"Ernesto vivía en un clima de temor y temblor, no vivía como un hombre seguro... vivía sin esa postura que suele acompañar a los que se sentían poderosos", aseguró frente a una numerosa concurrencia, entre los que se encontraban, entre otros, el embajador español, Rafael Estrella, y la embajadora de cultura, Magdalena Failace.
Acompañada por el actor Ricardo Darín que leyó el tramo final de "Sobre héroes y tumbas", el titular de Red Solidaria, Juan Carr, y el economista Bernardo Kliksberg, Elvira eligió contar anécdotas personales para retratar la figura del creador de "El túnel", con quien compartió tres décadas de convivencia, hasta su muerte, el pasado 30 de abril.
"Mis hijos me pidieron que esta vez sea sin lágrimas, así que voy a intentarlo", dijo Elvira poco antes de comenzar su alocución en la casona porteña de Thames 1717, convertida en fundación tras la crisis de 2001, donde hoy se llevan adelante numerosos programas de inclusión social, sobre todo con mujeres del Bajo Flores.
Si bien conocía al escritor desde sus 19 años, fue mucho después, ya recibida de socióloga y con cuatro hijos, que se hizo cercana al escritor, a comienzo del 80, "y fue entonces que comencé a compartir su desasosiego creador, su angustia, sus sentimientos de culpa que abarcaban al mundo", sostuvo.
Acto seguido agregó: "Doy fe de su extrema sensibilidad, de su irrenunciable preocupación por el estado del mundo, de su horror por la desacralización de la vida, su piedad por quienes han fracasado o han soportado la vida en soledad y su inmenso coraje para disentir".
Sábato "creía que en el corazón de todo hombre se libraba una batalla entre el bien y el mal -continuó-. Esto no era un tema de conversación... estaba en su alma y así el estado del mundo no era algo para teorizar sino que era una tragedia para hacerse cargo", señaló en un tramo de la extensa exposición en la que, finalmente, no pudo contener las lágrimas.
"Esto lo hemos programado en pocas semanas con el dolor que significa la pérdida de Ernesto, al principio me costaba imaginar que íbamos a un festejo, pero he juntado fuerzas con la ayuda de muchos de los que aquí están, y aquí estamos".
Darín, por su parte, dijo sentirse "profundamente honrado" por la invitación, a raíz del "respeto" y la "admiración" que le despierta, sobre todo, el "Sabato ciudadano". "No me interesa analizar al escritor, no tengo el calibre necesario, además de que a esta altura sería una redundancia", postuló.
"A mí lo que más me conmueve, personalmente por la cuestión generacional, lo que me impulsaba a admirarlo, quererlo y respetarlo es su actitud como ciudadano, su compromiso", aseveró.
Sabato "pertenece a esa legión de tipos que son un ejemplo. Como suelen decir algunos viejos, una legión en extinción", aseveró el actor en referencia, entre muchas otras cuestiones, a su trabajo en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.
"A pesar de que no es mi fuerte y Sabato era un excelente lector, yo lo escuché; lo importante no es la calidad sino la intención. Lo haré lo mejor posible y con mucho gusto", subrayó antes de formar parte del acto.
En tanto que Kliksberg, reconocido por haberle puesto un rostro a la economía con el libro "Primero la gente" que escribió junto al hindú Nobel de Economía Amartya Sen, señaló al antiguo edificio palermitano como el lugar indicado para homenajear a Sabato, "porque todos los días, con un trabajo silencioso aquí se practica la inclusión social".
Lejos de homenajear, Kliksberg prefirió "agradecer al Sabato pensador, al militante, en el más amplio sentido de la palabra, el comprometido con su mundo y su tiempo, y al hombre sensible".
"Ernesto nos reintegraba la capacidad de pensar... como Kant sostenía que no hay que enseñarle filosofía a la gente sino a filosofar", aseveró el economista que además destacó la "valentía" del escritor como ciudadano y su pasión por alcanzar la belleza.
Un largo adiós. La debilidad del escritor se acentuó durante el pasado mes de marzo. Su cuadro se había complicado a raíz de problemas respiratorios y, finalmente, no superó una bronquitis. Así fue que el autor de las emblemáticos obras "El túnel" y "Sobre héroes y tumbas" falleció a los 99 años en su casa de la localidad de Santos Lugares, su lugar en el mundo.
Sabato, que en su juventud abandonó la ciencia para dedicarse a la literatura, trascendió las fronteras con su obra narrativa, que fue traducida al italiano, alemán, esloveno, griego, danés, noruego, ruso, inglés, francés, portugués, y hebreo, entre otros idiomas.
El escritor, también destacado físico, tenía como hobbie la pintura.
Escribió más de 20 ensayos (el último en 2004) y tres novelas que fueron impresas en 15 lenguas: "El túnel" (1948), que fue traducida al francés por recomendación del Nobel de literatura 1957 Albert Camus; "Sobre héroes y tumbas" (1961); y "Abaddón el exterminador" (1974).
"Nunca me he considerado un escritor profesional, de los que publican una novela al año. Por el contrario, a menudo, en la tarde quemaba lo que había escrito a la mañana", contó varias veces el autor que nació el 24 de junio de 1911 en la localidad bonaerense de Rojas.
Sin embargo, el notable y polémico ensayista no fue ajeno a duras críticas. Como en 1976 cuando, junto a Jorge Luis Borges, formó parte de un grupo de intelectuales que almorzó con Jorge Rafael Videla, que dos meses antes había encabezado el golpe militar que instaló en la Argentina la última dictadura (1976-1983).
Años después, el escritor cuestionó al régimen e incluso desafió la censura publicando extensos ensayos en los que criticaba a la dictadura. Y llegó a lograr el reconocimiento por su compromiso en la defensa por los derechos humanos.
Celebraciones
El Ministerio de Educación de la Nación convocó a una serie de homenajes al escritor Ernesto Sabato, al cumplirse hoy cien años de su nacimiento. El cierre de las celebraciones se realizará el próximo martes en la estación de lectura que lleva su nombre, ubicada dentro de la terminal de ómnibus de Retiro. Allí, a las 14.30 horas, autoridades entregarán una plaqueta recordatoria a Elvira González Fraga, amiga y asistente de Sabato durante los últimos 30 años. Ese mismo día, se realizará desde la mañana la experiencia del “libro perdido”, que consiste en la “pérdida” de ejemplares de la obra de Sabato por la terminal. A quienes lo devuelvan a la estación de lectura se les hará un regalo especial. También se repartirán ejemplares de “Informe para ciegos” entre los pasajeros.