Entrevistas y entretenimiento asoman a priori como dos espacios poco asociables. Pero a Matías Martin la fórmula le funciona.
Entrevistas y entretenimiento asoman a priori como dos espacios poco asociables. Pero a Matías Martin la fórmula le funciona.
"Línea de tiempo" arrancó el lunes en la TV Pública y en sus dos primeras emisiones demostró que es factible una propuesta intimista sazonada con un set de preguntas y respuestas, cuando hay una figura convocante en la conducción y un concepto.
Y el concepto es el paso del tiempo. A cada uno de los entrevistados se les propone un diálogo basado en los buenos y malos momentos a lo largo de su vida. Y eso también sucede en " Timeline", el juego sobre la línea de tiempo que tiene como objetivo transitar, a partir de fechas significativas, los acontecimientos nacionales y mundiales, además de la carrera y la historia de cada participante que, por ahora, no son figuras públicas.
El debut y el segundo envío fueron diametralmente distintos. Es que en la apertura de este ciclo, que va de lunes a jueves, a las 22.30, la totalidad del programa se destinó a un reportaje al periodista Tití Fernández. Más allá de la transparencia y la calidez del conocido periodista de campo en las transmisiones de fútbol de primera, era obvio que al tocar el tema de la tragedia de su hija vendría lo más dramático. Y sucedió. Tití no sólo lloró al aire sino que también hizo lagrimear al conductor. Quedará en la duda de cada televidente si era necesaria tamaña exposición, más teniendo en cuenta que se trata de dos amigos de los medios, que se propinaron en este debut mutuos elogios.
Más allá de esta particularidad, Tití sorprendió al confesar que es "un agradecido de la vida" y que se considera "un tipo feliz".
El programa del martes fue más distendido. Los entrevistados fueron los actores Diego Ramos y Favio Posca, quienes aportaron momentos entretenidos con anécdotas, más los aportes de Marley y el director Alberto Lecchi, en imágenes de video. El debut del juego de preguntas y respuestas permitió hacer un saludable repaso de la historia política, social y deportiva del país y del mundo. Un buen arranque, que ojalá se mantenga en el tiempo, aunque, en lo posible, sin golpes bajos.