¿Qué es el dolor? Bueno, todo el mundo tiene su definición. Y es fácil saberlo cuando se lo siente, claro. Pero, ¿qué es lo que hace que sintamos dolor? ¿se puede engañar al cerebro para no sentirlo o, al revés, para sentirlo cuando incluso no se está en una situación dolorosa?
Un experimento da vueltas por estas horas en Twitter y tiene a todos debatiendo.
"Esto es salvaje, ¡quiero probarlo!". Con esa frase la cuenta Imposter_Edits compartió un extraño experimento en la red social del pajarito.
¿Qué se ve en el video? Se observa a una persona que es golpeada con un martillo en una de sus manos. Aclaración: no es realmente su mano, es una mano de goma, falsa, su verdadera mano está escondida al costado. Pero lo llamativo es que la persona parece sentir el mismo dolor que si le estuvieran golpeando en su mano real, no la falsa.
La sesión experimental en realidad es más compleja.
"Vamos a entrenar a tu cerebro para sentir esta mano falsa como si fuera tuya", le dice el científico a la persona que se prestó para el experimento. Luego tapa la mano verdadera para que el voluntario no pueda verla y la pone en una mesa aledaña, separada por una tabla.
El científico pasa entonces dos reglas por las manos, tanto por la falsa como por la verdadera. Después hace cosquillas en ambas manos y la persona hasta parece sentirlo.
"Ahora tu cerebro está pensando que siente la mano falsa, tu cerebro cree que ésta es tu mano derecha", le explica el científico al hombre, que luego usa un martillo pequeño de reflejos para tocar las manos. "¿Puedes sentirlo?", le pregunta al sujeto. "Sí, y trato de mover la mano, aunque no puedo", dice el hombre, que ya siente como propia la mano falsa.
Finalmente, el científico trae un martillo de verdad para un final que tiene en vilo no solo al voluntario sino también a todos quienes miran el video.
https://twitter.com/Imposter_Edits/status/1528888787388223488
El experto indio Vilayanur S. Ramachandran estudió hace tiempo algo llamado "miembro fantasma" que explica la situación que se da muchas veces con pacientes amputados que aseguran sentir dolor en el brazo o pierna que ya no tienen. Logró dar respuesta a estos casos con el uso de un espejo.
Sin dudas, el cerebro es un sorprendente órgano que la humanidad no está ni cerca de conocer en profundidad.