La polémica por el traslado de un monumento de Cristóbal Colón revivió ayer, luego de que el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, desestimó las críticas del macrismo al traslado de la estatua y afirmó que el rechazo a la medida "es una acción mediática" y que "es parte de una acción contra el gobierno nacional".
El monumento se halla ubicado detrás de la Casa Rosada y se había planificado colocar en su lugar una escultura de Juana Azurduy. Esto desató la indignación de mucha gente y, a la vez, empezó un tironeo entre Nación y Ciudad.
Parrilli aseguró que las autoridades locales no tienen jurisdicción sobre ese monumento, donado a la Nación, y atribuyó las reacciones del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y de su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, "al deseo de oponerse a algo que estamos haciendo desde el gobierno nacional".
El secretario General de la Presidencia denunció, en declaraciones a radio Continental, que en este tema existió "una acción mediática por parte de los diarios Clarín y La Nación" que "lamentablemente, otros periodistas toman por cierta y que está teñida de una falta de verdad absoluta".
Obras descuidadas. El funcionario afirmó que al gobierno capitalino no le interesan los monumentos ni las esculturas de la ciudad "como puede verse en lo que ha hecho con la avenida 9 de Julio, recorriendo los monumentos, Las Nereidas y otras obras muy bellas que hay en la ciudad y que están absolutamente descuidadas".
"Hay otro monumento a Colón, en la Costanera Sur, dentro de la jurisdicción del gobierno porteño, que está totalmente abandonado, y otro —un gigantesco tótem de madera que había sido ubicado en Retiro—, donado por el gobierno de Canadá, que fue talado", enumeró.
Parrilli recordó que la estatua ubicada detrás de la Casa de Gobierno "es una donación que fue aceptada por una ley nacional en 1907" y "recién, hace dos días, la legislatura macrista dictó una ley que lo declaró bien integrante del patrimonio histórico de la Ciudad".
"Pasaron más de 100 años y nunca se preocuparon por ese monumento. Hace dos días lo declararon bien del patrimonio histórico local, hace tres días no lo era", subrayó y señaló que Rodríguez Larreta, que rechazó el traslado con duros argumentos, "sufre de incontinencia verbal".
El secretario recordó que la decisión de desmontar la figura de Cristóbal Colón fue tomada luego de comprobar el grave nivel de deterioro que registraba y el riesgo estructural que lo afecta, lo que hace necesario su desmontaje para su preservación patrimonial y estructural.
Parrilli relató también que el gobierno nacional aceptó un pedido de la comunidad italiana de Mar del Plata para trasladar el monumento a la plaza Colón de aquella ciudad y que con esa intención se dispuso realizar las tareas pertinentes para concretar ese propósito.
"Se afanan el Obelisco". La polémica en las redes sociales se calentó cuando Horacio Rodríguez Larreta escribió: "Si dejamos que esto pase, mañana nos afanan el Obelisco".
En tanto, el jefe de Gobierno porteño había tuiteado: "Si se quieren llevar el Monumento a Colón, me pregunto cuál será el próximo. ¿El de los Españoles, el Resero de Mataderos, la Flor?"
Por su parte, el defensor adjunto porteño, Gerardo Gómez Coronado, lamentó que "nadie le explique a la presidenta que se trata de una plaza pública y no de los jardines de la Casa de Gobierno".
Papelón en las redes sociales
A la polémica por el traslado del monumento se le agregó la intervención sobre el tema de la diputada Patricia Bullrich, quien indignada advirtió en Twitter: “Dónde querrán llevar el Teatro Colón?”. La legisladora, en una errónea interpretación, salió a criticar las intenciones de la Nación de mover al célebre teatro argentino.