La nota decía “último aviso” y estaba abajo de una bala. La encontró en mayo pasado en la puerta de su casa un vecino del barrio Triángulo y Moderno en medio de una serie de amenazas extorsivas que estaba sufriendo su hijo, dueño de una cancha de fútbol 5. “Paganos cien mil dólares o si no vamos a matarte a vos, a tu mamá o a tu papá”, rezaba un mensaje que recibió en su celular antes de que atacaran el negocio a balazos el 23 de mayo. Al mes fue detenido un vecino de las víctimas que está en silla de ruedas como quien había orquestado las intimidaciones. Y la semana pasada fue apresado Jonatan Eric C., que tenía pedido de captura y estaba sospechado de asistir al otro imputado realizando el seguimiento a las víctimas.
Jonatan Eric C. fue detenido el jueves 31 de agosto luego de que el dueño de una casa de la pequeña localidad de San Fabián denunciara un robo cometido por ladrones que escaparon en un Fiat Cronos. El auto fue perseguido por policías hasta que a la altura del kilómetro 404 de la ruta 11 bajaron dos de los ocupantes. Uno era C., quien tenía pedido de captura en esta causa del fiscal rosarino Pablo Socca y además fue acusado de dos robos por el fiscal santafesino Raúl Nessier. Cuenta además con una condena a 4 años de prisión por intento de robo calificado cometido con un arma apta para el disparo. Una pena que dictó en un juicio abreviado el juez Hernán Postma el 14 de agosto de 2014.
El mismo magistrado dictó este miércoles la prisión preventiva por el plazo legal de dos años para C. El fiscal Socca lo imputó como coautor de un intento de extorsión agravada por el uso de arma de fuego. Una saga que comenzó el domingo 14 de mayo pasado cuando el dueño de un predio de fútbol 5 y otros emprendimientos del barrio Triángulo y Moderno comenzó a recibir mensajes extorsivos.
Aprietes
“Paganos cien mil dólares, si no vamos a matarte a vos, a tu mamá y a tu papá”, “sabemos por donde te movés” y “no vayas a denunciarnos en la yuta o te matamos”, le dijeron. Uno de los mensajes iba acompañado de fotos de sus familiares y de la canchita de fútbol 5.
La estrategia de desconocer los mensajes y bloquear el número de teléfono resultó en nuevos mensajes desde otro número: “Me volvés a bloquear y te mando a cagar a cuetes”. Seguido de “si no, te hago la más loca, ya sé en el auto en que anda tu viejo”. Dos días más tarde le dejaron un mensaje con una bala calibre 9 milímetros en la casa de su padre y la advertencia de “último aviso”.
Finalmente, el 23 de mayo el complejo de fútbol 5 fue atacado a balazos al filo de la medianoche. Del lugar se recolectaron al menos 17 vainas de tres calibres diferentes y gruesos. Según testigos, los atacantes fueron cuatro hombres sin cascos que se movían en dos motos de 110 centímetros cúbicos.
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En el siguiente paso, el extorsionador cometió un descuido que lo dejó al descubierto. El domingo 28 mayo les escribió a tres integrantes de la familia con el nombre de fantasía “Nelson Manolo”. “Si no querés que te cuetiemos más esa kanchita deposita 100U$S mil”, decía, textual, el mensaje. Iba acompañado por un número de CBU asociado a una cuenta de Mercado Libre cuyo titular era Kevin B.
Este joven de 24 años, vecino de las víctimas, estaba en silla de ruedas desde que el 27 de septiembre de 2021 recibió un tiro en la cabeza cuando estaba junto a un par de amigos en la vereda de un monoblock de Lejarza al 5600. Entre ellos Facundo Ariel Picerni, quien recibió un balazo en el cráneo que lo mató. Fue detenido a mediados de junio y quedó en prisión domiciliaria.
La investigación también detectó a partir del análisis de filmaciones que las víctimas habían sido seguidas, vigiladas y fotografiadas por los ocupantes de un Volkswagen Vento gris plata y vidrios polarizados cuyo titular registral, Ricardo Ariel C., fue detenido y luego liberado. El hombre contó que al auto lo había vendido su hijo tres semanas antes y luego se había ido a otra provincia.
Fue así que las sospechas recayeron sobre su hijo Jonatan, detenido la semana pasada, a quien ahora le reprocharon haberse ocupado de “haber organizado, planificado y ejecutado” una seguidilla de intimidaciones contra la víctima y su grupo familiar para que entregaran cien mil pesos. Según la imputación, las fotos extorsivas fueron tomadas el 13 de mayo por el detenido y otras personas que estaban en el VW Vento. Cuatro días después depositaron en la puerta del padre de la víctima el mensaje con una bala. Y el 19 de mayo hubo nuevas tareas de seguimiento atribuidas a Jonatan Eric C. y otras personas.