Cómo frenar el avance de las superbacterias en Rosario

Cuáles son los microorganismos resistentes que se encuentran con mayor frecuencia en la ciudad. El riesgo de los pacientes internados. Las medidas que se toman

08:52 hs - Domingo 16 de Noviembre de 2025

Las superbacterias avanzan en todo el mundo, y Rosario no queda al margen de esta catástrofe. Son microorganismos que lograron hacerse resistentes a los antibióticos disponibles y producen infecciones que no se pueden controlar, provocando secuelas graves o la muerte de las personas. ¿Cuál es el panorama en la ciudad en relación a la resistencia bacteriana? Este problema que las organizaciones de salud más importantes han catalogado como una gran amenaza mundial, es encarado en la ciudad de distintas maneras: investigación, prevención, detección temprana y la búsqueda de tratamientos eficaces.

Por distintas causas, una de cada seis infecciones bacterianas ya no responde a las drogas habituales. Una de las razones ha sido el abuso que se hizo durante años y años al tomar antibióticos cuando no es necesario o no cumplir con el tiempo y dosis adecuadas.

Por la relevancia que este tema tiene en salud y que afecta tanto al ámbito público como el privado, este 20 de noviembre, Rosario será sede de la Segunda Jornada Nacional para Combatir la Resistencia a los Antimicrobianos, organizada por las principales instituciones del país ligadas a la infectología.

¿Cuáles son las personas más proclives a sufrir una infección que no se pueda detener? ¿Cómo deben actuar los médicos ante la presencia de superbacterias? ¿Qué respuestas puede ofrecer la red de salud local?

La Capital habló con expertos de distintas áreas del ámbito sanitario de Rosario, quienes ofrecieron un completo panorama de la situación, los riesgos y el futuro cercano.

laboratorio del cemar superbacterias

La especialista Graciela Arciero, bioquímica especialista en Bacteriología Clinica, jefa de Microbiología del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (Cemar), explicó que la resistencia antimicrobiana es "un flagelo mundial" que atraviesa de manera horizontal al sistema de salud, tanto público como privado. Rosario no escapa a esta realidad. "Las bacterias multirresistentes han llegado para quedarse", dijo, contudente, la especialista, por lo que combatirlas representa "un desafío diario del sistema de salud".

En esta lucha, Rosario cuenta "con equipos de salud altamente capacitados, que diariamente enfrentan la aparición de estas superbacterias y resuelven que antibiótico debe utilizarse frente a cada sitiuación".

Esta escena se repite diariamente en las mesadas de los laboratorios de Microbiología de todos los efectores públicos:
"El objetivo es poner en evidencia qué mecanismo de resistencia tiene la bacteria en estudio para poder encontrar la mejor opción de tratamiento antibiótico para el paciente".

Dentro de los efectores públicos, existen hospitales de alta, mediana y baja complejidad, "y todos ellos cuentan con los recursos para enfrentar y resolver las situaciones más complejas".

Cualquier persona puede sufrir una infección por bacterias y que esas bacterias no respondan al tratamiento habitual de antibióticos. Sin embargo, esta situación se produce en forma más frecuente entre personas internadas y aquellos que tienen comorbilidades (enfermedades crónicas) o están inmunodeprimidos por patologías o tratamientos.

¿Cuáles son las superbacterias?

Arciero contó que cada hospital "ingresa y resuelve las muestras de pacientes internados y ambulatorios, y las muestras provenientes de Atención Primaria de la Salud (APS), se reciben y estudian en el Cemar, lo que representa un enorme caudal de trabajo debido al gran número de centros de salud distribuidos en toda la ciudad".

La experta dijo que hay una gran variedad de bacterias que se aíslan. Las que se estudian en centros de alta complejidad son justamente las denominadas superbacterias: ¿Las más frecuentes? Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii entre otras, "muy difíciles de tratar con los antibióticos disponibles actualmente, esto se debe a que en los centros hospitalarios, el uso constante de antibióticos hace que las bacterias conserven su mecanismo de resistencia para poder sobrevivir.

Por eso, muchas veces se debe recurrir a combinaciones de drogas para frenar la infección, "pero para eso debe conocerse qué mecanismo de resistencia esta contenido dentro de esa bacteria".

Infecciones por superbacterias son mucho más habituales en personas internadas. En la población que concurre a centros de salud todavía no es tan alta la frecuencia de bacterias multirresistentes, sin embargo "se puede observar una tendencia al aumento progresivo en la aparición", expresó.

Avances locales y nacionales

La inteligencia artificial y trabajo en red: aliados en la lucha contra las infecciones. "Los avances en informática y en inteligencia artificial están transformando la manera en que se diagnostican las enfermedades infecciosas. En el Laboratorio del Cemar estas innovaciones ya son una realidad gracias al uso de MicrobeNet, una base de datos aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) que permite identificar microorganismos de forma rápida y precisa. Esta herramienta se utiliza junto a un espectrómetro de masas, equipo que analiza las bacterias aisladas en distintas muestras. Desde hace años, el CEMAR es el centro de referencia para la identificación bacteriana, recibiendo muestras todos los días de más de diez laboratorios municipales y provinciales", destacó la experta.

Además, en octubre el Instituto Malbrán, referente Nacional de Enfermedades Infeccionas presentó el Tablero de análisis de Resistencias a los Antimicrobianos (RAM) de la Red WHONET-Argentina, "una plataforma digital que muestra cómo evolucionan las bacterias resistentes a los antibióticos en todo el país. Esta es la primera herramienta interactiva de su tipo en Latinoamérica".

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Una red fundamental

Rosario participa activamente en esta Red Nacional de Vigilancia de Resistencias a los Antimicrobianos, aportando datos desde hospitales públicos como el Cemar, el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, el Hospital Roque Sáenz Peña, pertenecientes a esta red, además de otros centros provinciales y un hospital privado. En la actualidad esta Red está compuesta por 94 laboratorios representativos de todas las Jurisdicciones del país.

"Se realizan pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos a bacterias de origen clínico, siguiendo protocolos estandarizados y en el marco de un estricto control de calidad. Los datos generados se ingresan en el software WHONET, distribuido por la Organización Mundial de la Salud en más de 90 países del mundo para permitir la Vigilancia de la Resistencia a nivel local, nacional y regional. Esta colaboración es clave para vigilar y combatir la resistencia antimicrobiana, uno de los mayores desafíos sanitarios actuales", dijo Arciero.

Personal y tecnología

La especialista indicó que la salud pública de la Ciudad de Rosario cuenta con "personal altamente capacitado, tecnología de avanzada y los recursos necesarios para el estudio de estas bacterias multirresistentes y para la resolución de los problemas que puedan plantearse en el conocimiento de la Resistencia Antimicrobiana". La dinámica es la siguiente: en forma diaria cada hospital procesa las muestras propias de pacientes internados y ambulatorios, en el caso del CEMAR se reciben todas las muestras provenientes de APS y de distintos efectores del sur de la provincia de Santa Fe, que también incluyen pacientes internados.

"El caudal diario es muy grande, el trabajo diario es muy grande, se ingresan las muestras en el sistema informático de laboratorio, se siembran y luego se realiza la lectura y procesamiento de los cultivos, derivando en la identificación de la bacteria aislada y en el estudio de su resistencia antimicrobiana".

El rol del Malbrán

"Nuestro centro de Referencia es el Instituto Malbrán, el cual ofrece un amplio abanico de servicios, entre los cuales destaco la oferta de capacitación, que forma parte de todos los que nos hemos dedicado a la Microbiología", mencionó Arciero y agregó que "cuenta con distintos servicios, en lo que a Microbiología se refiere, a los que se puede derivar aislamientos que requieran de un mayor estudio por cuestiones epidemiológicas, o resistencias emergentes que deben ser confirmadas, o tipificación de cepas circulantes, o confirmación de mecanismos de resistencia infrecuentes en nuestra región o a nivel mundial".

El servicio Antimicrobianos del Instituto Malbrán "es al que más frecuentemente derivamos, pero también se realizan derivaciones a otros servicios de este Instituto, tales como el Servicio de Bacteriología Clínica, Servicio de Bacteriología Especial, Servicio Enterobacterias y Servicio Bacteriología Sanitaria, entre otros".

¿Qué podemos hacer contra las superbacterias como sociedad?

Organismos internacionales de salud vienen exponiendo el tema con mucha preocupación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis infecciones bacterianas ya no responde a los tratamientos habituales, y de continuar esta tendencia, podría causar hasta diez millones de muertes al año para 2050, superando al cáncer como principal causa de muerte. Los profesionales de la microbiología enfrentan este desafío a diario: las bacterias se adaptan constantemente para sobrevivir, lo que exige capacitación continua, investigación y trabajo interdisciplinario.

Pero también la sociedad puede actuar. Usar antibióticos solo bajo prescripción médica, no automedicarse, completar los tratamientos, mantener la higiene de manos, vacunarse y cuidar el medio ambiente son acciones simples que ayudan a frenar esta amenaza. Desde el ámbito de la salud, es fundamental reforzar la vigilancia del uso de antimicrobianos, promover la educación sanitaria y fortalecer las redes de control y diagnóstico temprano. La lucha contra las superbacterias no es solo un reto científico: es un compromiso global que requiere conciencia, responsabilidad y cooperación entre todos.

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Investigación rosarina de alcance mundial

En la Argentina, el 50 por ciento de los pacientes con infecciones severas muere porque los fármacos no les hacen efecto. En 2019 salió un nuevo antibiótico para bacterias multirresistentes o superbacterias que prometía cambiar la historia, pero a poco de estar en el mercado mostró que no era tan poderoso y que no servía para todos los casos. Una investigación liderada por Alejandro Vila, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, Conicet, UNR), permitió descubrir por qué las bacterias son capaces de "esquivar" también al cefiderocol, el antibiótico en cuestión.

La Capital reflejó esta noticia de alcance mundial en su edición del pasado 3 de noviembre. El hallazgo, que fue difundido en The Lancet Infectious Diseases, revista científica de impacto mundial, está cambiando el uso de esta molécula permitiendo salvar vidas.

Vila explicó su última investigación: "El antibiótico sobre el que trabajamos salió como una gran solución para los pacientes críticos que fallecían a causa de bacterias como klebsiella, pseudomona y acinetobacter baumannii (esta era una bacteria ambiental que empezó a ganar resistencia y es hoy uno de los grandes problemas sanitarios). Sin embargo, muchos pacientes tratados con este fármaco de alto costo, morían de todos modos".

La pregunta a resolver era cómo las bacterias resistían a un medicamento que acababa de salir. Y allí fue el equipo de Vila, a intentar encontrar respuestas a este problema. Y lo logaron. Ahora, en hospitales y sanatorios de distintos países los médicos están analizando si tratar o no a sus pacientes con este antibiótico siguiendo los lineamientos de la investigación de los científicos rosarinos, quienes además promueven el uso de tecnología de precisión para determinar, justamente, en qué casos sí y en qué casos no indicarlo.

Este antibiótico de última generación (que cuesta unos 50 mil dólares por mes) se usa específicamente para personas en estado crítico que están internadas y que han adquirido alguna infección intrahospitalaria. No es para quienes, por ejemplo, tienen dolor de garganta o bronquitis o están cursando algún proceso de salud crónico o ambulatorio, ejemplificó el investigador.

Junto a Brenda Warecki, tesista doctoral y primera autora del paper publicado en The Lancet Infectious Diseases, y en colaboración con el equipo del científico Diego Moreno, del Instituto de Química de Rosario (Iquir), iniciaron en 2020 las investigaciones que llegaron a buen puerto. El trabajo fue realizado en el marco de un convenio con la misma empresa farmacológica que lanzó el antibiótico en 2019.