La Revisión Técnica Vehicular Obligatoria (RTO) es un trámite que se requiere para verificar que los vehículos que circulan por la vía pública están en buen estado. Pero sólo el 33 por ciento de los rosarinos lo hace. “El dato es preocupante si tenemos en cuenta que esto previene accidentes que pueden ser fatales”, advirtió el director ejecutivo de la Cámara de Centros de Inspección Vehicular (CCIV), Carlos López.
“Más allá de que se multe a los propietarios que no cuenten con la revisión al día, es importante destacar que es un peligro que los vehículos que circulan no se encuentren en buen estado”, expresó López.
En 2019 el porcentaje de titulares que revisó su vehículo fue del 33 por ciento y el año pasado peor aún a causa de la pandemia. Durante esos meses hubo varias prórrogas, pero todas terminaron. Sin embargo, no creció el número de vehículos que acudieron a la revisación.
“En diciembre del año pasado se notó un repunte porque la gente suele revisar los vehículos antes de irse de vacaciones, sin embargo tampoco fue muy alto porque no todo el mundo salió de viaje”, comentó.
“Nos preocupa la inseguridad”, manifestó López. quien contó que hace dos meses ocurrió un accidente en el que falleció un papá con su hija porque se le salió la rueda al auto, y luego se verificó que “el vehículo no contaba con ninguna revisación previa, algo sumamente peligroso”, alertó.
En Argentina fallecen entre 7 y 8 mil personas por año debido a accidentes viales, un número altísimo si se considera que en una guerra como fue la de Malvinas perdieron la vida 650 argentinos. “Esto es una verdadera pandemia”, consideró López.
Cuándo hacerla
Los vehículos nuevos necesitan la primera revisión a los tres años, y luego a los dos años, y otra vez a los dos años siguientes. Recién después de los 7 deben realizarse anualmente. El costo de cada revisión es de 2.800 pesos. “Apenas un cuarto de tanque de nafta para algunos vehículos”, manifestó el experto.
Lo deben realizar vehículos automotores, acoplados y semirremolques afectados a la carga y destinados a circular por la vía pública.
También los autos de uso particular, inscriptos registralmente en la provincia de Santa Fe, conforme las constancias de figuración en la Cédula de Identificación del Automotor (Tarjeta Verde) o Título de Propiedad Automotor, cuyo año modelo sea mayor a tres años.
Los vehículos afectados al transporte público de pasajeros, cualquiera sea su destino de servicio también deben pasar por la RTO, y todos aquellos que hayan sufrido un siniestro, consecuencia del cual pudieran haberse deteriorado elementos de seguridad, ya que la revisión pierde vigencia y debe realizarse nuevamente.
Los titulares de vehículos que hayan perdido o extraviado el Certificado de Revisión Técnica Obligatoria o que el parabrisas donde está colocada la oblea o la oblea misma se hayan deteriorado, deberán volver a hacerla.
Leer más: La provincia sumará 400 policías para Rosario, Santa Fe y la Agencia de Seguridad Vial
Los talleres
El control se puede hacer en cualquiera de los 28 centros de la provincia. En todos los lugares el costo es el mismo. Lo único necesario es que el vehículo esté radicado en la provincia de Santa Fe. Cabe destacar que este servicio depende de la Agencia de Seguridad Vial de la Provincia.
A raíz de la pandemia, se requiere sacar turno previamente, a través de la página web http://www.cciv.com.ar/ para no tener que esperar y evitar aglomeraciones. En Rosario existen dos lugares, uno en la avenida 25 de mayo 4704 (Circunvalación y Uriburu) y el otro en Francia 5873. También hay talleres en Roldán, San Lorenzo y Puerto San Martín entre otros.
Qué se controla
En la revisión técnica se controlan más de 300 puntos del vehículo, muchos de ellos son visuales y otros se realizan con máquinas específicas. Entre otras cuestiones se verifica el sistema de frenos, la dirección, la suspensión y el rodamiento del vehículo.
También se controlan las luces, el nivel de ruido, el silenciador y el sistema de escape.
Otro punto no menor es la emisión de contaminantes, gases de escape y pérdidas de fluidos. El estado general del vehículo y carrocería también se controla, y se revisa el parabrisas, la luneta y los cristales laterales, para que permitan una visión correcta y sin deformaciones.
En el diagnóstico del vehículo, que siempre lo firma un ingeniero, puede ser aprobado con “apto” o “condicional” si se encuentra alguna falla. En ese caso el dueño deberá llevar el auto a un taller mecánico y regresar para lograr el apto final.