El informe presentado por la Agencia de Prevención de Consumos de Drogas (Aprecod), del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe, reveló una serie de datos para ser pensados en clave de género. Por un lado, la mayoría de las consultas fueron de mujeres para varones —ya sea hijos, hermanos o parejas— y también el incremento significativo, confirmado por quienes trabajan en el territorio, de mujeres que atraviesan situaciones de consumo problemático.
"Son muchas más las mujeres que consultan que los varones, pero que consultan para los varones. El 75% de las consultas son hechas por mujeres, pero el 75% de las atenciones son para varones", resumió Ignacio Canabal, psicólogo y coordinador del dispositivo territorial comunitario del Centro de Atención Inmediata (CAI), en diálogo con "Carlito y Monumento", el programa matutino de Brindis TV.
El especialista, que trabaja en zona sudoeste de la ciudad, una de las más atravesadas por el consumo de drogas y el narcotráfico, consideró también que las mujeres que consumen sustancias psicoactivas siguen siendo un sector invisibilizado. "Hay menos lugares de atención, menos personas que las atiendan y casi son inexistentes los lugares para mujeres con hijos que atiendan estos problemas de consumo", agregó.
"Hay un faltante muy grande de dispositivos de internación y ambulatorios exclusivos para mujeres y con perspectiva de género. Es algo a trabajar y para sumar en la situación actual de las problemáticas. Muchas veces son estas mismas mujeres las que no pueden hacer tratamientos porque están al cuidado de niños", señaló.
Consumo y violencia de género
Otra de las problemáticas que atraviesa el consumo problemático es la violencia de género. Son muchas las situaciones en que las mujeres "se tiene que quedar en lugares que quizás no elegirían porque no tienen los recursos económicos para salir de estas situaciones". "Los acompañamientos en la atención y adicciones a mujeres no solamente tienen que estar centrado en la sustancia, sino que también muchas veces en generar apoyos económicos o apoyos sociales para poder sostener ese tratamiento", argumentó.
El psicólogo recordó el incremento en el consumo de la cocaína fumada y sostuvo que "muchas veces las mujeres recurren al trabajo sexual para facilitar el intercambio de sustancias con las personas que trabajan en esos búnkeres y regentean las sustancias". "Es fundamental trabajar esta problemática y generar dispositivos específicos para trabajar con ellas en estos territorios", concluyó.
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Canabal también mencionó que en Rosario se observa un crecimiento de la ludopatía en este sector de la sociedad. "Muchas mujeres de bajos recursos, por ejemplo, no van al casino, sino que utilizan sus celulares para jugar", ejemplificó. Según detalló, no solían tener casos de este tipo de adicción y cada vez son más las intervenciones que deben realizar.
CAI, donde trabaja Canabal, es un dispositivo territorial que depende de la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod), en articulación con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) y la Municipalidad de Rosario, para brindar información, orientación y acompañamiento para la persona con consumos problemáticos, un familiar o alguien de su entorno.
Las mujeres piden más ayuda para otros que para sí mismas
Casi 8 de cada 10 consultas sobre consumo problemático de las relevadas por Aprecod son de mujeres que se comunican para pedir ayuda para sus familiares u otras personas. Paradójicamente, las mujeres con hijos son las que tienen mayores dificultades de acceso o adherencia al tratamiento cuando son ellas las que atraviesan el problema.
Para Florencia Rovetto, titular del Área de Género y Sexualidades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) esto implica "la puesta en evidencia y agudización de las dificultades de amplios sectores de la población para cuidarse, cuidar o ser cuidados".
"Son las mujeres las que cuidan y cuidan siempre a los varones en todas las edades y frente a todas las circunstancias. En este caso, son las madres, esposas, compañeras, hermanas, que ante una situación de consumo problemático y falta de cuidados integrales se ven en la necesidad de pedir ayuda", explicó a este diario.
Al respecto, aseguró que esto también se puede observar si se concibe al consumo problemático en su estado más crítico como un problema de salud. "En general los varones no atienden su salud, acuden al sistema sanitario en situaciones muy extremas cuando lo hacen de forma autónoma. No suelen tener incorporados el cuidado del cuerpo y de la salud mental", planteó.
Por último, mencionó otro dato que merece ser analizado con perspectiva de género: quienes suelen ocupar estos espacios en el Programa Acompañarte, 0800, CAI, atenciones ambulatorias e internaciones, fundamentalmente en los equipos interdisciplinarios, son mujeres. "Las mujeres también cuidan profesionalmente y en puestos que no suelen estar bien pagos. Muchas de ellas se forman para cuidar y le dedican su carrera a esto", observó.
"En una sociedad donde el consumo de todo lo que se pueda está tan exacerbado, el consumo de sustancias es un elemento más y está totalmente naturalizado", concluyó la especialista.
Radiografía del informe sobre consumo en Santa Fe
El encargado de Aprecod es el partido Una Nueva Oportunidad (UNO), espacio del pastor y diputado provincial Walter Ghione que integra Unidos. El gobernador Maximiliano Pullaro incorporó a la estructura de su gestión al sector de evangélicos y le dio la responsabilidad de abordar la prevención de drogas, una materia que ya conocen en el territorio, pero con escasa estructura y recursos. Por eso destacan el despliegue territorial y una inversión total de $10.000 millones el año pasado.
El informe, además, da cuenta que el mayor porcentaje de población afectada son hombres por el consumo de cocaína con el 48%, mientras que en mujeres es del 6.6%. Luego, marihuana (18.8% hombres, 1.9% mujeres) seguido de alcohol (13.3% hombres, 1.5% mujeres), psicofármacos (5.2% hombres, 1.3% mujeres); juego compulsivo (1.6% hombres, 1.3% mujeres); LSD (0.2% hombres, 0.1% mujeres) y éxtasis (0.2 % hombres, 0.1 % mujeres).
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
En cuanto al rango etario de las situaciones abordadas en 2024, se desprende el dato que la mayor cantidad de consumos problemáticos se da entre los 27 a 32 años con el 22%, de 33 a 38 años el 18%, mismo porcentaje para el rango de 21 a 26 años, de 15 a 21 años el 9%, de 45 a 57 años baja mucho el porcentaje y de 58 a 82 años el 12%.
La ingesta de cocaína se representa como el mayor consumo en todos los rangos etarios con un promedio cercano al 55%, pero con mayor porcentaje (60%) en el rango etario de 33 a 38 años, seguido por el alcohol y marihuana (17%) y psicofármacos (6%). En cuanto a la distribución de las situaciones abordadas, el departamento Rosario y Santa Fe se califican como rango "muy alto", mientras que Iriondo y San Lorenzo "alto" y el sur santafesino "medio".