Las muertes por coronavirus en Estados Unidos superaron ayer la barrera de las 100 mil, sin llegar aún al pico de la pandemia a nivel nacional. La cifra precisa de 100.271 decesos (y 1.695.776 contagios) representa una cantidad hace poco impensable y que ahora parece ser apenas el comienzo de una era trágica. La sombría realidad surge en momentos en que una encuesta indica que apenas la mitad de los estadounidenses están dispuestos a ser vacunados contra la enfermedad si algún día se desarrolla.
El doctor Anthony Fauci, el máximo experto del país en enfermedades infecciosas, emitió una dura advertencia tras ver imágenes de multitudes celebrando un feriado nacional en una piscina en Missouri.
"Tenemos una situación en que uno ve multitudes, sin mascarillas, con la gente interactuando. Eso no es prudente e invita a una situación que podría descontrolarse", declaró Fauci a CNN. "No debemos ignorar las recomendaciones sanitarias porque ello es tentar la mala suerte, es buscar problemas", añadió.
De por sí el verano es una temporada donde la gente sale más. Este año también está la circunstancia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y con ello las convenciones de los dos grandes partidos, donde usualmente se congregan multitudes de militantes entusiastas.
Fauci estimó que es demasiado temprano como para decidir si las convenciones deberán realizarse de manera normal.
"Si realmente logramos una disminución significativa de la cantidad de casos y hospitalizaciones nuevas y estamos a un punto que es realmente bajo, se podrían realizar congregaciones hasta cierto punto'', expresó Fauci.
Otros expertos advirtieron que la cifra de muertes podría seguir aumentando.
Otra cuestión que cada vez preocupa más en EE.UU es que con el aumento dramático del desempleo, millones de personas han perdido su seguro médico y en gran parte no tienen recursos para contratar uno nuevo, aún con subsidios del Estado. Si las proyecciones para fin de mes se mantienen, más de 41 millones de personas van a haber pedido el seguro de desempleo en las últimas 10 semanas, una cifra que se distribuyó con niveles récords en casi todos los estados del país en abril, según el diario The Washington Post.
Trump ha declarado que la reactivación de la economía y la creación de puestos de trabajo es su prioridad; sin embargo, poco ha dicho sobre el efecto que el aumento del desempleo tuvo sobre la cobertura médica de los trabajadores.