El artista británico Banksy reconoció que su último golpe de efecto, la autodestrucción parcial de una obra tras haber sido adjudicada por un millón de libras, no salió exactamente como estaba previsto.
El artista británico Banksy reconoció que su último golpe de efecto, la autodestrucción parcial de una obra tras haber sido adjudicada por un millón de libras, no salió exactamente como estaba previsto.
El artista callejero causó sensación el 5 de octubre, cuando hizo que una obra suya quedara parcialmente rasgada instantes después de haberse vendido en un remate en la casa Sotheby's de Londres por 1,042 millón de libras (1,2 millones de euros; 1,4 millones de dólares).
En un video publicado en redes sociales, Banksy explicó cómo había integrado un mecanismo en el espeso marco dorado que permitía rasgar la obra "Girl with Balloon", una reproducción en acrílico y aerosol de uno de sus graffitis más conocidos _una niña que deja volar un globo rojo con forma de corazón.
Pero tras el evento sobrevolaba una duda: ¿Por qué solo se deslizó la mitad de la pintura? ¿Quería eso decir algo concreto que no se entendió correctamente?
En un video publicado en Instagram esta semana, el artista reconoció que la respuesta era bien sencilla: la pintura se quedó atascada.
"En los ensayos funcionó todo el tiempo", escribió en un video de tres minutos de duración en el que muestra los intentos previos con otras reproducciones, que terminan completamente trituradas.
Según Banksy —cuya identidad sigue siendo un misterio— la famosa casa de remates no estaba al corriente de que la obra iba a autodestruirse.
"Hay gente que cree que realmente no se rasgó. Sí lo hizo. Hay gente que cree que la casa de subastas estaba al tanto. No lo estaba", escribió el artista en Instagram.
Sotheby's había asegurado que lo ocurrido la tomó por sorpresa.
A pesar de todo, anunció que la venta había sido validada y la obra renombrada "Love is in the bin" ("El amor está en la basura").
"Banksy no destruyó una obra de arte durante la subasta, sino que creó una", afirmó en un comunicado Alex Branczik, jefe del departamento de arte contemporáneo de Europa de Sotheby's.
La compradora, que según la casa Sotheby's es una coleccionista europea, dijo haberse sentido "conmocionada al principio". "Pero poco a poco me di cuenta de que iba a poseer mi pedazo de historia del arte", explicó Sotheb'ys en el comunicado.
La obra de Bansky, como el original de la niña y el globo, se halla desperdigada en las paredes de las calles de medio mundo. Su obra por tanto no se puede comprar y es de acceso gratuito y público. La identidad de Bansky es desconocida. Según un estudio de la universidad Queen Mary de Londres, Robin Gunningham, sería el artista detrás del seudónimo. Banksy, afirma ese trabajo citado por Wikipedia, "nació y creció en Bristol, se vio implicado en el graffiti durante el boom del aerosol a fines de la década de 1980". Sus trabajos, piezas satíricas sobre política, cultura pop, moralidad y etnias, se basa en el graffiti realizado con stencils. Pero es criticado por otros artistas callejeros por haber comenzado a vender su arte en grandes galerías.