El terror vuelve a golpear la puerta. Con el estreno mañana de "La cabaña del diablo", 2015 despide un año lleno de gritos, crímenes, sangre y sobre todo posesiones. El aullido final será en el estreno el mismo día de Fin de Año de "Cuando despierta la bestia" (ver aparte). Este jueves es el turno de un filme de origen estadounidense, dirigido por el español Víctor García especialista en el género y que fue nominado en el Festival de Cine Fantástico de Sitges.
La trama sigue la historia de David Reynolds un viudo que viaja a Bogotá para convencer a su hija que lo acompañe a su nuevo casamiento. Su pareja, la hija, su novio y una amiga salen de la ciudad y tienen un accidente automovilístico que los obliga a refugiarse en una misteriosa y alejada casa, cuyo dueño tiene encerrada a una chica en el sótano, pero las cosas no serán tan sencillas ni la solución tan lineal.
Según contó el director al blog cinevista la idea de rodar en Colombia era parte esencial de la trama ya que se trataba de que el idioma fuese un elemento más para sumar al desamparo del protagonista -a cargo de Peter Facinelli que interpretó al doctor Cullen en la saga "Crepúsculo"- ya que no habla español.
Desamparo. "Vivo en Barcelona y allá me llega el guión por parte del productor David Higgins. El me explica que tiene ese proyecto, que quiere filmarlo en Colombia y que quiere utilizar el tema del idioma como un elemento más de la historia, para que apoyara esa sensación de desnudez del protagonista que no habla el español, lo que me pareció muy interesante también. Higgins me manda el guión para que yo lo revise y le diga cómo me parece visualmente y qué tipo de cambios podía proponerle a la historia", explicó el director.
El cineasta señaló que en aquel primer guión aportó algunas ideas muy claras sobre el tipo de terror que quería reflejar. "El final de la película lo propuse yo, pues algo que me interesaba mucho era el hecho de contar una historia de personajes reales, en una situación sobrenatural, pero que en definitiva fueran personas que se notaran muy reales, reaccionando a situaciones normales. También me gustaba el concepto cíclico de la relación padre e hija, y demás. Por eso me interesaba explorar eso y apoyar el género con personajes que fueran más creíbles de lo que se acostumbran en este tipo de películas".
Para García también fue reconfortante rodar en su idioma, y aclaró las diferencias de hacerlo de otra manera. "Supongo que he tenido suerte siempre. Aquí (en Colombia) fue fantástico, no tuve ningún problema. He rodado películas en Bulgaria y ahí sí que el tema del idioma es un poco más complejo porque es una barrera más severa, sin embargo, la gente fue muy amable. Eso de rodar afuera puede ser relativo, a lo mejor te vas a rodar a 20 cuadras de tu casa y te encuentras con la gente más estúpida. Eso a veces no tiene nada que ver con la lejanía o el idioma, sino con su carácter y la idiosincrasia".
Contrariamente a otras películas de terror, el director dijo que prefirió rodar sin necesidad de recurrir a ese recurso por varias razones. Entre las escenas más impactantes hay una en que la actriz aparece en una contorsión que desafía la realidad., "Ahí no hay ningún efecto, es ella", reveló. "Estábamos en escena y ella dijo «yo puedo hacer esto», y le contestamos, «vale». Pusimos la cámara al frente y lo hizo".
En ese sentido añadió: "En general yo quería trabajar con efectos especiales basados en el maquillaje, que es un poco mi especialidad. Yo me dedicaba a eso antes de empezar a dirigir, y quería mantenerlo como muy sobrio, con muy poquito efecto digital, porque pasa con los efectos digitales que el 95 por ciento se notan, y si no tienes el presupuesto necesario para hacerlos se notan el doble, así que yo quería obviar el tema. Al final llegamos a un acuerdo de poner unos frames aquí y allá, por ejemplo parte de la lluvia, pero fue algo muy mínimo".
Un año de terror
El terror fue una constante en la cartelera argentina. Varios estrenos del mismo género se superpusieron en la misma semana y se sumaban a otro que seguían exhibiéndose. Como es el caso -y como su nombre lo indica- de “La cabaña del diablo”, varios de ellos corrieron el riesgo de asemejarse a una especie de saga o de ser variaciones de temas similares. Así se sucedieron (en el sentido de las agujas del reloj): “Donde se esconde el diablo” (mayo), “Los huéspedes” (noviembre, dirigida por M. Night Shyamalan) y “Los hijos del diablo” (diciembre). Para finalizar, el 31 de diciembre, se anuncia el estreno de “Cuando despierta la bestia”.