Joe Biden es el virtual candidato de los demócratas a la presidencia: ya tiene los delegados que ganó en las primarias, ahora solo falta su confirmación en la convención partidaria. El ex vicepresidente de Barack Obama está forjando una bandera de "populismo liberal" para usarla contra el populismo de derecha del presidente Donald Trump en las elecciones de noviembre. En el vocabulario político de EEUU, "liberal" equivale a "progresista".╠
Biden se ha comprometido a que, si llega a la Casa Blanca, definirá su presidencia con una agenda económica más amplia que cualquier otra que los estadounidenses hayan visto desde la Gran Depresión y la movilización industrial para la Segunda Guerra Mundial. Su evocación al Nuevo Trato (New Deal) del presidente Franklin D. Roosevelt, que terminó con la Depresión y puso de pie al país, es explícita. Resta ver si Biden tiene la estatura del mayor presidente de EEUU en el siglo XX, y si el país tiene las energías y los recursos para afrontar un cambio similar.╠
En un taller de herrería a unos cuantos kilómetros de la que fue su casa de la infancia en Pensilvania, dijo que su plan contrarrestará siglos de racismo institucional. Dijo que su plan no sólo respondería a una recesión inducida ""r la pandemia, sino que abordaría siglos de racismo y desigualdades sistémicas con "una nueva economía estadounidense'' que cumpla "finalmente y plenamente las palabras y los valores consagrados en los documentos fundacionales de esta nación: que todos somos creados iguales''.╠
Fue una promesa sorprendente de parte de Biden, de 77 años, un político de carrera que ha sido más un negociador que un reformador visionario, pero dejó en claro su intención de probar el alcance del "populismo liberal" mientras trata de crear una coalición que pueda derrotar a Trump.╠
Trump y sus aliados republicanos sostienen que el posicionamiento de Biden, especialmente su trabajo continuo con los progresistas del ala izquierda demócrata, demuestra que es un rehén del sector "radical''. Por su parte, los militantes que respaldaron a Bernie Sanders o a Elizabeth Warren en las primarias demócratas, se sienten alentados, aunque cautelosos, sobre la capacidad de Biden de seguir adelante con la agenda de sus ex precandidatos, al tiempo que admitieron que sus planes sobre temas como el cambio climático y la justicia penal aún no cumplen con sus ideales.╠
El círculo íntimo de Biden insiste en que su enfoque para las elecciones es el mismo desde que fue elegido para el Senado en 1972: conocer el momento y adecuarse. ''Él siempre ha evolucionado'', dijo Ted Kaufman, el asesor con más años al servicio de Biden. "Lo que ha sido constante durante toda su carrera, casi 50 años, es que nunca promete cosas que no cree que pueda cumplir''.╠
Kaufman, quien sucedió a Biden en el Senado cuando su mentor ascendió a la vicepresidencia en 2009 con Obama, dijo que la identidad central de Biden no ha cambiado: "demócrata progresista'', amigable tanto con los trabajadores como con los empresarios, partidario constante de los derechos civiles, creyente en el gobierno (Estado) y en el sector privado. Lo que es diferente en 2020, agregó, son las circunstancias del país: una crisis de salud pública, desempleo cercano al nivel de la Depresión de los años 30, un reconocimiento nacional del racismo...y la oficina que Biden busca ocupar ahora, la principal de la Casa Blanca.