La reunión que por estas horas mantiene el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, con los gobernadores de las provincias con distritos incluidos dentro de las zonas de alarma epidemiológica es lo más parecido a una pulseada: está en juego acatar la suspensión de las clases durante las próximas tres semanas. Allí está desde las 16 el gobernador Omar Perotti, pero también los mandatarios de Mendoza, Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). Analizan las estrategias que se desarrollarán en el marco de la virtualidad de los próximos días.
Según fuentes extraoficiales, el rafaelino intenta desde hace 24 horas negociar que la restricción de la presencia de los chicos en las escuelas en el Departamento Rosario y San Lorenzo no se extienda hasta el 21 de mayo próximo, tal como lo plantea el último decreto nacional para las zonas de alerta.
El gobernador intentaría que la medida rija por los primeros cinco días hábiles de mayo y que pueda ser revisada de acuerdo al escenario epidemiológico que tengan esos departamentos para finales de la semana próxima.
Sin embargo, técnicamente, el documento publicado en el Boletín Oficial de la Nación el 1º de mayo es determinante y deja pocas alternativas para evitar la suspensión de las actividades con docentes y chicos en las aulas.
Mientras tanto, al mismo tiempo que los mandatarios definían con el ministro de Educación, un grupo de padres volvió a reunirse y a exigirle al gobernador que las escuelas permanezcan abiertas. Con cacerolas y carteles incluidos lo hicieron esta tarde frente a la sede local de Gobernación.
Los distritos en alerta
Los distritos mencionados en el decreto nacional “en alarma epidemiológica y sanitaria" son los grandes aglomerados urbanos, es decir departamentos o partidos con más de 300 mil habitantes, donde la incidencia de los casos de Covid-19, entendida como el número de casos confirmados acumulados de los últimos 14 días por cada 100 mil habitantes, sea igual o superior a 500 y el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva supere el 80 por ciento.
En el caso de Santa Fe, fueron los departamentos Rosario y San Lorenzo los que quedaron incluidos dentro de ese escenario, junto con los municipios de Mendoza, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, Luján de Cuyo y Maipu en la provincia de Mendoza, CABA y y partidos del conurbano bonaerense.
Las medidas
Lo que con claridad establece el decreto nacional para el escenario de esas zonas es la "suspensión de las clases presenciales en todos los niveles y en todas sus modalidades y las actividades educativas no escolares presenciales”, planteando como única excepción “la escolaridad de los y las estudiantes con discapacidades que asisten a establecimientos de educación de la modalidad de educación especial".
La medida se fundamenta en la necesidad de “ralentizar la velocidad de transmisión del virus" y destaca que “la suspensión de la presencialidad de las clases es una medida que se dispone exclusivamente para partidos,
departamentos y grandes aglomerados urbanos que funcionan como una unidad epidemiológica y que por sus
características demográficas tienen gran cantidad de circulación de personas, lo que constituye un aspecto
relevante respecto de la facilidad de que se produzcan contagios".
Si bien Santa Fe tiene el 98 por ciento del personal docente y no docente de las escuelas ya vacunados, e incluso los epidemiólogos del propio Ministerio de Salud de la provincia vienen sosteniendo que no son las escuelas los ámbitos de mayor preocupación, por estas horas, el mandatario no parece tener margen para escaparle a la restricción.