El escándalo protagonizado en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) por su titular, Claudio Morgado, y su segunda, María Rachid, derivó ayer en la renuncia de ambos funcionarios y en la designación de Pedro Mouratian como interventor por 180 días.
Así lo dispuso la presidenta, Cristina Fernández, a través del decreto 756 que fue refrendado por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y por el ministro de Justicia, Julio Alak, de quien depende el Inadi.
El secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, se comunicó temprano con Morgado para comunicarle que la presidenta consideraba que su salida y la de Rachid "era lo mejor para terminar con las tensiones" en el organismo, según reveló a DyN el propio actor.
Por su parte, Rachid anunció su dimisión al cargo a través de Twitter: "Renuncié al Inadi. Me acerqué a la política para luchar contra la discriminación y la desigualdad. No para esto", escribió.
La discusión se originó ayer porque Morgado había ordenado una investigación por presuntos malos tratos a empleados del Inadi por parte de funcionarios que pertenecían a Rachid, quien intentó desalojarlos de las oficinas, disputa que terminó en una comisaría por denuncia del primero.
"No me gusta este momento, me gustaría estar gestionando, pero hoy no tengo ni firma. Hace cinco meses que no tengo ni caja chica. Le pongo nafta con plata de mi bolsillo al auto oficial y me pago las comidas" durante el horario laboral, aseguró el ex conductor de TV poco antes de conocerse la dimisión de Rachid.
Calificó de “incomprensible” la situación generada, por lo que dijo que al conflicto “hay que resolverlo cuanto antes”, aunque enfatizó que su “compromiso es con el proyecto, con Néstor (Kirchner) y con Cristina”.
Desde algunos sectores del organismo se dijo que Rachid respondía directamente al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien en una oportunidad le cuestionó a Morgado no haber frenado el conflicto con la comunidad aborigen Qom de Formosa.
La mujer, quien fue una de las principales impulsoras para que se aprobara la ley de matrimonio igualitario, había asumido como vicepresidenta del Inadi el 29 de diciembre de 2010, un año después que Morgado.
Al ser consultado si Rachid respondía al jefe de Gabinete, el ahora ex titular del Inadi se limitó a responder: “Ella decía eso”.
Sobre su relación con el jefe de Gabinete, advirtió que “no hablaba mucho con él” y explicó que el Inadi “es un área del ministro de Justicia”. En ese orden, aseguró que Alak “está al tanto de lo que sucede” en el Instituto,
El actor y conductor de TV, quien antes de ser presidente del Inadi fue diputado oficialista por el Partido de la Concertación, formó parte entre 1991 y 1993 del elenco de “El agujerito sin fin” en Canal 13 junto a Julián Weich, se involucró en la política defendiendo férreamente el proyecto kirchnerista iniciado en 2003.
Perfil del interventor. Pedro Mouratian, designado interventor por 180 días “en virtud de las renuncias oportunamente presentadas” por su presidente y su vicepresidente, “a fin de normalizar el funcionamiento” del organismo, según dice el decreto, es actual coordinador de Políticas contra la Discriminación, había sido vicepresidente del Inadi durante cuatro años antes de pasar a la cartera de Justicia.
Se destacó en foros internacionales como experto argentino en la lucha contra la xenofobia y fue invitado en diciembre último por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, a participar, junto a 12 expertos internacionales, en la elaboración de una Guía Técnica sobre políticas antidiscriminatorias que deben seguir los estados parte.
Génesis de un largo conflicto
El directorio del Inadi tiene nueve miembros: el presidente, el vicepresidente, un representante de la Daia, otro de la Confederación de Entidades Argentino-Arabes (Fearab) y otro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh), y cuatro subsecretarios: un subsecretario de Culto de la Cancillería, una subsecretaria de Gestión Municipal del Ministerio del Interior, una subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa del Ministerio de Educación y otro de Protección de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia.
Rachid había conseguido que los cuatro subsecretarios votasen a su favor y así alcanzó la mayoría para, entre otras cosas, prácticamente sacarle la firma a Morgado. Tras una reunión de directorio en febrero, Rachid logró, ante escribano público, que se le otorgara “mandato a la vicepresidenta para realizar todas las tareas de gestión necesarias para llevar a la práctica las decisiones tomadas por el directorio”.
Con el directorio a su favor, Rachid logró que todos los programas y proyectos del Instituto debieran ser aprobados por el directorio que ella manejaba, y obtuvo la atribución de remover personal y reinstalar a funcionarios que habían sido echados por Morgado.
En estos últimos días, se levantó una polémica en torno al actual director de Políticas contra la Discriminación, Emiliano Ramírez, quien había sido desplazado por Morgado, para luego ser ascendido por Rachid.
Algunas versiones indicaban que anteayer Morgado quiso remover nuevamente a Ramírez, por lo que habría terminado a los gritos con la vice, que incluso habría llamado a la policía.
Desde el Inadi confirmaron que la policía estuvo en el edificio del organismo, pero desmintieron que fuera por peleas entre Morgado y Rachid y señalaron que Ramírez sigue en su cargo. Según esas fuentes, la policía acudió al lugar para retirar a un grupo de personas ajenas al Instituto.
Las críticas a Rachid también provienen del interior de la Federación LGTB. Es que los militantes del kirchnerismo gay, que tomaron un rol activo en la pelea por la ley de matrimonio igualitario, le reprochan que cuando tuvo que abandonar la titularidad de la federación para asumir en el Inadi, designó a dedo a un antikirchnerista como su reemplazante.
Resistida
La potestad de remover funcionarios le originó encontronazos a Rachid. Cuando echó al ex vice del Instituto y designado interventor, Pedro Mouratian, la funcionaria generó la bronca del secretario legal y técnico de la presidencia, Carlos Zannini, quien en menos de una semana ubicó a Mouratian en un organismo que está bajo la injerencia del ministro de Justicia, Julio Alak.