El actor británico Colin Firth deja por un momento sus personajes dramático y se calza el traje de la comedia de acción. Firth, que obtuvo un Oscar a mejor actor por "El discurso del Rey". Lo hizo bajo las ordenes del director Matthew Vaughn ("Kick-Ass", "X-Men: primera generación") en "Kingsman, el servicio secreto", un homenaje a las viejas películas británicas de espías, en clave cómica y salvaje, que se estrena mañana en Rosario.
"Las películas de Bond, o de superhéroes, o los dramas espaciales de la década de los 60 y 70, eran mucho más extravagantes y más kitsch que las que se hacen ahora", explicó el actor en declaraciones a medios españoles.
"Eso es lo que nos ha dado la oportunidad de hacer esta película y de regresar a lo auténtico", precisó Firth. Sobre si la saga de Bond fue una inspiración para la película, aclaró: "No sé si se podría decir si mi personaje se parece a James Bond o no. Soy fan de la saga desde sus inicios y cada una de las interpretaciones de 007 ha sido diferente a las otras. Pero creo que sí, que la película se inspira en el Bond de los sesenta y de los setenta, sobre todo en Roger Moore", confió Firth.
Aunque hasta ahora participó principalmente en personajes dramáticos, como "El topo" (2011) o "El discurso del Rey" (2010) por la cual ganó un Oscar a mejor actor y "Sólo un hombre" (2009), a sus 54 años Firth se reinventó con un papel en el que reparte puñetazos y desprende una caballerosa elegancia en la misma medida.
Gadgets clásicos. Paraguas que disparan balas, encendedores que son granadas o cuchillas en los zapatos, Vaughn no renuncia a ninguno de los gadgets del espía clásico británico, y por supuesto tampoco al villano, en este caso un Samuel L. Jackson en estado de gracia que interpreta a un retorcido genio de la tecnología.
El trío de estrellas se completa con Michael Caine, el jefe de la peculiar agencia de espionaje Kingsman, una especie de caballeros de la mesa redonda modernos que trabaja al margen de los gobiernos.
Para Taron Egerton, de 25 años, que acompaña a Firth en como coprotagonista, es su primera película y en ella interpreta a Eggsy, un joven capaz de transformarse de chico de la calle pendenciero a refinado agente secreto a quien el personaje de Harry Hart, a cargo de Firth, y tío del descarriado personaje. El personaje es conocido en el mundo del espionaje como Galahan, ya que en la organización secreta cada uno de sus integrantes recibe el nombre de uno de los Caballeros de la Tabla Redonda.
"Había hecho algunas escenas de acción en televisión antes, pero nada como esto, esto es bastante extremo", reconoció el actor galés. "Mi personaje comienza siendo muy joven, vive en un barrio marginal de Londres y no encuentra su camino, se ha juntado con delincuentes callejeros y Harry es su única esperanza de abandonar ese ambiente. Y convertirse en Kingsman es su única oportunidad de sobrevivir, de avanzar en la vida. Y poco a poco se convertirá en un espía".
"Kingsman, el servicio secreto", está basado en un cómic de Mark Millar, autor también de "Kick-Ass" y guionista de algunas de las series de mayor éxito de los últimos años, como "The Authority" o "Ultimate X-Men".
"Kingsman, el servicio secreto" tuvo un muy buen desempeño en las salas, con 42 millones de recaudación en Estados Unidos y 85 en todo el mundo, por lo que la película podría contar con una secuela. Según confió Vaughn a USA Today la secuela será un hecho y que Firth podría repetir en ella. "Mucha gente está molesta porque Colin podría no estar en la secuela, pero estoy ideando la historia en este momento y tengo la sensación de que vamos a encontrar una manera de traer a Colin de vuelta".
Millar es uno de los guionistas de cómic más populares de la actualidad, y su estilo cinematográfico es un estímulo para que los productores quieran adaptar sus cómics. Sin embargo el caso de "Kingsman..." es un singular, ya que la idea surgió de una conversación con Vaugnh cuando ambos colaboraban en la película "Kick-Ass".
En aquel momento se preguntaron por qué nunca se había contado el proceso por el que James Bond se había convertido en agente secreto. Y Millar recordó la historia de Sean Connery. A Terence Young, director de "Dr. No" (1962), le gustaba el estilo del actor, pero tenía una idea muy concreta de cómo debía ser el personaje y Connery le parecía demasiado rudo, por lo que lo convirtió en el caballero que necesitaba para el papel que Ian Fleming había creado diez años antes y que se transformó en un clásico.
Tu cara me suena
Colin Firth siempre fue un actor reconocido en su país, pero su fama global llegó con “El discurso del Rey”. Su primera oportunidad en el cine llegó en 1984 con “Otro país” y luego Firth mostró su versatilidad para los personajes complejos. Así lo hizo en “El paciente inglés” y “Shakespeare apasionado”, “El diario de Bridget Jones”, y su secuela. Pero llamó la atención de Hollywood cuando protagonizó “Sólo un hombre”.