El Sapito Hernán Encina se convirtió en el punto más alto del triunfo de Rosario Central, no sólo porque fue el autor del tanto del triunfo auriazul después de siete años sin victorias sino porque se erigió en el conductor del equipo en los momentos más acuciantes del cotejo.
Encina apareció casi como centrodelantero a los 22' de la primera etapa, cuando la pelota le rebotó al Chino Luna y llegó hasta el vértice del a´rea. Por allí apareció el veterano Encina para empujarla al fondo y desatar el delirio canalla.
Después, en el segundo tiempo, cuando el partido se hizo más denso, sin tantas llegadas pero con mucho nervio, el volante tuvo el aplomo necesario para hacerse de la pelota y marcar los tiempos de su equipo.
En Central también fueron importantes Diego Lagos y Federico Carrizo. A partir de estas actuaciones de sus volantes -aunque Pachi jugó un poco más adelantado- Central consolidó una correcta administración y distribución de la pelota.
En Newell's la figura fue Maximiliano Rodríguez, quien no sólo marcó un gol en cinco partidos consecutivos sino que se convirtió en el jugador que más buscó quebrar a la defensa canalla cuando el resultado era adverso.
Junto a él se destacó Víctor Figueroa, quien estrelló un tiro en el palo que pudo haber significado la igualdad rojinegra, realizó un par de interesantes habilitaciones y buscó siempre.