Río de Janeiro celebró anoche la segunda jornada de desfile de “escolas do samba” con un brillo y un entusiasmo que ni la lluvia logró opacar, según mostró la televisión en vivo a todo Brasil y transmitió a decenas de países.
Río de Janeiro celebró anoche la segunda jornada de desfile de “escolas do samba” con un brillo y un entusiasmo que ni la lluvia logró opacar, según mostró la televisión en vivo a todo Brasil y transmitió a decenas de países.
La agrupación União da Ilha do Governador, cuya sede fue destruida por un incendio hace un mes, abrió el desfile en un sambódromo rebosante de visitantes extranjeros, con carrozas y disfraces poco lujosos en comparación con sus antecedentes.
União da Ilha, cuyo enredo (tema central) trató sobre la teoría de la evolución, inició su espectáculo con un actor representando al científico inglés Charles Darwin (1809-1882), de gruesas patillas y traje de época azul.
Una carroza gigante con forma de araña, simbolizando uno de los estudios de Darwin, y 3000 disfraces fueron destruidos por las llamas en febrero, y por ello la agrupación debió presentar un desfile modesto.
“Queremos demostrar nuestra capacidad de superación después del incendio” dijo el coreógrafo Roberto Lima. “Un fueguito no va a apagar nuestra alegría” comentó la reina de batería Bruna Bruno, enfundada en un disfraz de mariposa y botas con lentejuelas.
En segundo lugar desfiló Salgueiro que tuvo al cine como tema. Luego fue el turno de la escuela Mocidade Independente de Padre Miguel, con el tema “Parábola de los divinos sembradores”.
También esta madrugada recorrió la avenida Marqués de Sapucaí la agrupación Grande Rio, que perdió todos sus trajes y carros con el fuego y que, a fuerza de trabajo y solidaridad, logró llegar al espectáculo, aunque le impidió participar en el concurso oficial.
Grande Rio presentó un cuento sobre una isla encantada que representa a Florianópolis, capital del Estado de Santa Catarina, en el sur del país.
Esta agrupación recorrió un largo camino contrarreloj para llegar al Sambódromo a tiempo, que requirió el esfuerzo de sus integrantes y la solidaridad de otras escuelas de samba, que donaron telas, prestaron chasis de carros e incluso cedieron costureras.
“Debimos empezar de cero y rehacer en un mes el trabajo de todo un año. Sólo el entusiasmo de la gente por desfilar no se quemó”, dijo el escenógrafo Cae Rodrigues.
Porto da Pedra fue la siguiente escuela y presentó un homenaje a la actriz y directora brasileña Maria Clara Machado, con el tema “El sueño siempre viene para quien sueña”, creado por el carnavalesco Paulo Menezes.
Beija Flor, por último, rindió homenaje al popular cantautor brasileño Roberto Carlos, uno de los más queridos artistas de la historia de Brasil.
Roberto Carlos desfiló en el último de los carros de la agrupación celeste y blanca de la localidad de Nilópolis (norte de Rio) que este año cerró el desfile.
Los resultados del concurso de Carnaval se conocerán mañana, pero según los medios locales, el ganador estará entre Beija Flor y Unidos da Tijuca, campeona de 2010, que en la madrugada del lunes deslumbró con un espectáculo de música, magia y tecnología, dejando boquiabiertos a los espectadores que aplaudieron a rabiar.
Al margen del Sambódromo, las calles de Río continuaban siendo un hervidero de gente, que participa en las numerosas fiestas callejeras amenizadas por orquestas populares, en las que el único requisito para participar es tener ganas de divertirse.
Cerca de un millón de “foliões” (participantes amateurs del carnaval) recorrieron también anoche las calle de Rio de Janeiro junto al bloco carnavalesco callejero Afroreggae.
Miles de personas acompañaron y danzaron con los grupos “Corre atrás” y el recién creado “Samba, amor y pasión”, del jugador Ronaldinho Gaúcho. (Télam)