La compleja realidad de la Lepra luego de una nueva caída en el clásico siembra más dudas que certezas, por decisiones que exceden al entrenador
06:10 hs - Martes 26 de Agosto de 2025
El proyecto se sostiene a duras penas. El horizonte pinta sombrío. La pérdida del clásico dejó más en descubierto un rumbo torcido. Newell’s tiene pocos meses por delante, hasta fin de año, para tratar de revertir un presente patas para arriba. Cristian Fabbiani, entrenador del equipo, cabeza visible del proceso, es al que le toca asumir el rol de “piloto de tormentas”. Si lo consigue, si lo saca a flote de la tempestad, se ganará el reconocimiento de todos.
Pero si la Lepra queda afuera de objetivos mínimos, como clasificar a la fase final de la Liga Profesional, o si queda eliminado ya mismo en los cuartos de final de la Copa Argentina, o si se aleja demasiado pronto de los puestos de clasificación a las copas internaciones a través de la tabla anual, no tiene sentido cargarlo con todas las culpas. La crisis lo excede.
Este es el segundo momento delicado que le toca afrontar a Fabbiani. El primero fue en el mismo instante en que asumió. Debió hacerse cargo de un equipo que llegaba de la caída por 2 a 1 en el clásico jugado en el Coloso, con 3 derrotas seguidas y un total de 5 en las 6 fechas que se llevaban disputadas del torneo Apertura. Y con apenas un triunfo.
La mano de Cristian Fabbiani
La situación era tensa y el entrenador, que dejó Deportivo Riestra para asumir en Newell’s, rescató al equipo, con un juego pragmático. Lo levantó. Sumó puntos que le permitieron dejar los últimos puestos de su zona. Pero hoy, tras el 0-1 en contra frente a Central, la situación se repite.
Si bien la campaña en este Clausura es un poco mejor que la realizada en igual cantidad de fechas en el Clausura, con Mariano Soso de entrenador, con los 6 puntos actuales (un triunfo, 3 empates y 2 derrotas) contra los 3 del anterior torneo (un triunfo y 5 traspiés), el impacto que significó la derrota en el clásico dejó secuelas profundas.
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Similares a lo que se vivió cuando arribó Fabbiani. Es que un resultado negativo ante el rival de la ciudad golpea en el ánimo y genera un ambiente nada propicio. Crece el fastidio y las quejas. Es difícil encontrar la armonía. Se buscan culpables por todas partes.
La ilusión de la Copa Argentina
Fabbiani otra vez tiene que remontar un panorama complicado. La clasificación a los cuartos de final de la Copa Argentina le da un poco de aire. Mantiene la expectativa de todo el mundo rojinegro por aspirar a un título, que de paso otorga un cupo a la Copa Libertadores 2026.
Por otro lado, el conjunto rojinegro está afuera de los 8 mejores de la zona A, que ingresarán a los octavos de final. No está tan lejos. Pero necesita revertir la tendencia de resultados conseguidos hasta acá. Para así pelear por algo importante. Algo parecida es su realidad en la tabla anual acumulada, que define a los que ingresan a la Libertadores y Sudamericana de 2026. Por el momento, se encuentra afuera de puestos de clasificación.
¿Con qué cuenta Fabbiani para tratar de perseguir alguna de esas metas? Con un plantel con poca jerarquía, que no se mejoró en el último mercado de pases y con futbolistas se incorporaron en temporadas anteriores y aportaron muy poco. Esto ya no es responsabilidad del entrenador. La conducción del club no logró armar planteles competitivos. Y apenas en 2022 consiguió que el equipo obtenga el cupo a la Copa Sudamericana.
Decisiones que no dieron sus frutos
Clasificar todos los años a una copa internacional era una de las metas planteadas a fines de 2021. Otro propósito era “volver a la escuela de los 80”, en relación a lo que sucedió durante esa década en el club del Parque, con un exitoso trabajo en las divisiones inferiores y un equipo de primera integrado por futbolistas de la cantera. Lo que pasó en los últimos años y en actualidad fue muy distinto. A tal punto que por primera vez en la historia la Lepra jugó un clásico sin ningún jugador de su semillero.
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Cambios constante de entrenadores, de coordinadores y de directores deportivos son parte de una planificación cuyos resultados están a la vista.
Encima se acercan las elecciones y el clima previo que se genera nunca es el ideal para un plantel. Es imposible que se abstraiga de lo que pasa a su alrededor.
Fabbiani, líder del plantel, se encuentra ante la misión de que no haya otro año perdido en Newell’s. Herramientas no le sobran. Justamente por eso, si es que no puede, el factor principal habrá sido por esas decisiones que lo superan.