En sus últimos informes, el Ceso y Mate advierten sobre el impacto del cepo al salario en la marcha de la economía
El equipo económico resetea periódicamente su programa económico.
Jugado a atar su suerte electoral al índice de precios que elabora el Indec, el gobierno refuerza sus anclas económicas aun a riesgo de profundizar la desaceleración de la actividad y llevar al límite la estrategia de endeudamiento. Frente a la necesidad de flexibilizar el régimen cambiario en abril, reforzó el cepo salarial como estrategia para limitar el efecto de la puja distributiva en los precios.
“La modificación del esquema cambiario llevado a cabo tras la firma del nuevo acuerdo con el FMI significó la aceptación de una mayor volatilidad en la cotización del dólar”, señala el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) en su último informe de coyuntura. Si bien hasta el momento la fluctuación del tipo de cambio no fue grande, “la potencial volatilidad es mucho mayor dado un esquema de bandas amplias, lo que podría llegar a volver a acelerar la inflación en el mediano plazo”.
Según los economistas de ese centro de estudios, el programa económico original basado en las cuatro anclas nominales, con predominancia de la cambiaria, “tuvo su primera falla cuando no logró perforar un piso inflacionario del 2,2% mensual en enero 2025”. Ya con el actual esquema de bandas, la mayor volatilidad potencial del tipo de cambio puede provocar que la inflación no continúe el proceso de desaceleración. Al momento, esto no se observa “debido a la relativa estabilidad cambiaria y la creciente apertura importadora, pero no deja de ser un problema del esquema de bandas para el mediano plazo”, aclaran desde el Ceso.
Quizás por ello, advierten, el gobierno “vuelve a reforzar el ancla salarial”, tal cual lo muestran las no homologaciones de acuerdos paritarios, los techos salariales y los repetidos aumentos por debajo de la inflación en el sector público.
El problema de este anclaje es el impacto del estancamiento de los salarios reales en el nivel de actividad. La caída desestacionalizada del 1,8% en Estimador Mensual de Actividad (Emae) de marzo fue la primera señal de alarma. “El sostenimiento de la actividad en un contexto de paritarias pisadas va a descansar en la evolución de los ingresos del sector informal y el nivel de endeudamiento de los hogares”, indicó el Ceso.
En ese sentido, señaló que “a pesar de su discurso monetarista, que explica la inflación como un fenómeno puramente monetario, el gobierno utiliza herramientas heterodoxas para combatir la inflación”. Antes lo hizo con la apreciación del tipo de cambio, y ahora con la intervención en las negociaciones paritarias.
Luego de la caída abrupta del primer semestre de 2024, el nivel de actividad se recuperó. Pero está en debate si podrá sostenerse la recuperación de la actividad con paritarias pisadas. En su último reporte mensual, el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate), subrayó que la economía volvió a caer luego de varios meses con signo positivo.
“La virtual estabilidad financiera y cambiaria no es suficiente para hacer marchar una economía con salarios recortados”, alertó.
El Mate puso en números el impacto del cepo salarial impuesto por el gobierno. “Desde que gobierna Milei cada trabajador registrado en el sector privado perdió, en promedio, más de $ 2 millones”, señaló. El salario en ese segmento está ocho puntos por detrás del nivel dejado por el gobierno anterior. En el sector público se derrumbó más, un 20%. Luego se estancó pero no recuperó nada de lo perdido. En términos acumulados, el centro de estudios calculó que “cada estatal perdió $ 6,5 millones” en la actual gestión de gobierno.
En términos agregados, la actual administración redujo el “costo salarial” de toda la economía en $ 54,9 billones. “El bolsillo de los asalariados perdió $ 37,2 billones, el Estado perdió $ 13,2 billones por aportes y contribuciones, las obras sociales perdieron $ 3,7 billones y los sindicatos, $ 824.000 millones.
Las jubilaciones, en promedio, perdieron el 28% de su poder de compra y cada jubilado dejó $ 3,4 millones. Quienes cobran la mínima perdieron el equivalente a casi 7 jubilaciones mensuales completas cada uno, destacó Mate
Esto se suma a la caída del mercado de trabajo. El centro de estudios apuntó que durante el gobierno de Milei se perdieron más de 230.000 empleos formales en el país. Los trabajadores de la construcción y los estatales encabezaron este proceso.
Todo este combo se refleja en el consumo. Los números del último informe confirman que las ventas de los supermercados siguen deprimidas. “Este resultado contrasta con las celebraciones oficialistas respecto a la bonanza económica que estaría atravesando el país y sus habitantes”, señaló. También ocurre “a pesar del fuerte incremento de los pagos con tarjeta de crédito”. Es decir que, para el equipo de economistas que coordina Sergio Arelovich, “el endeudamiento de las familias no alcanza a compensar la pérdida de capacidad de consumo que sufrieron por la caída de sus ingresos”.
La actividad también sufre las consecuencias del ajuste fiscal. En el primer cuatrimestre de 2025 el gasto real fue 27% menor al de los primeros cuatro meses de 2023. Respecto de una década atrás, el gasto es 38% inferior y la recaudación cayó 17%. El Estado lleva “ahorrados” $ 60,1 billones desde que comenzó el gobierno de Milei. “Las obras públicas y el recorte a los jubilados son los principales componentes” del recorte.
Mientras tanto, el gobierno “busca dólares con desesperación para ganar algo más de tiempo” cambiario. Es que “la economía sólo pudo acumular reservas a través del endeudamiento público (u$s 4.477 millones neto desde diciembre de 2023 a abril de 2025) y privado (u$s 6.143 millones neto) y del blanqueo de dólares no declarados”, subrayó Mate, y concluyó: “Sin esas fuentes, los dólares generados por el comercio exterior se habrían perdido en su totalidad”.