Piñón Fijo desborda calidez y sencillez en su visita a La Capital en la previa de las dos funciones -a las 15.30 y 18- que mañana dará en Metropolitano. "Piñón en familia" es el espectáculo en el que recorre las canciones de siempre y las del nuevo disco "Una nueva vida".
El payaso más famoso del país contó las particularidades del recital en el que comparte escenario con sus hijos Sol y Jere. "Son beneficiados y damnificados", dice a modo de broma para contar que los chicos tienen la misma edad que el personaje que ostenta una trayectoria de 26 años. "Sol tiene 28 y Jere cumple 27 en diciembre, somos contemporáneos", revela.
"Vamos a hacer el show que hicimos en Buenos Aires que tiene mucho que ver con los temas del último disco "Una nueva vida" que está colgado en la página web de Piñón para descarga gratuita y a esta altura tiene cien mil descargas en todo el mundo", reveló para adelantar que ya preparan el DVD del espectáculo que combina gags, scketchs y canciones.
Siempre sonriente Piñón contó que Sol, Jere "han sido protagonistas de la historia de Piñón, han sido conejitos de indias. Soy autodidacta y he trabajado con prueba y error con ellos. Más de una vez les ha tocado dormir en una funda cuando eran bebés y yo estaba trabajando como artista callejero. No fue nada traumático, un día estábamos los tres sobre el escenario y comenzó el disfrute, se armó un ciclo virtuoso muy lindo con la gente", describió sobre la incorporación de los chicos a la función.
Piñón recordó que cuando empezó era tiempo de la hiperinflación. "Salí a la calle a defender mi oficio, con algunas herramientas, un poco de música y algunas canciones de María Elena Walsh. Después la vida me llevó puesto de una manera linda, pasó el tiempo y con la obsesión de ir aprendiendo día a día, contemplando cosa de los niños y devolverlas en forma de canción. Se ha pasado el tiempo y me he encontrado en este lugar, me ha tocado vivir grandes cosas que ni en el mejor de los sueños de un artista callejero podían estar", confesó.
El artista contó que esta ciudad también fue inspiración. "Siempre uno se mira en el espejo de sus ídolos, me marcó la trova rosarina, el folclore latinoamericano, estaba en la esquina yo y me sentía que estaba en Obras. Uno siempre proyecta parecerse al Messi de lo que uno hace. Quizás de tanto proyectar, uno ha ido transcurriendo y pisando lugares donde tocan los Messi".
Además recordó cómo fue compartir escenario con Carlitos Balá. "El había tenido que ver en mi infancia. Pero la vida me puso al lado de él en un escenario girando por todo el país. Me di cuenta que Carlitos Balá hizo como un puente de mi vida: lo disfruté como niño y luego tuvo que ver en mi formación artística. Cuando lo veía a él lo que despertaba en cinco generaciones, me cayó la ficha: esto significa cantarle a la infancia de los otros. Lo veía a él ingresar con su simpleza con el gestito de idea, y la gente lloraba como si fuese un pastor. Uno lo conecta con su vieja, con su patio de tierra. De eso se trata cantarle a la infancia, es un paso a través del tiempo", agregó.
Por último dijo que ya no trabaja con empresas de marketing y que si alguien le pregunta dónde comprar un traje de Piñón recomienda que lo hagan con sus propias manos y sea parte del encuentro. Sí dijo que intenta aprovechar los beneficios de internet. "El tema de la tecnología es algo que yo me reclamo. Creo que es un medio proactivo, un gran aliado que ayuda a acortar caminos, a autogestionarse sin grandes burocracias ni grandes sellos, mi música nunca podría haber llegado a Sudáfrica y hoy llega", dijo.
Por último habló de la relación de los más pequeños con las pantallas: "Si uno lo manda a los niños a que miren la computadora para que no molesten entonces no está bueno, si el adulto se queda y comparte entonces está bueno".