La carrera de Arquitecto de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño festeja, este año, su cumpleaños número 90. En esta destacada trayectoria formó profesionales responsables con la sociedad y académicamente competentes a escala nacional e internacional. “Celebrar estos 90 años de vida, en el que además se cumplen también los dos años del actual equipo de conducción, es una oportunidad para destacar que nuestra Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño es identificada hoy, nacional e internacionalmente, como una de las mas antiguas y a la vez mas importantes instituciones públicas dedicada a la formación de arquitectos en la Argentina, y como un espacio de experimentación que la ha mantenido a la vanguardia del pensamiento local sobre la disciplina”, expresó la decana de la Facultad Isabel Martínez de San Vicente.
En el marco de los festejos, la Facultad organizó, durante este año, una serie de actividades, entre las que adquieren especial importancia el otorgamiento de una mención honorífica por su trayectoria académica profesional y social a destacados graduados de la casa de estudios, los arquitectos Pablo Benetti, Jorge Jáuregui y Mario Corea Aiello. También, una exposición, que se realizará en el Espacio Cultural Universitario (ECU), la Muestra Arte por Arquitectos, a realizarse en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC), que consiste en muestras de obras y de fotógrafos, y la publicación de un libro conmemorativo. Asimismo, la Facultad tendrá una activa participación, en conjunto con la Municipalidad de Rosario, el gobierno de la Provincia de Santa Fe y el Colegio de Arquitectos, de las actividades de la IX Bienal Iberoamericana de Arquitectura Y Urbanismo, cuya realización en el 2014 se hará en la ciudad de Rosario.
La Carrera de Arquitectura de la Universidad Nacional nació en junio de 1923, en el seno de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico Químicas y Naturales Aplicadas a la Industria de la entonces Universidad Nacional del Litoral. Luego, se transformó en Escuela de Arquitectura, y más tarde en Facultad, siendo hasta 1957 la primera y la única estatal existente en todo el litoral y el nordeste del país. Entre los primeros docentes de la nueva Carrera se cuentan a prestigiosos de la talla de Ángel Guido, Juan Durand, Víctor Dellarole y Manuel Ocampo; en 1926 se agregan Ermete de Lorenzi y José Micheletti.
En todos estos años, el compromiso de aportar a la producción de conocimiento en estos campos, a la articulación de ese conocimiento con el medio socio-productivo, y al mejoramiento del nivel de la cultura difusa en el tejido social en relación a estos campos del saber, fueron los pilares sobre los cuales se edificó esta carrera. “Es en base a este contexto, que el Plan de Estudios persigue como finalidades las de asumir la formación del arquitecto entendiendo la práctica disciplinaria específica en tanto producción, transformación y materialización del hábitat humano, en un momento histórico determinado; avanzar en la producción de conocimientos culturales y técnico-científicos referidos a dicha práctica disciplinaria; asegurar una formación sólidamenpersigue como finalidades las de asumir la formación del arquitecto entendiendo la práctica disciplinaria específica en tanto producción, transformación y materialización del hábitat humano, en un momento histórico determinado; avanzar en la producción de conocimientos culturales y técnico-científicos referidos a dicha práctica disciplinaria; asegurar una formación sólidamente fundada en el conocimiento socio- cultural y científico-técnico, de modo que el profesional egresado adquiera un amplio bagaje instrumental que lo habilite para una activa preocupación por los problemas de su tiempo y por la búsqueda de soluciones eficaces para los mismos”, detalló la decana.
La característica de institución educativa pública favorece que todo el programa sea de acceso libre y gratuito. En referencia a esto, Martines de San Vicente puntualizó: “Esto nos permite llegar a un gran número de estudiantes y profesionales jóvenes, activos participantes en el debate sobre la arquitectura y la ciudad en nuestra región, estimulados por su pertenencia a una Facultad que trabaja dura e incesantemente para asegurar una formación que proporciona al profesional egresado un amplio bagaje teórico e instrumental, una activa preocupación por los problemas de su tiempo y por la búsqueda de soluciones eficaces para los mismos”.
La carrera de Arquitecto ha sido acreditada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y ante la entidad evaluadora de Facultades del Cono Sur, ARCUSUR. “Esto se logró gracias al esfuerzo de toda la comunidad académica, que se deben en gran medida, a que la carrera de Arquitectura de nuestra Facultad se caracteriza por la existencia de una generalizada convicción, tanto entre el cuerpo docente como entre los estudiantes, acerca de que las “miradas” o enfoques y los métodos- con que pueda encararse la formación del arquitecto son muy variados, y que ello constituye una riqueza cultural que debe, no sólo preservarse, sino estimularse y enriquecerse constantemente”, dijo Martínes de San Vicente.
“El proceso de acreditación y la experiencia adquirida nos han guiado en la construcción de un programa de gestión que intenta una visión estratégica, que pueda sostenerse en el tiempo. Ésta, a nuestro juicio, consiste en facilitar el mejor desarrollo posible de la misión central de la Institución, la de producir formación universitaria de calidad en el campo de la arquitectura y el diseño”, concluyó la decana.