La piel tiene buena memoria. Si no nos cuidamos durante años, el riesgo ya existe y es necesario consultar al médico. Las personas de tez blanca, ojos claros, los que tienen antecedentes o muchos lunares tienen más chances de enfermarse de cáncer cutáneo
La exposición reiterada al sol, sin la debida protección, sin la indumentaria correcta, no usando los protectores solares indicados o exponiéndose en los horarios no permitidos puede llevar a través de los años a la aparición de lesiones cutáneas.
La gente disfruta del sol, algunos, incluso, lo han adorado desde la moda que implantó Coco Chanel y que llegó a su máximo esplendor allá por los años 70. La luz solar es esencial para muchos seres vivos. Sin embargo, la luz del sol también tiene un lado peligroso porque no sólo daña la piel sino que también tiene efectos negativos sobre los ojos. Por eso hay que protegerlos con lentes para UVB para evitar las cataratas, entre otros daños.
Los rayos solares tomados con moderación producen en nosotros una serie de efectos biológicos nada despreciables: la radiación infrarroja eleva moderadamente la temperatura cutánea, provocando una positiva acción antidepresiva capaz de devolvernos el buen humor, también resulta beneficiosos para el tratamiento de algunas enfermedades cutáneas como la psoriasis o el vitiligo, y gracias a su acción se sintetiza en nuestro organismo la vitamina D favoreciendo el desarrollo de radicales libres en nuestro organismo que actúan en defensa del mismo. Pero el peligro de las exposiciones solares empieza cuando de la moderación se pasa al exceso.
Lamentablemente, la desinformación que existió hace algunas décadas provocó que el cáncer de piel, sobre todo el más severo de ellos, el melanoma, se triplicara en los últimos quince años. Es que la piel tiene memoria y la falta de protección que uno no tuvo frente al sol en su momento, o que aún no tiene, hace que con el tiempo se desarrolle no sólo envejecimiento cutáneo sino también, manchas solares, lesiones precancerosas y al final, lo más temido que es el cáncer de piel melanoma y no melanoma.
Hay personas que tienen mayor predisposición o riesgo a padecerlo, por ejemplo, los de tez muy blanca y ojos claros, quienes en la infancia han tenidos varios episodios de quemaduras solares importantes, quienes tienen antecedentes directos de familiares que ya han tenido cáncer cutáneo y las personas que tiene un gran número de lunares.
Es por esto que la Sociedad Argentina de Dermatología está abocada de lleno junto a la fundación de Cáncer de Piel a intentar prevenir el cáncer cutáneo. Y esto se logra de una manera: cuidándose del sol y de los excesos de fuentes artificiales como las camas solares o las lámparas.
De allí que cada año se realiza la Campaña de Prevención de Cáncer de Piel en el mes de noviembre en los Hospitales públicos y Lalcec.
Pero esos consejos deben seguir vigentes y presentes en nosotros, los adultos, todo el año. Debemos ser responsables con nosotros y con los niños.
Consejos:
1 Es preferible aplicar el protector solar antes de salir de la casa, o por lo menos media hora antes, para garantizar la acción protectora. Hoy el factor mínimo debe ser 20.
2 Los primeros días de sol, la piel no esta preparada para exposiciones prolongas, utilice un protector bien elevado y luego lo podrá disminuir.
3 Los productos solares protegen durante un tiempo, la transpiración y el roce de la toalla le hacen perder la efectividad. Hay que renovarlo durante la jornada.
4 Evite la exposición de 12 a 16. El sol ataca con una fuerza hasta 150 veces mayor que si se lo toma por la mañana o por la tarde.
5 Aunque el día este nublado aplique fotoprotector y si hay viento se deben tener más cuidados porque no se siente la fuerza del sol.
6 No lleve bebés a la playa o al rayo del sol, de hacerlo expóngalo lo menos posible y con los protectores específicos para ellos, ropa clara mangas largas y gorro. Recuerde que ningún bebe menor de seis meses puede estar al sol.
7 Utilice para los niños protectores con resistencia al agua, pero ello no quiere decir que lo aplica una vez y listo, la aplicación se repite cada 2 o 3 horas porque si el niño permanece en el agua durante 40 minutos dentro de ella, la protección se pierde.
8 Tenga en cuenta que algunos medicamentos, tomados durante la exposición solar pueden producir reacciones alérgicas o irritación, como ser algunos antibióticos, anticonceptivos, diuréticos, tranquilizantes o antidepresivos. Además, si padece de enfermedades que pueden agravarse con el sol como el lupus o si tiene en su cuerpo más de 40 lunares o antecedentes familiares de melanoma consulte en forma rápida a su médico dermatólogo sobre qué protector solar debe usar, y si es posible, realice una dermatoscopía digital para mejor control de sus lunares, él sabrá explicarle la importancia de ese control.
Recuerde que algunas personas se broncean antes que otras porque sus células responsables de la pigmentación son más activas y numerosas, no porque toman sol más tiempo, por ello, no haga "mezclas mágicas" y evite futuros daños.
Protegerse es cuidarse, insistimos con esto: la piel tiene memoria y los daños que les provoque ahora no los verá hasta dentro de unos cuántos años. Y cuide también a sus hijos, educarlos en los cuidados del sol puede salvarlos del cáncer cutáneo en el futuro.
Ramón Fernández Bussy y Ramón A. Fernández Bussy Dermatólogos