El anuncio de la intervención de la empresa Vicentín se transformó en tendencia en Twitter durante la tarde. A dos hora del anuncio presidencial había 76 mil tuits en referencia al asunto. La decisión de Alberto Fernández, un tipo de acción que suele terminar dando identidad política a un gobierno tanto para adherentes como detractores, disparó una batalla en la red social. El ultraliberal Miguel Boggiano declaró: “Unión de Provincias Soviéticas Argentinas. Llegamos”. El periodista Sebastián Lacunza, hermano del ministro de Economía del anterior gobierno, sostuvo: “De los 300 millones de dólares que el BNA prestó a Vicentín, 96 millones fueron entregados cuando Macri ya había perdido las elecciones y el dólar estaba fuera de control. A las semanas, Vicentín se presentó en convocatoria”. Entre rezongos de liberales diversos contrastó una autoctítica del mismo sector de Carlos Maslatón. “Al liberalismo argentino: piensen bien antes de enojarse por la estatización de Vicentín. Fue una empresa privada que se fundió por haber incurrido en leverage financiero durante el gobierno de Macri y subsidiada por Macri. No da para llorar este fracaso, merecido y buscado”. Leverage es una referencia que mide un indicador de endeudamiento, hasta qué punto el patrimonio de una empresa queda comprometido ante sus acreedores.