Una guerra por la venta de drogas, la trama detrás del doble crimen del cantobar
La investigación del ataque arrojó que iba dirigido a miembros de una banda que disputa territorios con otra del barrio 7 de Septiembre. Se habían enfrentado la tarde previa a la muerte de un policía y un cliente

Domingo 19 de Febrero de 2023

Una pelea por la venta de drogas en las calles de los barrios Fisherton Norte, Emaús, Stella Maris, villa La Bombacha, 7 de Septiembre y la barriada Hostal de Sol fue el detonante del doble crimen del cantobar ocurrido hace una semana en Juan B. Justo al 8400, donde murieron arrasados por las balas el suboficial Héctor Ricardo Medini y Adrián Jones, cliente del local. El conflicto tiene como protagonistas a Sebastián David “Seba” Hermosín, condenado en un abreviado en 2019 a ocho años de prisión por una brutal agresión a balazos contra un vecino, y a sus rivales, definidos de manera genérica como “los del 7 de Septiembre”. Tras el ataque Hermosín fue detenido e imputado junto a otras dos personas por el hurto calificado del arma reglamentaria del policía asesinado. Además una mujer también fue detenida y acusada por secuestro de dos armas en su casa, una de ellas la pistola reglamentaria del policía.

El domingo pasado a las 5.20 de la madrugada un bestial ataque a balazos con dos asesinados a las puertas de un cantobar ubicado en Juan B. Justo al 8400, entre Olmos y García Cossio, dejó expuesta una guerra narcocriminal por la venta de drogas en un amplio territorio de la zona noroeste. Y también historias de policías sometidos a precarización laboral, trabajando por dos pesos, para conformar un salario digno.

Distintos testimonios coinciden en que a esa hora un Ford EcoSport blanco con al menos tres pasajeros pasó por el frente del local “a velocidad normal”. Desde las ventanillas dispararon con dos pistolas ametralladoras haciendo foco en alrededor de 15 personas que estaban frente al portón de “De taquito”, como se llama el local baleado. Luego de perpretar el ataque la EcoSport siguió su marcha por Juan B. Justo al oeste y dobló por García del Cossio a la izquierda hacia Juan José Pasos. El vehículo tenía los vidrios polarizados.

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Con tres impactos de bala, en el lugar quedó el cuerpo del policía Medini, de 40 años, a quien le hurtaron la pistola Bersa Bro calibre 9 milímetros y la billetera con documentación. A Adrián Jones, cliente de 40 años y amigo del dueño del local, lo cargaron en un auto particular y lo trasladaron al Policlínico San Martín donde nada pudieron hacer para salvarlo. Tenía una herida de arma de fuego en el tórax. Entre los tres heridos hubo otra empleada policial, la inspectora retirada Silvana C., de 52 años, quien recibió impactos en las piernas y en un brazo. En el lugar atacado quedaron 38 vainas servidas calibre 9 milímetros. Al menos una docena de proyectiles perforaron el portón de chapa del lugar.

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El suboficial de policía Héctor Ricardo Medini, una de las víctimas del doble crimen.

De familia policial

Medini es hijo y hermano de policías. Tenía tres hijos de 14, 12 y 9 años con los que vivía en barrio Fontanarrosa, ex Zona Cero. Prestaba servicios en el destacamento de barrio Rucci. Realizaba servicios adicionales en el cantobar y en la cancha de Rosario Central. Al momento del ataque no llevaba chaleco antibalas. Camaradas de armas indicaron que un policía con la antigüedad de Medini no superaba con su sueldo los 150 mil pesos.

Un médico del Sies que acudió al lugar en una de las ambulancias comprobó que el efectivo había recibido dos balazos en la espalda y uno en el cráneo. Una de las hermanas de la suboficial Silvana C. escribió en su cuenta de la red social Instagram que, al ver que el ataque era inminente, Medini empujó a la mujer policía para sacarla de la línea de fuego.

Cuatro acusados, dos armas

La tarde del domingo pasado, a partir de llamados al 911 de vecinos de los barrios Stella Maris y Emaús, fueron detenidos los acusados Sebastián Hermosín, Maximiliano A. y Brian “Pajarito” M., quienes andaban por esa zona con un arma que podría ser la del policía Medini. Cuando los detuvieron no tenían el arma. El lunes, tras allanamientos de la Agencia de Control Policial en Tarragona al 1600 bis y Tarragona y Martínez de Estrada fue detenida Marina Soledad F., de 23 años, en su casa Schweitzer al 8300. Allí se encontraron dos pistolas calibre 9 milímetros. Una era la del policía Medini.

Los cuatro detenidos fueron imputados por el fiscal Ferlazzo, quien al investigar por qué dos suboficiales realizaran custodia en un local sin habilitación municipal ordenó allanar los domicilios del jefe de la subcomisaría 21ª y su secretario. En la casa del inspector Cristian Ernesto P., en Bicentenario al 400 de Pérez, hallaron una escopeta calibre 16, un revólver calibre 22 y un revólver calibre 38 en mal estado. Todo fue secuestrado junto al celular del inspector y dio pie a una causa por tenencia indebida de armas de fuego. El oficial fue pasado preventivamente a disponibilidad y el fiscal Ferlazzo evalúa qué temperamento jurídico tomará con el policía.

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El objetivo

Con el devenir de la pesquisa fue quedando claro que el blanco del ataque era Seba Hermosín, un muchacho de 30 años que en 2019, junto a uno de sus hermanos, fue condenado en proceso abreviado a 8 años de prisión por una violenta balacera contra un vecino de 51 años y su hijo de 19 en pasaje Toba al 8500. El ataque ocurrió el 22 de abril de 2016 en barrio Stella Maris. Según reconstruyó la investigación, los tres acusados por el hurto del arma del policía Medini estaban en el cantobar y al salir, en medio de la balacera, se llevaron el arma del vigilante y también su billetera. Según algunas declaraciones, el dueño de De taquito había frustrado varias veces que vendedores de drogas se le colaran en el local.

>>Leer más: Seis heridos en una emboscada en una canchita de fútbol en Fisherton Norte

Otro testimonio aportó que De taquito ya había sido blanco de un ataque a balazos. Ocurrió la noche del miércoles 10 de marzo de 2021 cuando el lugar era sólo un complejo de dos canchitas de fútbol 5. Dos hombres armados bajaron de un Renault Sandero gris e ingresaron al predio. Fueron directamente hacia la única canchita del lugar en la que un grupo de pibes del barrio Stella Maris terminaba de jugar y otro, de barrio Hostal del Sol, se preparaba a ingresar.

Desde uno de los córners más cercanos al ingreso comenzaron a disparar con dos armas 9 milímetros haciendo tiro al blanco. Seis muchachos de entre 21 y 31 años resultaron heridos de diversa gravedad. Los vecinos contaron por aquellos días que el eje de la disputa era la venta de drogas entre dos bandas de Hostal del Sol y el 7 de Septiembre.

Según surge de la causa, a partir de ese momento el negocio comenzó a caer y surgió la idea de montar, además de las canchitas, un cantobar que comenzó a funcionar desde principio de 2023.

Otro testigo indicó que el problema de fondo proviene por la venta de drogas. Dijo que la tarde del ataque las bandas de Hermosín y la del 7 de Septiembre se habían cruzado en una canchita. El blanco del ataque habría sido Pajarito M. y luego de esa incidencia el campo de batalla pasó a ser el frente del cantobar. Esa disputa fue, según lo reconstruido por la pesquisa, la que terminó con un saldo de dos personas asesinadas y otras tres heridas seis días atrás.