India entregó formalmente este domingo la presidencia del G20 a Brasil en la ceremonia de clausura de la cumbre anual del grupo, que se celebró en Nueva Delhi este fin de semana. El presidente brasileño, Lula da Silva, asumió la presidencia con un llamado a evitar que “cuestiones geopolíticas secuestren la agenda” del bloque, y señaló su oposición a discutir la guerra en Ucrania causada por la invasión de Rusia. A la vez, India, anfitriona de la cumbre de este fin de semana, logró según los observadores posicionar a su nación con más firmeza en la escena internacional, hasta ahora dominada por la competencia entre EEUU y China. Las dos superpotencias jugaron un rol discreto en la cumbre de Nueva Delhi.
“No podemos dejar que cuestiones geopolíticas secuestren la agenda de discusiones del G20”, expresó Lula en el cierre de la cumbre de dos días que culminó este domingo en Nueva Delhi, la capital india. “No nos interesa un G20 dividido. Necesitamos paz y cooperación en vez de conflicto”, añadió el líder del PT, al asumir la presidencia temporal del bloque de manos del primer ministro indio, Narendra Modi. Las frases de Lula fueron recibidas con agradecimiento por el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, único alto representante de su país en la cumbre en Nueva Delhi.
El mandatario brasileño anunció ante sus pares del G20 las tres prioridades de la agenda brasileña del G20: la lucha contra la desigualdad y el hambre, el combate contra el cambio climático y la reforma de las instituciones de gobernanza internacional.
En una entrevista con la televisión india, Lula afirmó que la guerra en Ucrania "no debe formar parte de la agenda del G20", que debe estar centrado en temas sociales y económicos. El mayor conflicto bélico desde Vietnam y en Europa desde 1945 debe ser para el presidente brasileño un "no-tema" para el grupo de las 20 mayores economías del planeta, incluida la nación agresora, Rusia.
Lula habló un día después de que el grupo de las 20 grandes economías emitiera una declaración final en la cual evitó criticar de manera directa a Rusia por la invasión a Ucrania, aunque con referencias indirectas de condena muy claras.
Estados Unidos y los países europeos, así como Japón, Canadá y Corea del Sur querían que el G20 emitiera una condena a Moscú, pero no hubo consenso, incluso, sobre la presencia de Rusia en la cumbre. El presidente ruso, Vladimir Putin, no participó en la cita de Nueva Delhi, donde fue representado por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
Putin no puede viajar fuera de Rusia bajo riesgo de ser detenido por una orden de arresto internacional emitida por la Corte Penal Internacional de Naciones Unidas por los crímenes de lesa humanidad cometidos por los militares rusos contra la población civil ucraniana.
En los meses previos a la cumbre en Nueva Delhi, India no había podido llegar a un acuerdo sobre la redacción sobre Ucrania, y Rusia y China se opusieron incluso al lenguaje que habían acordado en la cumbre del G20 de 2022 en Bali. La declaración final de este año destacó el “sufrimiento humano y los impactos negativos añadidos de la guerra en Ucrania”, y denunció el uso de la fuerza para lograr ganancias territoriales, en una clara alusión a Rusia por la invasión lanzada en febrero de 2022 de su vecina Ucrania. Pero no mencionó directamente a Rusia.
"Un triunfo para India"
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El premier indio Narendra Modi durante la cumbre del G20 en Nueva Delhi. Su país tiene un rol cada vez más relevante en el escenario mundial.
Pero todos los países estuvieron de acuerdo con la declaración, lo que permitió a la India presumir de éxito diplomático. "Esta es la primera declaración sin una sola nota a pie de página o un resumen del presidente", dijo Amitabh Kant, el principal negociador de la India en el G20. Algunos expertos vieron el acuerdo como una victoria para Rusia, mientras que otros lo interpretaron como un logro para Occidente. Pero la mayoría coincidió en que fue un triunfo en política exterior para Modi mientras intenta aumentar la influencia de la India en el escenario mundial.
"La declaración de la India encarna la voz del sur global emergente", dijo Derek Grossman, analista centrado en el Indo-Pacífico de RAND Corporation. "Eso es un acierto para Nueva Delhi, especialmente en el contexto de competencia estratégica contra Beijing, ayudándola a convertirse en líder de este bloque".
En la cumbre, Modi también anunció que el grupo había acordado agregar a la Unión Africana como miembro permanente y había logrado avances en otras cuestiones clave importantes para las naciones en desarrollo del Sur Global. "Estamos viendo que el G20 finalmente se convierte en una entidad verdaderamente global y emerge de la sombra del G7", dijo Michael Kugelman, director del Instituto del Sur de Asia del Centro Wilson, refiriéndose al Grupo de los Siete principales países industriales. "Está surgiendo como un caso exitoso de las potencias occidentales y no occidentales y el Sur Global trabajando juntos para perseguir objetivos compartidos", dijo.
La cumbre se produjo en un momento en que Rusia y China, así como Brasil buscan poner más énfasis en el grupo BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que acordó en su cumbre del mes pasado expandirse con seis nuevos miembros (Argentina, entre ellos).
Vladimir Putin no solo no fue a Nueva Delhi, tampoco asistió el presidente de China, Xi Jinping. En este caso, para mostrar su distanciamiento de India, la nación anfitriona. India se ha aproximado a Occidente y Estados Unidos como manera de defenderse de la agresiva expansión china en la región Indo-Pacífico. La marina india realizó recientemente grandes maniobras con sus colegas de EEUU y Japón, en un claro mensaje dirigido a China.
Lula también anunció que la próxima cumbre del G20 será en noviembre de 2024 en Río de Janeiro. Aseguró que Putin será invitado a la cumbre de Río y que "no será detenido", pese a la orden de arresto en su contra de la Corte Penal Internacional (CPI) emitida en marzo pasado por crímenes de guerra en Ucrania.