La imagen de una mujer emergiendo del río Paraná ya es apreciada por los rosarinos. Sin embargo, faltan algunos días para la pincelada final
Por Mila Kobryn
Celina Mutti Lovera / La Capital
De no mediar contratiempos, el nuevo mural de los Silos Davis estará listo en menos de dos semanas. De esta forma, quedará habilitada la fachada que ya asoma con la figura de una joven saliendo del río Paraná, con un vestido que recuerda a la bandera argentina y un fondo del cielo celeste y blanco.
Con esta concreción se da una vuelta de página a un intento que quedó a mitad camino en el que se quiso intervenir las estructuras tubulares de los antiguos silos, que asoman en el parque de las Colectividades.
Quien está a cargo de esta obra a gran escala es el reconocido muralista bonaerense Martin Ron, quien con su particular forma de trabajar logró generar expectativas en los rosarinos.
Primero, sobre unos silos en blanco, apareció el 20 de octubre, Día de la Madre, una frase que llamó la atención de todos: "Hola, mamá". Un mes después, el 20 de noviembre, una serie de signos y grafitis aparecieron en el icónico espacio rosarinos. Caritas felices, mates, pelotas de futbol y gatitos fueron algunas de las ilustraciones dibujadas.
“Los garabatos son una cuadrícula, sirven de coordenada. Entendiendo que es un trabajo a gran escala, los dibujos reemplazan la cuadrícula tradicional. Uno tiene preparado un boceto y lo superpone con el garabateo. Son guías para ubicarse”, reveló el artista en diálogo con La Capital.
Además, Ron contó: “Genera mucha expectativa: primero el 'Hola, mamá', que forma parte de un ritual que hago siempre antes de empezar cada obra, y después la pared bastardeada. Es parte del juego, la gente se indigna pero es el proceso de la obra”.
El trabajo comenzó el 24 de noviembre y, si bien todavía no hay fecha de inauguración, “lo más probable es que sea antes de Navidad y sino entre fiestas”. En este sentido, Ron dejó en claro que al trabajo le falta mucho.
"Parece terminado pero no. Los silos se pintan tres veces, capa sobre capa. Recién hicimos la primera capa de pintura y esta semana se hará la segunda. Cada día que pasen lo van a ver más detallado".
Quien observa la figura que se asoma a la vera del río piensa de manera casi instantánea en la imagen de la patria. Y un poco de eso se trata la obra de Ron. "Es una mujer que sale del río. Si uno se acerca al museo Macro, la imagen se completa con los pies en el agua. Es una obra que dialoga con la escultura que está en la proa del Monumento Nacional a la Bandera, la Patria Abanderada. Son dos miradas de diferentes épocas. Una mujer, que puede ser la patria, emergiendo del Paraná, haciendo una danza", contó Ron.
Lo cierto es que la composición del mural está subordinada a las variables y dificultades de la pared. Los silos, al tener su forma circular, hacen que el trabajo tenga características específicas.
Ron afirma que nunca piensa en el diseño antes de conocer el espacio sobre el cual va a trabajar. "Hay que tener en cuenta puntos de vistas y cómo abordar esa superficie. En el caso de los silos, tienen un punto de vista que no es central, sino que es a 45 grados de la vereda. Entonces, toda la composición está virada para la derecha. Desde la orilla del río se va a ver un poco deformada la imagen, pero tiene que ser así".
El reconocido muralista cuenta que esta técnica se llama anamorfosis: pintar con cierta deformación para que se vea plana desde donde se la mira. "Es una estrategia bastante compleja, parece que desaparece la curvatura", comentó.
Martín Ron nació en Tres de Febrero, en la provincia de Buenos Aires, lugar que lo vio crecer entre pinceles y paletas. La ciudad de Buenos Aires fue otro sitio donde desplegó su arte, para luego dar el salto a Inglaterra, España, Estados Unidos, Australia, Singapur, Arabia Saudita y Qatar, entre otros. En la actualidad es considerado uno de los diez muralistas más importantes del mundo, aseveró la Municipalidad.
Especializado en murales a gran escala, Martín pinta elementos de la vida real y en sus pinturas se destacan aspecto de la vida cotidiana, apostando por nuevos colores y estilos combinados.
En este caso, la intervención surge a partir de una iniciativa de Pascual Construcciones y otras empresas de la ciudad, que buscaban darle a la ciudad una nueva postal. De esta forma, la intervención será donada por empresas locales y nacionales como la mencionada constructora, Ángel Álvarez SA, Nasini SA, Tersuave, IMG Rental SRL, Sancor Seguros, AMR Salud y Tarjeta Naranja.
La propuesta original se conoció como "Paint's not dead" y se destacaba por su llamativo color rosa y su técnica de pintura que simulaba un veteado sobre la superficie, una propuesta que combinaba la esencia de los métodos clásicos con una mirada moderna sobre el arte y las vanguardias. Los artistas fueron Florencia Meucci y Manuel Cucurell, y el proyecto se inició en el mes de julio entre bombos y platillos. Sin embargo, las condiciones climáticas hicieron que se enchastrara el mobiliario urbano y el arbolado público.
La ejecución de la fachada fue una parte clave de la propuesta que se pensaba como un hecho performático más allá de una "forma final". Sin embargo, a lo largo de la primera jornada de pintura, el viento hizo que la caída del rosa, a través de un dispositivo diseñado especialmente para la performance, excediera la superficie del edificio y terminara sobre la vereda y los árboles contiguos. Incluso algunos transeúntes se llevaron algunas gotas de color provenientes de las alturas.
Ante esta situación, la Municipalidad decidió quitarles a los muralistas la posibilidad de continuar con la obra "Paint's not dead", en medio de fuertes polémicas y de acusaciones de los artistas hacia el gobierno municipal.
Finalmente, el gobierno local comunicó que el proyecto quedaría en manos del muralista Ron y sería financiado por empresas privadas de la ciudad.
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