y la contaminación.
Con más de 20 millones de residentes permanentes, alrededor de nueve han partido estos días en trenes, aviones o interminables viajes de autobús.
Los trabajadores migrantes en China a menudo sólo tienen un día de fiesta al año para visitar a sus ciudades de origen y entregar parte del dinero ahorrado a sus familias.
Al menos 5,5 millones de personas optaron por el tren para viajar a sus ciudades de origen, mientras los aeropuertos han registrado 2,7 millones de desplazamientos.
Las estaciones de autobús han vendido billetes a más de 700 mil personas, y se espera gran tránsito en las carreteras, ya que este año es el primero en el que los vehículos con siete asientos o menos están exentos de pagar peajes.
Uno de cada tres residentes de la capital son de fuera, por lo que los oriundos de Beijing disfrutan estos días de zonas despejadas y relajados viajes en metro o autobús.
La entrada del año de la serpiente se vive en China como la tradicional nochevieja occidental, con cenas familiares, mucha comida y las clásicas tracas de petardos, que suenan desde hace ya unos días.
La serpiente tiene una reputación mixta en China. Se la asocia con la sabiduría, belleza e inteligencia pero también con el orgullo y la ira.
Este año, además, el palmarés de invitados de los programas nocturnos de las cadenas estatales era más internacional que nunca. Anoche estaba actuando Celine Dion como estrella mayor y se esperaba al famoso surcoreano Psy (creador del Gangnam Style).
Los líderes chinos también se reunieron para celebrar el comienzo vacacional en una gran recepción ofrecida en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, a la que asistieron tanto los salientes mandatarios, el presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao, como sus sucesores, Xi Jinping y Li Keqiang, según imágenes publicadas ayer por la prensa oficial.
China despidió ayer el año del dragón para dar la bienvenida a la serpiente, menos poderosa pero "bendecida" por una casualidad: Xi Jinping, que presidirá el gigante asiático a partir de marzo, nació bajo el influjo del reptil.