Colombia, que jugó con uno menos todo el segundo tiempo, superó 1 a 0 al Uruguay de Marcelo Bielsa y de esta manera será el rival de Argentina en la final de la Copa América, del domingo a las 21, en Miami.
Colombia, que disputó todo el segundo tiempo con uno menos, venció 1 a 0 a los charrúas y ahora enfrentará a la Scaloneta el domingo por la final de Copa América.
Por Lucas Vitantonio
Lerma observa como su testazo pica y se convierte en el gol que valió el pase a la final del domingo ante Argentina.
Colombia, que jugó con uno menos todo el segundo tiempo, superó 1 a 0 al Uruguay de Marcelo Bielsa y de esta manera será el rival de Argentina en la final de la Copa América, del domingo a las 21, en Miami.
Fue un partido intenso, emotivo, disputado como lo que representaba, nada menos que un boleto para la finalísima de América.
En la etapa inicial avisó Colombia con un cabezazo desviado de Daniel Muñoz y enseguida con un tiro desde afuera de Jefferson Lerma.
Luego reaccionó el equipo de Marcelo Bielsa y fue la celeste la que tuvo tres aproximaciones claras mediante Darwin Núñez, con disparos que pasaron muy cerca.
Pero a los 38 minutos se quebró la paridad. Tras un gran córner de James Rodríguez, el mediocampista Jefferson Lerma entró solo por el segundo palo, ganó en el salto y puso de cabeza el 1-0 para Colombia. El arquero charrúa Sergio Rochet no salió a cortar el largo envió y luego la pelota se le filtró por el primer palo para el enojo de Bielsa.
Y cuando parecía que el equipo del argentino Néstor Lorenzo empezaba a conquistar la noche, cometió una imprudencia el lateral derecho Daniel Muñoz, que reaccionó con un codazo ante Manuel Ugarte.
Allí recibió la segunda amarilla de parte del árbitro César Ramos, dejó a su equipo en inferioridad numérica y se terminó el torneo para él. Así se fueron al descanso.
El complemento arrancó con todo, con Uruguay yendo como un león herido en busca del empate y con Colombia muy replegado, defendiendo la diferencia en su propio campo.
Bielsa, a diferencia de lo que hizo en el Mundial de 2002 al frente de la selección argentina, cuando debía remontar el partido ante Suecia y reemplazó nueve por nueve sacando a Gabriel Batistuta por Hernán Crespo, esta vez mandó a la cancha al histórico Luis Suárez y mantuvo a Darwin Núñez.
Justamente el Pistolero Suárez tuvo una clarísima pero su remate dio en el palo.
Uruguay puso toda la carne al asador y apretó a los cafeteros contra su arco, pero con escasa claridad y cada vez con mayor nerviosismo. Colombia no pudo cerrarlo de contra, pero igual logró el objetivo y se metió en la final donde enfrentará a Argentina.
En el final hubo un gran escándalo en la tribuna con jugadores uruguayos intercambiando golpes de puño con hinchas colombianos.
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