Wim Wenders vuelve al cine con toda su genialidad para homenajear a Pina Bausch, en un viaje que promete ser visualmente deslumbrante. "Pina", en versión 3 D, que se estrena este jueves en Rosario, es también el producto de un vínculo casi fraternal entre el cineasta y la bailarina, ya que fueron amigos durante dos décadas hasta que en medio de la filmación a ella la sorprendió la muerte. Ahí nació otra película. "Pina" cuenta el antes y el después de Pina Bausch según sus coreografías más importantes y, claro, la mirada de Wenders.
El director lleva a la audiencia hacia una nueva dimensión, en un recorrido revelador y sensual, tanto en el escenario como siguiendo a los bailarines fuera del teatro, en la ciudad y alrededores de Wuppertal, el lugar que durante 35 años fue el hogar y el centro creativo de la coreógrafa.
Luego de la muerte súbita de Pina Bausch en el verano de 2009, en medio de los preparativos del filme, Wim Wenders tuvo que comenzar nuevamente el rodaje. El resultado fue una película dedicada a Pina Bausch, utilizando las coreografías que habían sido seleccionadas en conjunto: "Café Müller"; "Le Sacre du printemps"; "Vollmond" y "Kontakthof".
Se utilizaron archivos de imágenes y de audio de su vida, así como también grabaciones en 3D de intérpretes del Tanztheater obtenidas en la primavera de 2010, donde se bailaron memorias personales con la naturaleza precisa, crítica y amorosa de su gran mentora.
Durante más de 20 años de amistad personal, Wim Wenders y Pina Bausch nunca perdieron de vista su idea de hacer juntos un film de ballet. Pero recién en la actualidad, con las más recientes posibilidades creadas por la tecnología digital 3D, fue que Wenders encontró el medio estético para llevar la plasticidad única y la expresividad emocional del innovador ballet Tanztheater a la pantalla. Es ahora cuando la dimensión del espacio puede ser fielmente reproducida por el cine.
A principios de 2009, Wenders y su compañía productora Neue Road Movies, junto con Pina y el ballet Tanztheater, comenzaron la fase de preproducción del filme. Luego de medio año de trabajo intenso y apenas 2 días antes del ensayo de filmación en 3D, ocurrió lo inimaginable: Pina falleció el 30 de junio de 2009 de forma repentina. Esto parecía ser el final del proyecto de la película. Wenders inmediatamente frenó los preparativos, convencido de que sin Pina, no se debería continuar con el filme.
Luego de un período de duelo y reflexión, y alentado por muchos pedidos, tanto de los bailarines del propio Tanztheater como del exterior, y con el consentimiento de la familia de Pina, se decidió hacer el filme sin la gran coreógrafa.
La imagen de Pina, afectuosa e inquisidora hacia los gestos y movimientos de su ballet, siguiendo de cerca cada detalle de las coreografías, estaba vivo, presente y grabado en los cuerpos de sus bailarines. A pesar de la gran pérdida, era el momento oportuno para registrar esto en un filme.
El concepto de la película incluye, además de las obras ya citadas, imágenes de archivo de Pina insertadas en el innovador mundo del 3D, además de breves actuaciones solistas de los integrantes del Tanztheater. Wenders filmó estas participaciones dentro y fuera de Wuppertal: en la campiña de Bergisches Land, en instalaciones industriales, en los cruces de ruta y en Suspension Lane. Los diversos escenarios les dieron características particulares a las intervenciones de los bailarines del ballet y le agregaron emoción a las piezas.
Oscar
“Pina” fue elegido por Alemania como candidata para competir por el Oscar como mejor película extranjera. La dirección a cargo de Wim Wenders, recordado director de culto de películas de la talla de “París Texas” y “Las alas del deseo”, la colocan como una fuerte candidata a ganar la estatuilla.