La vicepresidenta Cristina Kirchner reapareció luego de la salida de Matías Kulfas del Ministerio de Producción y denunció un “festival de importaciones” haciendo referencia a que hay muy poco monitoreo sobre lo que hacen las empresas. "No es que no nos falten dólares, los dólares están afuera y ese es el problema que hoy tenemos", sostuvo. Y agregó: “Los grandes problemas de Argentina se resumen en la escasez de dólares y la economía bimonetaria”, agregó.
“En el ranking de países evasores Argentina ocupa el tercer puesto. En nuestro país la recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%. Los primeros son Guyana y Chad. Segundo está Malta. Y el tercero es Argentina junto a Comoras, a Zambia, a Paquistán y no me acuerdo a qué otro país más. Junto a este podio de países evasores tenemos otro podio: en los países con formación de activos en el exterior también somos terceros. Miren qué casualidad”, comenzó la ex presidenta.
Y continuó: “Hay festival de importaciones hace tiempo y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente: Banco Central, Ministerio de la Producción, AFIP y Aduanas. Esto tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo. ¿Por qué? Porque hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75% de las importaciones. Y el otro 25% de las importaciones lo explican 24.000 empresas”, dijo la vicepresidenta en una nueva crítica a la gestión de Alberto Fernández. Y redobló: “Estas cosas son usar las lapiceras. No hay que agarrarse de los pelos. No hay que agacharles la cabeza [a los empresarios]”.
“¿Quiénes han aparecido también en el mundo de las importaciones?”, se preguntó Cristina Kirchner, para responderse: “Los jueces y los fiscales. Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales, con amparos. Más de 6500 expedientes judiciales con amparos”.
Fue entonces que dirigió un dardo al vicepresidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, quien en una conferencia en Chile señaló que no hay recursos suficientes para sostener que detrás de cada necesidad existe un derecho. “Ven –dijo Cristina, mirando a Yasky, que minutos antes había recordado al juez de la Corte–, esos jueces no siguen la doctrina de Rosenkrantz: donde hay una necesidad de dólares, allí habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores. ¿Vieron? Si las necesidades son del pueblo, no hay derecho, ni Justicia. Si la necesidad es de los poderosos, hay jueces, fiscales, defensores, lo que haya”.
La vicepresidenta Cristina Kirchner participó de un plenario de delegados de la CTA de los Trabajadores en la ciudad bonaerense de Avellaneda, con motivo de la celebración del Día de la Bandera y lanzó un mensaje a las empresas alimenticias: "No es un problema de amores y odios, es un problema de plata".
Asimismo, aseguró: "Si vamos a hacer capitalismo, hagámoslo en serio: para todos y todas". Además, reivindicó la lectura de la historia para descifrar el futuro: "Desconfío de los que no les gusta mirar el pasado, será que no les gustan las cosas que hicieron en el pasado... Yo no tengo problemas con el pasado, con el mío y el del peronismo", dijo la vicepresidenta.
Además de la vicepresidenta, del encuentro participaron también el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; y el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, entre otros. La aparición de Cristina Kirchner se dio luego del acto por el centenario de YPF, donde estuvo junto al presidente Alberto Fernández.
Volvió luego con sus críticas a la gestión de Mauricio Macri. “Es importante saber que la inflación es producto de la evasión y el endeudamiento. Porque acá los dólares no se fabrican. La ultrainflación es producto del endeudamiento criminal del macrismo”, dijo la vicepresidenta. Y recordó el acuerdo que selló Cambiemos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el préstamo de 50.000 millones de dólares. Habló de “fuga” de dinero. “Cada vez que el país se endeuda en dólares, la economía bimonetaria hace saltar al país. Es necesario saberlo más allá de las diferencias que tengo con la gestión”, dijo, y reclamó que en Diputados [donde manda Sergio Massa] trate el proyecto que tiene media sanción del Senado sobre crear un fondo para “pagarle al FMI con dólares fugados”.
Luego se refirió a los piqueteros. “Son hijos de las políticas neoliberales de los 90. No nacieron con el populismo”, señaló, y pidió reducir la cantidad de planes sociales. “Con esta desocupación debería haber menos planes. El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de los planes, que no pueden seguir tercerizadas”, planteó en una crítica al Movimieno Evita, que administra miles de planes. “Eso no es peronismo. No es depender de un dirigente barrial para que me de el alta o la baja. Y sobre todo las mujeres, que son las más explotadas, las más basureadas. Si Evita los viera, mamita...”, se quejó.
“Pienso en la relación de fuerzas. Debemos apelar a nuestras mejores acciones y convicciones, como aquella, hace cinco años, cuando fundamos Unidad Ciudadana. Por eso hoy, somos gobierno. No nos olvidemos de dónde venimos. Ganar la elección para no cambiar nada, mejor quedarse en la casa”, cuestionó Cristina, en otro ataque subterráneo al Presidente. Así, cerró su discurso, que duró 71 minutos.