"El dengue llegó para quedarse", es la frase que repiten sin dudar los especialistas en esta enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Rosario atravesó el año pasado la peor epidemia que se recuerde, aunque hubo otras temporadas difíciles. Este año arrancó mucho mejor de lo esperado, por múltiples factores, sin embargo los casos empezaron a aumentar en las últimas dos semanas y hay un número considerable de internados, la mayoría por precaución. ¿Por qué el dengue a veces se complica y pone en riesgo la vida? ¿Cuáles son las medidas que hay que tomar para evitar que la situación empeore? ¿Quiénes son los más expuestos?
La Capital habló con la epidemióloga e infectóloga María Fernanda Ferrer, jefa de Infectología del Hospital Privado de Rosario (HPR) quien detalló todos los aspectos relevantes que hay que tener en cuenta en relación a esta virosis.
La mayoría de la gente a la que le confirman el diagnóstico teme que su cuadro se complique. Todos hemos oído hablar de dengue hemorrágico y ese aparece como el mayor "fantasma", sin embargo, hay otros síntomas y afectaciones orgánicas que pueden ser causadas por un dengue grave sin ser hemorrágico. De allí que haya que estar atentos a distintas señales y consular siempre a tiempo, explicó la especialista.
Ferrer se refirió a la experiencia que el personal de salud adquirió en los últimos años y mencionó que es muy importante a la hora de "captar" a aquellos pacientes que pueden tener complicaciones por dengue. Aunque nadie está "exento" de un cuadro más severo, hay poblaciones a las que hay que "mirar con mucha más atención".
El año pasado los casos se multiplicaron por miles en los primeros meses del año (en rigor arrancó fuerte a fines de 2023), con varios picos hasta llegar a casi 20 mil notificados en el primer trimestre. Esta temporada el total de pacientes reportados oficialmente es de casi 2 mil, entre los confirmados por laboratorio y por nexo. A esto hay que sumarle que la mayoría de las personas que tienen dengue son asintomáticas pero pueden transmitir la enfermedad si las pica un mosquito Aedes aegypti. La situación no es tan compleja como hace un año pero no deja de ser relevante.
La evolución de la enfermedad
El dengue tiene un período de incubación de 4 a 10 días, una vez que una persona fue picada con el mosquito infectado. Fiebre que no baja, dolor de cabeza, dolores musculares, en los ojos, náuseas, vómitos, malestar general, se anotan entre los síntomas más comunes en el comienzo del proceso infeccioso. La erupción cutánea no aparece en el comienzo y es más propia del final de la virosis, pero es un momento para elevar la atención.
"Es fundamental que todo el personal de salud ponga el foco en las pautas de alarma, en los signos y síntomas que tienen los pacientes que pueden indicar que el dengue se va a complicar. Si actuamos correctamente podemos intentar evitar el dengue grave", señaló Ferrer.
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Hemorragia y otros signos
"Pueden aparecer manifestaciones como hemorragias en las encías, heces con sangre, orina con sangre pero en ocasiones el caso puede ser un dengue grave sin hemorragia, ¿cuándo? si hay compromiso específico del cerebro, del hígado o una marcada hipotensión (baja de la presión). Estos son cuadros severos y también los llamamos dengue grave", destacó la infectóloga.
"Uno de los datos que siempre consideramos es que el paciente no se hidrate. Si no tolera líquidos esa es una señal de alarma importante y es necesario observar de cerca, probablemente en una internación (de algunas horas o días, dependiendo del cuadro general, edad de la persona y otros factores).
"Es cierto que cualquier paciente puede hacer un dengue grave porque depende de muchos factores: del estado general del individuo, si tiene enfermedades previas, del serotipo de dengue que circula, si ya tuvo dengue antes con otro serotipo, entre otros aspectos", puntualizó la médica del HPR.
Pero sin dudas hay una población "a la que debemos mirar más de cerca". ¿Quiénes son? Las embarazadas, las puérperas, los niños menores de un año, los mayores de 70 años, personas con enfermedades crónicas: obesidad, hipertensión, diabetes y también quienes están inmunosuprimidos: trasplantados, personas en tratamiento oncológicos, con enfermedades reumáticas".
"Los jóvenes sanos, por ejemplo, no están en esa población de riesgo pero si no toleran el líquido o tienen mucho dolor abdominal debemos seguirlos de manera estricta", explicó la profesional.
"A la persona que tiene dengue hay que controlarla siempre. Será más riguroso ese seguimiento, cada 48 horas por ejemplo, si la manifiesta algún síntoma de mayor alarma o tiene factores de riesgo. Lo que hemos aprendido en este tiempo es que si internamos a alguien con sospecha de que el dengue puede complicarse podemos evitar un deceso por esa causa", expresó.
Otros signos no tan conocidos
A las pautas de alarma ya mencionadas, Ferrer suma otras, no tan conocidas por la población general: "Si el paciente está en su domicilio y tiene mucha ansiedad o excitación o si por el contrario duerme mucho, es necesario volver a llamar al médico".
"No tenemos que esperar que el paciente sangre o tenga un gran dolor abdominal para internarlo", dijo.
A las embarazadas, en tanto, "les recomendamos que consulten con su obstetra y tengan un seguimiento clínico de por lo menos cada días aunque estén estables en el curso de la virosis".