Por Carolina Taffoni
Noel llegó a Rosario ya afianzado como solista (vino a presentar su tercer disco, "Who Built The Moon?"), en un show que se apoyó en una banda sólida sin ser brillante (los High Flying Birds) y en un par de decisiones inteligentes: un buen balance entre sus temas solistas (de sus tres discos) y viejas perlitas de Oasis, y el acierto de elegir (en su mayoría) clásicos de Oasis que él mismo cantaba en el grupo, como para que no apareciera el fantasma de su hermano Liam, un cantante y frontman de mayor estatura.
Con puntualidad británica, el mayor de los Gallagher apareció en el escenario a las 21 y abrió con "Fort Knox", la vibrante puerta de entrada a su más reciente álbum, "Who Built The Moon?". Después, muy confiado, arremetió con tres canciones más del mismo disco: "Holy Mountain", "Keep On Reaching" y "Beautiful World". "Who Built The Moon?" se vendió como un disco supuestamente diferente a sus antecesores, pero de "experimental" tiene mucho menos de lo que dicen: Noel hace algunas piruetas psicodélicas y ensaya un pulso más bailable, que en sus mejores momentos recuerda a sus coterráneos de New Order y los Happy Mondays, y en sus peores momentos es sencillamente un pastiche... Sin embargo, en vivo esas canciones funcionan bastante bien, infladas por la sección de vientos y las coristas, en especial la morena Audrey "Yseé" Gbaguidi.
"In The Heat Of The Moment", del disco "Chasing Yesterday" (2015), levantó la puntería con los High Flying Birds a full: ahí estaban el guitarrista Gem Archer (que se encargó de todos los solos) y el batero Chris Sharrock, dos músicos que pasaron por Oasis. Lo mismo sucedió con "If A Had A Gun" y "Dream On", del primer álbum solista de 2011, que la gente coreó como si se tratara de un clásico.
La primera referencia a Oasis recién apareció en el octavo tema: Noel versionó "Little By Little" y nadie quedó sin cantar en Metropolitano. Se trata de un Oasis menor, lejos de sus días de gloria, pero ahí quedó en evidencia que algunas canciones aumentan sus status a través de los efectos de la nostalgia. Entre paréntesis flojos como "If Love Is The Law" o "Be Careful What You Wish For", hubo un hermoso viaje emotivo cuando el guitarrista agarró la acústica y, acompañado sólo por el piano, hizo "Dead In The Water" y una inesperada y despojada versión de "Supersonic", el superhit de Oasis de 1994. Cebada, la gente empezó a pedir "Live Forever", otra joyita del 94, pero Noel respondió "you sing it" (cántenla ustedes), y todos arrancaron a coro con el tema. Por si alguien no estaba enterado, ahí estaba la prueba: el público argentino de Oasis se sabe todas las letras.
Balance de la memoria
El siguiente flashback fue con "Whatever" y "Half The World Away" (entrañables cara A y B de un single de 1994) y el bombazo de "Wonderwall", en una versión más cercana a Ryan Adams que al Oasis de 1995. El recital tuvo una gran cierre a pura guitarra y distorsión con "AKA? What a Life!", pero todavía faltaban los bises: la hipnótica "The Right Stuff", el hit retro "Go Let It Out" (se extrañó la voz de su hermano Liam arrastrando las vocales) y la emocionante "Don't Look Back In Anger", cantada a viva voz por el público, que a esa altura también era protagonista.
Hubo un remate innecesario con una versión de "All You Need Is Love". Habiendo tantos temas de los Beatles (de hecho Oasis grabó "I Am The Walrus"), no se explica por qué Noel viene cerrando sus shows con esta canción algo trillada y simplona. Pero bueno, teniendo en cuenta que al final enganchó el cover con el paródico "Love Life" de The Rutles, tal vez quiso anotarse un gesto simpático que nadie entendió. Quién sabe... En el balance de la memoria sólo quedarán los pocos puntos altos de sus temas en solitario y los rescates del glorioso pasado. Además, en épocas de vacas flacas para contratar shows internacionales, que Noel Gallagher haya llegado a Rosario fue casi un milagro. Sigamos escuchando a Oasis y brindemos por eso.
gesto inconfundible. Por momentos Noel revive su estampa arrogante, la que lo convirtió en estrella.