Daiana T. tiene 24 años, es estudiante universitaria y el miércoles a la noche no era la primera vez que iba a La Chamuyera, el espacio cultural de Corrientes 1380. Pasada la medianoche, estaba en la vereda cuando una botella que alguien arrojó como un proyectil desde uno de los edificios linderos, le cayó en la cabeza provocándole un traumatismo de cráneo con fractura por hundimiento de los dos parietales. La joven, que ayer tras una cirugía seguía con pronóstico "reservado", no es la primera víctima —aunque sí la más grave— de un vecino del lugar que desde marzo viene arrojando objetos contundentes desde un edificio lindero.
Sin indicios de quién podría ser, el titular del espacio cultural, Juan Manuel Gatti, y los otros jóvenes que resultaron agredidos, dejaron asentadas las denuncias de cada uno de los casos, incluso cinco de ellas están registradas en el Ministerio Público de la Acusación, y también en el municipio.
"Esto se pudo evitar, pero ni la Justicia ni el Ejecutivo dieron alguna respuesta", planteó con indignación Ignacio Gorriz, integrante del Colectivo de Espacios Culturales de Rosario.
El relato de lo que pasó en La Chamuyera y de los testigos que estaban en el lugar circuló ayer junto a la indignación y la bronca por las redes sociales. "Entra Joaco: «¡Ambulancia, que alguien llame una ambulancia! ¡Tiraron una botella, le pegó en la cabeza!» Silencio, la música (que sonaba en volumen bajito y de fondo) se corta. La gente se levanta formando un semicírculo en torno a la puerta corrediza. El silencio es total. Varios sacamos los celulares, empezamos a llamar", escribió Mauricio P., en su muro de la red social Facebook.
Primero llegaron policías y más tarde, algunos testigos indicaron que la espera fue de 40 minutos, una ambulancia que trasladó a la joven al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Allí ingresó con "un traumatismo de cráneo con fractura por hundimiento de los dos parietales", según explicó el director, Néstor Marchetti, y horas más tarde debió ser sometida a una cirugía.
"Es un trauma cerebral muy importante y hay que ver cómo evoluciona en base a la operación", indicó el médico tras la intervención durante la tarde de ayer, y señaló que el estado "es muy crítico".
Denuncias. El titular del lugar recordó que las agresiones suceden desde marzo, y aseguró que hay ocho denuncias, tanto en la Justicia como en la Municipalidad.
"Ya hubo heridos. Una chica no caminó por una semana por el golpe de una botella, otra terminó con dos puntos en la cabeza por una baldosa y otro chico también con corte en la cabeza", enumeró Gatti, y señaló que tanto él como las víctimas hicieron las denuncias, pero "nunca" fueron convocados por la Justicia.
En todos los casos los objetos arrojados fueron potenciales armas letales. "Tiraron hasta una botella con agua congelada; el que arroja de esa altura algo así, quiere lastimar y hacer daño", insistió.
Incluso las denuncias también fueron hechas en las áreas de control de la Municipalidad.
El responsable del espacio cultural, que dice no tener un sospechoso, reclamó que "se investigue" y descartó de plano cualquier problema con los vecinos. "El lugar está insonorizado, y en la parte de adelante hay una biblioteca, un espacio de ajedrez y un sector para comer", señaló.
Desde el municipio confirmaron que "no hay denuncias de ruidos de los vecinos", e incluso desde la Secretaría de Control detallaron que "hubo tres inspecciones en el último mes y no se registraron faltas ni música fuera del horario".
Investigación. Voceros del Ministerio Público de la Acusación detallaron que había cinco denuncias previas de diferente entidad, pero aclararon que "ninguna de esta magnitud", y señalaron que "no todas las denuncias tenían elementos para iniciar una investigación".
Sobre el último hecho, indicaron que "el dueño del local amplió la denuncia y aportó más datos" a la causa, que está ahora a cargo de la Fiscalía de Imputados No Individualizados —Unidad NN—.