Crimen en San Lorenzo: murió un hombre que estaba internado tras ser golpeado en un robo

San Lorenzo sumó en las últimas horas un crimen más a las estadísticas, aunque se trata de un caso que tiene a sus responsables presas e imputadas. En las últimas horas se confirmó la muerte de Juan César Acosta, un hombre de 66 años quien el 14 de abril pasado había sufrido una fuerte golpiza en su casa. Acosta estaba internado en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria y, según fuentes oficiales, falleció producto de las complicaciones derivadas de la terrible agresión que le propinaron.

Por este crimen, se encuentran imputadas y con prisión preventiva dos mujeres, identificadas como S. M. y N. R., como coautoras materiales de la agresión, y un hombre, identificado como R.A.M., como supuesto encubridor. Las mujeres permanecerán en prisión preventiva por el plazo de ley, es decir hasta 2 años, mientras que el hombre lo estará por 90 días, mientras avanza el proceso judicial.

El fiscal de San Lorenzo Maximiliano Nicosia les atribuyó a las mujeres haber ingresado el 14 de abril pasado a la casa de Acosta, en Yrigoyen al 2200, con intenciones de robo. De acuerdo con lo que pudo reconstruir el funcionario judicial, las mujeres ataron de pies y manos a Acosta utilizando una remera y un cinturón que le pasaron por el cuello.

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Acosta fue golpeado de tal manera por sus agresoras que sufrió un corte en la parte trasera de la cabeza y un traumatismo encéfalocraneal. Horas después de ocurrido el ataque, Acosta fue encontrado en grave estado por vecinos y fue derivado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde permaneció internado en terapia intensiva hasta la noche del domingo en que falleció.

Las mujeres, según estableció el fiscal en la audiencia imputativa realizada el 17 de abril, robaron una bicicleta, un teléfono celular y otros elementos que guardaron en un bolso al momento de escapar del lugar. En cuanto a R.A.M, el fiscal lo acusó de haber colaborado con las otras imputadas a quienes, tras el crimen, recibió en su casa de Islas Malvinas al 2700 también de San Lorenzo. Las ayudó para que ocultaran en su vivienda la bicicleta de la víctima, sabiendo que el vehículo había sido robado. Además le imputaron una maniobra de distracción cuando la policía estaba en la puerta de su casa para permitir que las autoras de la agresión escaparan.