Mientras la sociedad se sorprende con el avance de la inteligencia artificial y la tecnología cada vez está más presente en la cotidianidad, emerge una necesidad de generar nuevos vínculos a la vieja usanza: cara a cara. Los rosarinos no quedan exentos y se arriesgan a participar de eventos presenciales, a pesar de encontrarse con desconocidos.
A Rosario llegan dos propuestas que invitan a formar vínculos como en los viejos tiempos, donde el carisma y la oratoria formaban parte de un arma social perfecta. “Vinitos y amigos” y “BelenCita Club de Encuentro” se desarrollarán por primera vez en la ciudad en mayo. El primero apuesta por entrelazar personas sin un objetivo vincular predeterminado y el segundo es exclusivo para solteros, debido a que la organizadora quiere a los presentes con disposición para vincularse.
Los jóvenes, y no tanto, vuelven a retomar una práctica que se fue perdiendo poco a poco con las generaciones millennials en adelante. Organizarse con amigos en el barrio o club, prepararse y salir a la noche rosarina se cambió por el intercambio de mensajes: “Sábado. Previa en lo de Mati”, “Estoy”, “No puedo”, “Voy”, “Caigo más tarde”, emoji de pulgar para abajo. Mensajes escuetos, que muchas veces dejan de lado cualquier debate o intercambio. Ni hablar de buscar pareja.
Tinder, como la gran exponente de las aplicaciones, pero también Instagram y algunas alternativas se pueden encontrar en los teléfonos de la mayoría de los jóvenes y adultos. El dispositivo permite controlar lo que se ve y analizar previamente. “Me gusta”, “No me gusta”. En esa dualidad recaen los usuarios y se genera una salvaguarda para anticiparse al “otro”, a lo distinto.
Como vuelta de tuerca fallada, las citas y los vínculos parecerían volver a sus orígenes y la adrenalina de presentarse, medirse y conocer a otra persona se evidenciarán ahora en dos eventos que llegan a Rosario.
Un espacio para todo
Victoria Acosta acumuló una lista de reuniones y citas frustradas derivadas de conversaciones previas en redes sociales. Encuentros tensos, largos viajes para encontrarse con desconocidos, exponerse ante esa otra persona o forzar un ida y vuelta seductor se tornaba incómodo a la hora de compartir una mesa. Como empresaria gastronómica de la Ciudad de Buenos Aires propuso invitar a todas las personas que se sentían interpeladas por estas formas de vincularse. En el medio se sumó Tomás Gil, ingeniero en sistemas, quien estudió varias pruebas de personalidad y armó un emparejamiento para los invitados.
Fue en mayo de 2024 cuando comenzó con este espacio llamado “Vinitos y amigos”, donde mesones de seis personas cada uno se completan entre hombres y mujeres que van en busca de nuevas amistades u oportunidades para el amor. Los asistentes se inscriben, llenan un formulario y luego Gil se encarga de ordenar las mesas. Por su parte, Acosta se encarga de la gastronomía y la interacción mesa adentro o intermesas.
Con eventos en todo el país, el 17 de mayo arribarán a Rosario con entradas agotadas en el bar “Merecido”, de San Luis 2644, que ofrece espacio para unas 50 personas. “Tenemos mucha audiencia en Buenos Aires que viene de Rosario y nos pidió que hagamos la actividad allá, dijo desde Capital Federal. Abrimos una votación para que la gente elija Rosario o Córdoba y ganó Rosario. Tenemos ganas de ampliar la experiencia y vamos a responder a una necesidad que nos plantearon nuestros seguidores”, dijo Acosta a La Capital y adelantó que ya piensa en una segunda fecha por la alta demanda. Según las estadísticas que confecciona Gil, un 20% de los asistentes a “Vinitos y amigos”, regresa al evento asiduamente.
La propuesta de Acosta y Gil tiene entre sus logros formar parejas, pero también grupos de amigos. Fomenta “los vínculos 360”, una búsqueda más allá de ligar personas: “Mucha gente se da cuenta de que su círculo de amigos está en otra sintonía y busca compartir una copa de vino, una cena y momentos”, agregó Acosta.
Disponibilidad para el encuentro
En 2022 “BelenCita” nació en Mar del Plata luego de un trabajo exhaustivo de María Belén Bona, creadora de este espacio de citas “a ciegas” y guiadas. Primero fueron eventos creativos diseñados bajo un método para que las personas se vincularan mediante consignas o juegos ingeniosos. “La idea es salir de lo convencional. No empezar a presentarse por el lugar de trabajo o la familia, sino investigar otros aspectos”, apuntó Bona a este diario.
Los eventos se fueron perfeccionando y hasta ajustando por edades. A Rosario llegarán por primera vez, y luego de un intento fallido en 2024, el próximo 23 de mayo con un acontecimiento para mayores de 30 años (y hasta 50) donde los cupos para mujeres están “sold out”, quedando bacantes solo para varones.
Bona propone que mediante una serie de pasos personas solteras terminen conformando grupalidad. La condición de soltería no es azarosa o capricho de los organizadores. “Es un espacio con predisposición amorosa porque quiero que tengan disponibilidad por si se se gustan”, aclaró la organizadora. De todas formas, expuso, se encontró con grupos conformados a partir de asistir a “BelenCitas”.
Bona comenzó su etapa profesional en el mundo de la salud mental y define a sus encuentros como “ir tocando vidas ajenas”. Con su experiencia ve cómo los participantes llegan con un objetivo, pero encuentran detrás de ello algo mucho más profundo. “Generé un lugar de entretenimiento con espacio terapéutico. Los lazos que se forman movilizan un montón de cosas en una sociedad tan vinculada con superficialidades”, analizó Bona.
La creadora de “BeleCitas” reconoció la necesidad de los concurrentes de “volver a lo básico” alejándose de la virtualidad, de los filtros de las redes sociales o de los propios prejuicios.